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sábado, 19 de julio de 2025

La memoria es el des-olvido. Plomo en el alma.

 

Una no va al archivo para ir al pasado. Una va al archivo para traerlo al presente, para activarlo.

Marta Rivera Garza, Profesora en la Universidad de Houston





1. -¿Por qué escribir sobre estas historias antiguas que nadie recuerda y que quizás
(o no) a nadie interesan?
Precisamente por eso, porque nadie las recuerda y, en consecuencia, mucho menos interesan.


2. -¿Y si además no las leen? Esbozo una sonrisa ante esta cuestión evocando la desilusión del entrañable Ramón Rami cuando constataba que había personas que le confesaban no haber leído “todavía” los pedazos de nuestra historia local que él atesoraba y en cuya transmisión volcaba tanta pasión. Yo trataba de infundirle ánimos y dar el valor que se merecía su trabajo: -Sí que las leen, Ramón, y si no lo hacen, nosotros ahí las dejamos y quién sabe si alguien algún día les dará valor y tomará nota de estos testimonios de un mundo que ya no existe pero que existió y del que somos herederos. Lo hacemos por las personas que levantaron estas casas, que nacieron, se criaron y vivieron en ellas, las que trabajaron como burros por mantenerlas y que supieron también hacer hueco a momentos de alegría mientras entregaban su vida para que nosotros ahora nos sintamos orgullosos de este pequeño pueblo, de sus costumbres y de su tradición solidaria*

3. - ¿Y por qué ahora este empeño en traer al presente precisamente las historias olvidadas de unas criaturas a su vez mayoritaria y doblemente olvidadas? Por las mismas razones y con redoblada intención, mucho más después de indagar en sus orígenes y sus trayectorias. Historias de niños huérfanos que correteaban por nuestras calles empedradas, que guardaban los ganados y que trabajaban duramente en las faenas agrícolas mientras cargaban con el sello de plomo en el cuello que certificaba su abandono inicial. Niños que entre estas piedras encontraron el afecto que les había sido robado en origen pero que no dejaron de cargar durante toda su vida con ese mismo plomo del abandono en el alma.

4. - ¿Y qué se saca de rechirar entre los papeles? Mucho. Por ejemplo:

DOS CONCLUSIONES PRINCIPALES

- Una, que no por sospechada deja de estremecer, es que el abandono de una criatura recién nacida ayer y hoy y en cualquier lugar del mundo siempre está ligada a trágicas situaciones de pobreza, enfermedad, desesperación y muerte;

Y  segunda que me duele especialmente en los casos de estos niños recogidos en Troncedo, es que, si la falta de recursos, las circunstancias, la ignorancia y los prejuicios (el plomo en el alma) no hubieran pesado tanto en su ánimo y se hubieran lanzado a la búsqueda de respuestas, quizás más de uno hubiera aligerado esa carga que arrastraron durante toda su existencia y se hubieran reconciliado con su propia historia y estirpe. Este es un aspecto que, conforme iba leyendo testimonios y situaciones concretas de quienes se embarcaron en esas búsquedas, me causaba más pena y rabia. 


LA HERIDA DEL ABANDONO. Ayer, hoy y siempre

… después de año y medio yo he conseguido canalizar la rabia que tenía por la herida del abandono que para mí es más grande que los abusos sexuales y toda la historia que he tenido después porque el abandono me ha marcado…

Abel Azcona, artista multidisciplinar, entrevistado en La Ventana de la cadena SER (sección Radio Lindo) el 10 de abril de 2025

...

* En este sentido fue para mí una satisfacción poderle mostrar a mi querido Ramón el ejemplar nº 19 de la revista Sobrarbe editada por el Centro de Estudios de Sobrarbe en el que Jesús Cardiel publicaba un artículo sobre la genealogía de casa Baile de Troncedo y en un pequeño apartado hacía referencia a “algo” que había leído en uno de nuestros Caixigares. “Ves, Ramón, hay gente (sabia) que lo lee y lo valora”

jueves, 14 de diciembre de 2023

De tejas, libros, y contadores de historias: Severino Pallaruelo y Ramón Rami



Cada teja de mi pueblo explica el mundo”. 
 Recordé una vez más este proverbio el pasado sábado 9 de diciembre en el primer encuentro del club de lectura.

 Severino Pallaruelo, nuestro sabio y amable invitado, nos explicaba cómo había pergeñado la redacción del libro en torno al cual nos habíamos convocado, Pirineos, tristes montes. Su afán se centraba en mostrar el alma de los montañeses, vecinos y coetáneos, a quienes había observado y escuchado y con los que había compartido vivencias desde su primera infancia. Y todo ello con la convicción de que no eran distintos de los habitantes de otros lares, que las penas, alegrías, deseos, ilusiones… también las miserias, no dejan de ser siempre las mismas en cualquier comunidad humana, por lejana y ajena que nos parezca.  Como, por ejemplo, el relato de ese solterón empedernido al que le faltaron cinco minutos para sacar a bailar a la moza que le ponía ojitos, los mismos cinco minutos o el pequeño empujón que nos ha faltado a todos alguna vez para llegar a hacer o decir algo que luego lamentaremos no haber hecho o dicho nunca.


L
a sesión resultó amena y entrañable. Severino tenía muchas cosas que contar, haciendo gala de la sensibilidad y profundidad con la que aborda la investigación sobre territorios y gentes que le son (le somos) tan próximos a su historia personal. A la vez el auditorio respondió como sabemos hacerlo en este pueblo, con mucho interés y aportando sus propias impresiones y experiencias. Y, como anécdota, destacar la sorpresa que manifestó el autor por la alta participación de lectores varones. Es harto conocido que la presencia femenina en los clubs de lectura generalmente es mayoritaria. Así que, enhorabuena, zagales, contamos con vosotros para la siguiente sesión. Pronto anunciaremos fecha y “deberes”.

...


Pero, en coherencia con lo anterior, no quiero dejar de decir algo. Escribo esta reseña a las pocas horas de recibir la noticia del fallecimiento de quien ha sido un gran amigo, un gran vecino y un maravilloso relator de lo que cuentan las tejas (losas) de nuestro pueblo, mi querido Ramón Rami Salinas. Han sido muchos años de confidencias, colaboración y difusión de las historias próximas, las que hemos dejado negro sobre blanco en los boletines de El Caixigar, las que nos hemos contado más íntimamente y las que, por desgracia, se han quedado por contar. Ramón tenía una memoria prodigiosa y un admirable interés por sacar a la luz sus recuerdos, rescatar personajes, tradiciones, anécdotas… de la vida del siglo XX en Troncedo. A veces, se preguntaba si, a pesar de su empeño, todo ello no acabaría cayendo irremisiblemente en el olvido. Yo siempre le dije lo mismo, dejar ese testimonio ha sido fundamental. Quién nos dice que, cuando ya no quede ningún testigo directo de esos modos de vida, no aparezca alguien interesado en conocerlos de primera mano y agradezca que él se hubiera tomado el trabajo de contarlo. Incluso que, todo ese material, pudiera llegar a servir de documentación para escribir un libro de relatos como los de Severino o una novela de época o una película…

En algún momento de la sesión del sábado, afloró la idea de que la  Historia no se circunscribe al relato de grandes hazañas o batallas, ni a las biografías de grandes personajes; si no cuenta las pequeñas historias de quienes la han soportado sobre sus espaldas no merece recibir tal nombre. Y para poder integrarlas en el verdadero relato histórico se necesitan muchas personas como Ramón, que tan generosamente nos han dado su tiempo y su voz para que no ocurra lo que él tanto temía, que llegue el olvido. Eso no pasará en Troncedo gracias a él, os invito a releer las numerosas páginas en las que nos ha contado la vida cotidiana de nuestros padres y abuelos, haciéndonos partícipes del alma de estos parajes que ahora no
s sirven de espacio de relax y encuentro. Cada vez que alguien pase una página, los recuerdos y el recuerdo de Ramón cobrarán nueva vida.

 Hasta siempre, amigo.

Ramón Rami Salinas





sábado, 25 de septiembre de 2021

Jornadas de Piedra Seca. Muretes de Arte en Troncedo

 






Esta misma tarde, Carmen Bautista ha presentado la Asociación "Muretes de Arte" en el Salón Social de Troncedo. Ha sido el punto de partida de las Jornadas que se van a celebrar en el pueblo para la puesta en valor de las paredes de piedra seca que recorren el término. En realidad, las actividades habían empezado por la mañana con la preparación y limpieza del terreno en torno a la ermita de la Virgen del Carmen que es donde van a tener lugar las intervenciones. Estos trabajos han estado a cargo, una vez más, de un grupo de vecinos voluntarios. Se ha elegido este lugar por ser una encrucijada de caminos de cabañera por los que antiguamente discurrían las ovejas en trashumancia. Y precisamente la trashumancia va a ser el hilo conductor de estas jornadas. 



Carmen nos ha explicado el inicio y los objetivos de la Asociación que se centran en poner en valor las centenarias paredes (o muretes) de piedra seca que discurren entre campos de cultivo a uno y otro lado de los Pirineos. La Asociación ya ha realizado varias intervenciones en distintos lugares del Somontano. La última, la pasada semana en Cheto, una pedanía de Rodellar (en la Sierra de Guara). La finalidad de los trabajos es siempre poner en valor estas construcciones declaradas en 2018 por la UNESCO  como Patrimonio Cultural de la Humanidad, a través de intervenciones artísticas y también, cómo no, recuperando paños de las paredes deterioradas por el paso del tiempo y el abandono. Siempre con respeto absoluto al entorno en el que se encuentran y a las técnicas tradicionales de construcción. 

Después ha tomado la palabra, Alba de Lucas, joven artista plástica que se ha desplazado desde Segovia para encargarse de una de las actuaciones artísticas. Está especializada en la pintura animalista y en el trabajo sobre soportes blandos, en esta ocasión su creación utilizará una vieja puerta de corral.

Sandrine Reynaud, escultora contemporánea, será la encargada de realizar otra de las intervenciones artísticas. A través de sus palabras y los vídeos que se han pasado, hemos tenido oportunidad de conocer algunas de sus obras y, sobre todo, entender cómo llegó a apasionarse por los muros de piedra seca tan habituales en nuestro entorno. Nos ha explicado que, contemplando las mismas paredes del lugar de Cheto,  llegó a la conclusión de que eran verdaderas esculturas, esculpidas por manos rudas y levantadas con los materiales que tenían a mano, sin provocar ningún daño al entorno natural. Estas humildes creaciones le dan la satisfacción personal de "pertenecer a una especie capaz de hacer cosas buenas" (sic).

En los vídeos hemos podido escuchar también a Jesús García Mainar, maestro paretero que colabora con la Asociación y que ha incidido igualmente en el valor estético de las paredes, al margen de su antigua funcionalidad, y el ingente trabajo de todos aquellos campesinos que las levantaron para proteger sus cultivos y sus pequeñas cosechas. 

Las actividades descritas se verán acompañadas del  trabajo colectivo de los vecinos del pueblo. Queda toda una semana por delante para participar y observar el proceso. ¡Os esperamos!



*No puedo dejar de recoger el comentario de Ramón Rami mientras veíamos en el vídeo las manos expertas de nuevas pareteras y pareteros de piedra seca: "Eso, pa tu tío, pan comido" (Para quien no lo sepa, mi tío, Antonio Lacambra Garcés,  fue el último arbañil del pueblo que trabajó la piedra). P.C.

sábado, 26 de junio de 2021

Los refranes no dicen siempre (toda) la verdad

 



Cuando no hay pan, buenas son tortas. Como (casi) todos los refranes, este también puede relativizarse. Y es que la bondad de las tortas va con ellas, haya o no haya pan. Cada alimento tiene su función y si se trata de mojar en chocolate, mucho mejor tortas que panes, ande va a parar... Si además son tortas de aceite (también conocidas en otras partes, como de caña) elaboradas por Ramón Rami,  nuestro panadero emérito y particular, lo mismo es hablar de torta y chocolate que de miel sobre hojuelas... Y eso es lo que ocurrió el pasado sábado 19 de junio, que compartimos con Ramón una jornada de elaboración y degustación de estas ricas tortas que tanto nos recuerdan los sabores de nuestra infancia.



La masa lista para introducir en el horno

La elaboración del humilde dulce tradicional de la zona es sencilla, se hacen con la misma masa del pan. El secreto únicamente es estirarla bien y luego regarlas abundantemente con aceite (sobre todo en las esquinas, zagalas, que si no, luego no se las come nadie) y azúcar. Otro consejo: comerlas en el día, si se guardan se secan mucho y ponen a prueba las dentaduras... 


Ramón, Montse y Lucas, el maestro panadero y sus ayudantes


 

sábado, 15 de mayo de 2021

De romerías, tradiciones y eméritos con mérito

 


  Que la pandemia nos ha obligado a cambiar de usos y modificar tradiciones, es conocido de todos. Que algunos seríamos partidarios de que algunas de estas obligadas distorsiones que introducen hábitos de mayor higiene y cordura en las actividades sociales, también es algo que se desliza en algunas conversaciones aunque no haya un debate explícito al efecto.

 Sin entrar en cuáles serían esos cambios coyunturales que podrían presentar candidatura a hacerse perennes, es público y patente que las fiestas y celebraciones han sido uno de los campos más afectados por las restricciones sanitarias, No ha sido el caso exactamente de la romería a San Isidro que  este año se ha cambiado por trabajos de limpieza y ornamentación floral del pueblo. Tareas que, por otra parte, ya se habían incorporado como nuevas tradiciones en estas fechas. No ha habido misa, ni la bendición de términos pero estamos  seguros de que, si es verdad eso de que el  Isidro de Madrid era santo y además, labrador, le servirá de gusto también que incorporemos estas actividades. 

Lo que no ha faltado es el reparto de la caridad. Y en esta edición, incorporando la torta de aceite más auténtica, la de siempre. Elaborada con la masa del pan por nuestro panadero emérito* y de mérito incuestionable, Ramón Rami Salinas, quien nos ha sorprendido con ella, retrotrayéndonos a sabores y texturas que hace tiempo habíamos dejado de degustar. 


De cualquier manera y para que el santo no se nos enfade, algunas nos hemos acercado por la tarde a hacerle una visita. O más exactamente, para hacernos una foto recordando otros años, otras reuniones, otras personas... otros tiempos.





*Para evitar confusiones en la utilización de un término que alguna persona en la actualidad utiliza sin merecerlo, incorporamos la definición de la RAE de la palabra emérito:

Dicho de una persona , especialmente de un profesor : Que se ha jubilado y mantiene sus honores y alguna de sus funciones.

En conclusión, Ramón es con toda propiedad y mérito, nuestro maestro panadero emérito


martes, 20 de octubre de 2020

Fendo pan



¿ Y si femos pan esta tarde, zagalas? Dicho y hechoCon esta sencilla proposición realizada por el experto en la materia, Ramón Rami, nos programamos rápidamente un taller de elaboración del pan a la manera tradicional. No precisamos más que 2 kg. de harina, 2 pastillas de levadura (aportadas por el panadero), tres cucharadetas de sal y las ganas de hacerlo.


Una tarde de sábado muy nutritiva en todos los aspectos. El literal, pues como no podía ser de otra manera, degustamos todos los presentes en el salón, el delicioso producto, un pan que sabía a pan, como el de los sabores de nuestra infancia, y también la nutrición espiritual, pues la colaboración, la camaradería, el aprendizaje y las bromas que se cuelan entre medio son un alimento tan necesario como el del cuerpo. Si además al final lo acompañamos de un buen queso de Radiquero y una copa de vino del Somontano... ¿qué más se puede pedir en esta velada otoñal?


     








domingo, 31 de mayo de 2020

Romerías en tiempos de pandemia

La imagen de la Virgen de Bruis es una talla románica del siglo XII-XIII, a la que se le atribuyen algunos hechos milagrosos, como el de acabar con una plaga de langostas, tras ser trasladada en procesión a la cercana ermita de Santa Brígida.


Las romerías son otros de los eventos que se han visto alterados, cuando no canceladas, por  la pandemia y el confinamiento. En Troncedo ya nos quedamos sin la de San Isidro y, tanto el día de San Jorge como este último domingo de mayo tocaban la de todos los pueblos de La Fueva a la Virgen de Bruis. Al margen del significado religioso y tradicional de estas festividades, las romerías cumplían la función de mantener la llama del pensamiento mágico de la antigüedad. En particular, las de primavera se suelen acompañar de "la bendición de los campos", con la esperanza puesta en que las tormentas no estropeen las cosechas. En Bruis se añadía la ocasión para el encuentro de familias y vecinos de todas las pequeñas aldeas del valle que, en tiempos de duro trabajo y aislamiento, era un acontecimiento social esperado por todos. Desde el último tercio del s.XX, con el gran flujo migratorio hacia los núcleos industriales, cobró todavía con más fuerza si cabe esa función de reencuentro con gentes, tradiciones y lugares. 


Aunque el 23 de abril no pudo ser, ayer una representación de entidades y Asociaciones del Valle de La Fueva y también de Palo, convocados por la Asociación A redolada se dio cita en el Santuario para rendir un homenaje a la Virgen de Bruis en forma de ofrenda floral. 







Troncedo ha estado muy bien representado por la familia Tena Rami como dan fe estas imágenes





domingo, 12 de enero de 2020

San Beturián revive en Troncedo




Una vez más hemos dado la vuelta al calendario y nos hemos plantado en un año de guarismos bien redondos, 2020. El mes de enero avanza inexorable y comienza el desfile de los santos barbudos, objeto de devoción secular en los pueblos de Sobrarbe. En muchos de ellos se revive la  tradición del fuego, símbolo solar. Mientras la tierra duerme, el fuego calienta los hogares, purifica las almas, protege contra los maleficios y trae la bendición sobre las personas, los animales y las cosechas. 

Y en esta habitual mezcla del santoral cristiano con ancestrales rituales paganos, el primer santo piloso que inaugura el desfile es San Victorián (Beturián, por estos lares), patrono del barrio de Sant’Angel de Troncedo, y de las otras dos casas que se levantan bajo el castillo, Torrocella y Sastre. Aquí no hay tradición de celebrar esta fiesta con hogueras sino que, antiguamente, tal y como nos contaron Ramón Rami y Lourdes Castán en El Caixigar nº 1, se asistía a la Misa en la pequeña iglesia dedicada al santo, después se daba “la caridad” en la era de Viu y se comían las viandas que cada casa aportaba. Por la tarde se bailaba en la sala de Viu y después de cenar en la de Sastre.

La sangría humana que despobló estas tierras y lo intempestivo de la fecha contribuyó a que la fiesta se perdiera, hasta hace unos pocos años en los que la persistencia de algunos vecinos del barrio ha venido convocando a los más animosos que no tienen miedo al tiempo ni pereza para desplazarse hasta el lugar. Hay que decir que a ello contribuye  la bonanza meteorológica que disfrutamos en este pueblo que no sabemos si es debida al cambio climático o al santo benefactor, agradecido por el recuerdo, o a la conjunción de ambos.

Este año hemos sido más de una veintena los que nos hemos acercado al reparto de la caridad, no sin antes pasarnos a honrar al santo. En ausencia de cura católico que celebrara Misa hemos tenido como maestro de ceremonias a Ramón Rami que, de manera respetuosa con el sentir de cada uno, nos ha invitado a guardar un minuto de silencio en el que cada uno podía libremente rezar o elevar su pensamiento al recuerdo de los ausentes o los fines que deseara. Después de ello, hemos rendido el debido pagano tributo al dios Sol que resplandecía en el cielo y, en la era de Joaquín, hemos degustado la tradicional “caridad” que venía acompañada de otros deliciosos manjares, entre los que no faltaba vino D.O. Somontano, chocolate y bombones y el  poncho elaborado por Emilio de Casa Sarrat que desprendía un delicioso aroma a la miel de sus arnas.  De fondo, un altavoz con la música de la Ronda de Boltaña.





Si nos retrotrajéramos a la primera mitad del siglo pasado, la próxima cita no se haría esperar, este mismo viernes 17 de enero llega el siguiente barbudo, San Antón, y las celebraciones se multiplicarían. Además de la fiesta de Damas y Caballeros infantil, se sumarían las numerosas invitaciones de las casas en las que había algún Antonio (o Antonia), es decir, casi todas las del pueblo pues rara era la que no tenía uno por lo menos. Pero, dadas las circunstancias, nos conformaremos con seguir manteniendo esta tradición revivida, esperando que a la cita del año próximo no falte nadie y, si es posible, seamos muchos más.

Feliz año y a encarar con buen ánimo el frío que se nos viene encima porque si se cumple el refrán… "por San Antonio (17) hace un frío del demonio; por San Sebastián (20), un frío que no se puede aguantar, y por San Vicente (22), el sol toca los torrentes”





martes, 10 de mayo de 2011

Tiempos de romerías y tratos

 Mayo sigue su curso, tiempo de romerías  en las que se confunden o se solapan ritos ancestrales con los ritos católicos. Tiempos de mirar al cielo, celebrar los cambios estacionales y el renacimiento de los campos y  momentos también para desear las buenas cosechas. En realidad por estos lares son tareas de todo tiempo, ya contábamos cómo las cenizas del tizón de Navidad se arrojaban a los campos, cómo con  los ramos de olivo del Domingo de Ramos también se hacía lo propio ... y ahora se vuelve a recabar ia protección del más allá en la figura de Vírgenes y Santos. Ya el 23 de abril, día de San Jorge, se acudía desde Palo y desde toda La Fueva a la Virgen de Bruis. Se iba andando o en burra, se asistía a Misa y se aprovechaba para comprar turrones al turronero de Graus, el Sr. Puyet que no faltaba nunca a la cita. Se saludaba a los conocidos, se comía en los corros de amigos, se bailaba y cantaba y se emprendía el regreso a casa.  Había un dicho para los mozos casaderos: "Si de La Fueva te la has de llevar, en la Virgen de Bruis la has de encontrar".  

Enseguida llegaba la feria de Graus. Para el 6 y 7 de mayo se compraban y vendían todo tipo de animales, principalmente caballerías, las máquinas vivientes de la época. Las vísperas, el camino  de La Fueva hacia Graus se salpicaba de labradores que iban con los animales debidamente engordados y preparados para venderlos. A veces paraban en Troncedo a dormir en las casas de amigos o familiares, fundamentalmente donde tuvieran garantía de que iban a cuidar bien a sus animales. Pasada la feria, el rosario de personales y caballerías era a la inversa y "cada uno contaba la feria según le había ido en ella".En general todo el mundo había hecho negocio, o una buena venta, o una buena compra.
Ermita de la Virgen del Carmen. Imagen antigua

15 de mayo, San Isidro, patrono de los labradores. Antiguamente se celebraba siempre en su día, no como ahora que dependemos de que caiga o no en fin de semana (este año será domingo y se respetará la fecha). Desde que se hizo la ermita de la Virgen del Carmen, allá por 1930, se celebraba allí la misa y después se iba en procesión hasta el tozal de Crucisierra desde donde se divisaban los términos de Sierra, La Oliva, Ballabita ...para bendecir los campos y rogar al patrón que los librara del pedrisco. Al regreso se comía la caridad y luego la comida de cada cual sentados en corros hechos de montoncitos de piedras junto a la ermita.

Quedais todos avisados de que este próximo domingo se celebrará la romería a San Isidro. Iindependientemente de las creencias personales y de que ahora tenemos otros gurús mediáticos que nos "avisan", informan (o desinforman )de lo que el cielo determina, puesto que al fin y al cabo sigue siendo el dueño de las decisiones meteorológicas, servirá como siempre de motivo de encuentro, celebración y comida con los familiares  y amigos.  Días después, habrá ocasión para repetirlo y bendecir los términos del Sur, invocando a San Urbez en la víspera del jueves de la Ascensión. Esta fecha sí que hace ya años que la vamos cambiando en función de distintas circunstancias. Cuando se sepa,  anunciaremos la cita de este año.

Interior ermita Santa Waldesca


Terminamos este rosario de romerías, recordando que el 28 de mayo se iba a la ermita de Santa Waldeska, a la sombra del castillo de Samitier y se comía al lado de la Cruz. El vino se llevaba en dos pichellas de cerámica de Naval, muy bien adornada y con gran capacidad (más de un cántaro cada una). En la actualidad han desaparecido las tres cosas: la romería, la cruz y una de las pichellas. (El Caixigar nº 3)

Actualización 1/08/2011.  Como resultado de las observaciones que en el día de ayer me hizo Ramón Rami de casa Joaquín de Troncedo (y también de casa Castro), corrijo el párrafo anterior en el que hay una confusión entre esta ermita de Santa Waldesca a los pies del castillo de Samitier a donde sin duda acudían en romería los vecinos de Samitier y otros pueblos con la cruz de Santa Waldeska, que estaba en el término de Troncedo, situada debajo de La Portiella y en la encrucijada entre los caminos que conducían a Salinas y Fornigales y a la que acudían los de Troncedo no sé si en ese mismo día 28 de mayo aunque supongo que sí puesto que debe ser el de su advocación.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Día de San Esteban

Hoy día 26 de diciembre de 2010, festividad de San Esteban, no puedo dejar de recordar que antiguamente ésta era la fiesta mayor del invierno en Troncedo, sólo superada en importancia por las fiestas de agosto en honor al otro patrón del pueblo, San Lorenzo. Por eso me he ido al Caixigo nº 4 para rescatar las tradiciones y costumbres de estas fechas que nos relataron Ramón Rami y Agustín Castán en su día:

Nochebuena y Navidad  estaban caldeadas por la Tronca de Navidad. El amo de la casa buscaba ell tizón más grande que había almacenado en el leñero para que ardiera en el fogaril durante toda la Nochebuena y parte del día de Navidad. Antes de encenderla, la bendecía y para ello echaba vino con el porrón mientras decía:

 
"Buen tizón, buen varón,
buena casa y buena brasa.
Dios conserve pan y vino
en esta casa"

Y tras hacer unas cruces con el vino del porrón y rezar unas oraciones, los zagales de la casa procedían a pegar a la tronca para que "cagara" los dulces y pequeños regalitos escondidos entre la corteza (alguna mandarina, algún lamín, ...)

El día 25, día de Navidad, era también el primer día de la fiesta en honor al patrón San Esteban (26 de diciembre) y en la Misa se estrenaba el abrigo el año que tocaba y la ropa nueva que se había hecho para el invierno. Si el tiempo lo permitía, no faltaba la ronda por las calles del pueblo. La fiesta era similar a la celebrada para San Lorenzo: misa cantada por los músicos de la orquesta, sesiones de baile de tarde y noche. También se mataba una "güella" (oveja) que, preparada de una manera u otra, era el plato casi principal de la fiesta; se "afirmaba" la orquesta, acudían los parientes de los pueblos cercanos, normalmente acompañados de alguna burra, macho o mula que servía de transporte; y se comía todos juntos un menú rico en sopa de tapioca con huevo, carne de olla bien caliente y buenas fuentes de chiretas". Por supuesto, todos se quedaban a dormir.