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miércoles, 20 de enero de 2016

El maestro de Troncedo

El Museo Diocesano Barbastro-Monzón custodia tres interesantísimas piezas procedentes de la iglesia de San Victorián de Troncedo, se trata de las imágenes de San Miguella Virgen con el Niño y Santa Bárbara, fechadas hacia 1445-1460 y atribuidas al mismo maestro, tanto por la ejecución de la talla, los rasgos faciales similares o el tratamiento de las vestimentas común, con un estilo, heredero del gótico internacional, según R. Steve Janke.
Las tres piezas fueron depositadas en la colección del Museo Diocesano en marzo de 1977, momento en el que fueron llevadas al Instituto de Arte Religioso de Madrid para su restauración y a su vuelta pasaron a formar parte de la colección permanente del Museo.
Nos centramos en el análisis de la talla de san Miguel atendiendo a su iconografía y por ser el ejemplo que de manera más significativa conserva la técnica del brocado aplicado que hace singulares a este conjunto de piezas.

San Miguel va ataviado con armadura de un elegante brillo metálico –quizás se trate de polvo de estaño soplado sobre el aglutinante para obtener el aspecto metálico- compuesta por un peto de cuya parte inferior cuelga el faldar, ambas piezas separadas por un ajustado cinturón rojo con aplicaciones metálicas, y terminado en una especie de escamas sobre el que se aprecia la simplificada cota de malla con terminaciones en forma de dientes de sierra; los brazos quedan protegidos por el guardabrazo y el avambrazo, mientras que en las extremidades inferiores, para proteger el muslo, vemos el quijote y la greba; las articulaciones se cubren con codales y rodilleras. El santo se cubre finalmente con una amplia capa en tono rojo en la parte exterior y verde en la interior, sujeta por un broche lobulado. La decoración de la capa es interesantísima, con un brocado yuxtapuesto en todo el perímetro de la misma y brocados simples en la parte posterior de dicha capa, cuya técnica analizaremos más adelante.
Su dorada y rizada melena queda sujeta por una diadema. En la mano izquierda porta una cruz –que posiblemente no es original- mientras que el brazo derecho ha desaparecido; como han desaparecido también sus alas, quedando únicamente el hueco practicado en la parte posterior de la talla para alojarlas.
El demonio se presenta bajo la curiosa forma de un dragón con alas pegadas al cuerpo y extensa cola; la cabeza, con las fauces abiertas, dirige la mirada hacia en santo, quien posiblemente estaba clavándole una lanza que no se conserva.
San Miguel es uno de los santo más venerados en la Edad Media, también en Aragón. Es el“Ángel Jefe”, el que lidera, el que dirige. Como jefe de la milicia celestial desde el siglo XIV suele presentarse ataviado con armadura militar -hasta el siglo XIII lo normal es encontrar al santo vestido con túnica-. Su papel es fundamental en la gran batalla del cielo. Luzbel era uno de los ángeles más bellos de la Corte Celestial y ofuscado por el orgullo se rebeló contra Dios diciendo “No serviré” “Subiré hasta el Cielo y levantaré mi trono encima de las estrellas, encima de Dios… subiré a la cumbre de las nubes, seré igual a Dios”. Muchos ángeles le siguieron pero en ese momento otro arcángel, todavía más hermoso que Lucifer, se postró ante el trono de Dios en un acto de adoración profunda y lealtad dijo “¿Quién como Dios?”, que es lo que significa Miguel.
En el Apocalipsis 12, 7-10 se narra: “En ese momento se desató una gran batalla en el Cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el Monstruo. El Monstruo se defendía apoyado por sus ángeles, pero no pudieron resistir, y ya no hubo lugar para ellos en el Cielo. Echaron, pues, al enorme Monstruo, a la Serpiente antigua, al Diablo, a Satanás, como lo llaman, al seductor del mundo entero, lo echaron a la tierra y a todos sus ángeles con él”. Esta talla no representa el fragor de la batalla sino al arcángel sobre la bestia en actitud de victoria, de triunfo del bien sobre el mal. Precisamente esta faceta del santo como defensor del bien frente al mal propiciará su gran devoción durante la Edad Media y la demanda de imágenes para el culto.
Fue durante el último proceso de restauración de la talla de san Miguel, en el año 2009, cuando se tomó una muestra de la decoración dorada en relieve que bordea la capa que lleva el arcángel. La muestra indicó que se trataba de un brocado aplicado con dorado, siendo hasta el momento el ejemplo de esta técnica más antiguo conservado en Aragón.
El empleo del estaño en relieve es una técnica que nació en el continente Europeo a mediados del siglo XII; una variedad de esta técnica es el brocado aplicado, que surge en el siglo XV, cuando se difunde los tejidos de brocado (el brocado es un textil de seda tejido con hilos de oro o plata o ambos) y consiste en imitar estos tejidos mediante la aplicación de una lámina de estaño en relieve sobre diferentes soportes. Esta talla de san Miguel presenta dos de las tres tipologías de brocado aplicado encontradas hasta el momento en Aragón:

– El brocado yuxtapuesto en bandas, con motivo geométrico, localizado en el borde de la capa.

– El brocado aislado, que suele usarse para decorar ropajes distribuidos por la superficie a decorar imitando un lujoso textil, entre cuyos motivos no se distingue bien si se trata solamente de motivos geométricos y vegetales o incorpora también motivos animales.

Los diseños y fuentes de este brocado son totalmente distintos a la mayoría de los documentados en Aragón, lo que hace pensar que podrían deberse a un artista itinerante o ser piezas importadas. Los rasgos faciales de la talla, el tono de sus ojos apoyan esta teoría.
El relleno del brocado es de cera de abeja, con un grosor elevado y color marrón sobre el que queda un resto de lámina de estaño de molde casi totalmente corroído a casiterita (oxido de estaño) de color gris pardo. Sobre este resto se encuentra el dorado que casi con seguridad no es original puesto que a veces está sobre la cera en zonas donde el estaño desaparece. Pese a que quizás no es original si es muy antiguo, ya que se realiza al modo tradicional de dorar sobre estaño, es decir, aplicando un barniz mordiente, sobre este un mixtión rojo de albayalde y bermellón que finalmente recibe el dorado (99% oro y 1% plata).
Se trata de un conjunto de piezas de excepcional valor e interés.




jueves, 25 de septiembre de 2014

Feria de San Miguel. Sanmiguelada


La Feria de San Miguel es considerada una de las más antiguas de Aragón. Su fecha de concesión data de 1201, privilegio que concedió el rey Pedro II al abad de San Vitorián, trasladando a Graus la que solía celebrarse todos los años en el monasterio de San Pedro de Tabernas. La feria duraba 10 días, comenzaba tres días antes de San Miguel; es decir el 26 de septiembre y finalizaba el 5 de octubre. En esos días acudían a Graus numerosos tratantes, ganaderos de toda la zona y de toda España, para la compra y venta de los caballos; porque decían que “era muy bueno el ganado que se vendía en Graus”, convirtiéndose en una feria puntera, que incluso llegó a dictar el precio y el peso para la comarca.
Hasta bien entrada la década de los sesenta del siglo pasado, la feria de San Miguel era una cita para los tratantes de ganado, para agricultores y ganaderos de la región, y para los compradores de caballerías, así como para los patrones que buscaban criados o viceversa, criados que querían cambiar de amos. Por eso se conocía también como “la feria de los amos”

Sufrió un retroceso tras la llegada de la maquinaria agrícola al campo, a causa de la consiguiente desaparición de las caballerías para las faenas. Pero si algo la ha caracterizado, es que no ha perdido el carácter comercial, de ahí su celebración ininterrumpidamente del evento. Además no sólo sirvió como motor de exposición comercial, sino que también dio pie a la creación de nexos personales entre diferentes comarcas y sus gentes.Por todo ello, el Ayuntamiento de Graus en el 2001, coincidiendo con el 800 aniversario de su concesión,  llevó a cabo la reedición de esta significativa muestra caballar y mular. Con la modernización del certamen a los tiempos, se enfocó hacia el ocio y el turismo como elementos principales, sin olvidar el carácter comercial con la compra-venta de ejemplares. Y tras ocho ediciones la feria se ha consolidado como una actividad más dentro del calendario festivo de la localidad.


Sanmiguelada. En relación con la costumbre de contratar sirvientes en estas fechas he encontrado un artículo muy interesante en el blog Contando cosicas de Aragón que paso a transcribir:

 San Miguel fue erigido patrón de las localidades donde convivían cristianos, moriscos y judíos, hasta la expulsión de nuestro país de estos dos últimos, ya que el arcángel aparece en los libros de las tres comunidades. El Santo tiene dedicadas diversas ermitas y parroquias en todo Aragón. Para San Miguel Arcángel (29 de septiembre) terminaba el ciclo agrícola o el año laboral y, así, los jornaleros finalizaban el contrato con sus amos o lo renovaban por un año más. Era la "sanmiguelada", fecha en la que se ajustaban las cuentas del año y se decidían para el siguiente.



Coincidía este día con el repaso de cuentas en las casas, con el ajuste de mozos y sirvientas, la renovación de médicos, farmacéuticos… era algo así como el balance de ingresos después de los gastos onerosos que imponía la recolección, entre fatigas, sudores y lágrimas… Era el día de San Miguel, “revolvedor”, en que la casa de labrador, asalariaba su servidumbre para el año próximo; firmaba el contrato de arriendo de sus domicilios o de sus tierras; vencían los pagaré, el préstamo o la hipoteca; y en dicho día se celebraba en muchos lugares, la feria de la servidumbre, a donde concurrían de casi todos los pueblos de la montaña y donde se celebraban ajustes y buscaban criados, como si se tratase de un mercado de ganado. Una feria de este tipo muy importante se daba en el lugar de Graus.



La llegada de San Miguel suponía un verdadero trasiego de gente joven de ambos sexos; servían en casas de labranza en los pueblos, y en la ciudad como doncellas, cocineras, o niñeras. Los asalariados se vinculaban a las casas, por espacio de una añada, de sanmigalada a sanmigalada, que era la fecha crucial del calendario agrario y el hito temporal de renovación o rescisión de los contratos entre amos y jornaleros. En general esos contratos eran de carácter verbal, en los que la dieta de los jornaleros era muy importante, y ésta se constituiría en uno de los factores de descontento de los jornaleros, ya que muchos de ellos se contrataban poco más que por la comida. La sociedad montañesa era eminentemente autárquica y la circulación del dinero estaba en estado muy embrionario. El refranero popular, hace gala de un enorme sentido irónico: "¡Ya van en menos las malas, que me quedan once meses y tres semanas!” Este axioma popular ha quedado como patrón definidor de las servidumbres sacrificadas. Estar hastiado del comportamiento del amo a la primera semana del contrato es harto significativo. La abstinencia de los jornaleros es un hecho muy divulgado por toda nuestra tierra. Dado el alto índice de testimonios orales, no podemos negar que la frugalidad no estaba exenta en la dieta alimentaria tradicional. El patrimonio y el gobierno doméstico tenía en la virtud del ahorro, una conducta de ejemplaridad. A veces la acción de ahorrar rayaba en la cicatería y en el egoísmo. Y de ello dejaron constancia los peones.



Eran también fechas de retorno de los pastores de las montañas para los que la climatología impedía continuar en los valles pirenaicos, y era el momento de regresar a la tierra baja, a los pastos de invernada. Este descenso se realizaba, en ocasiones, de forma escalonada. En Ansó, las ovejas subían a los puertos el 10 de julio y permanecían en ellos hasta el 29 de septiembre”

Leyendo estas líneas he recordado una anécdota que me contó mi tía Rosalía que de niña, tendría 9 o 10 años a lo sumo, fue llevada a servir para la sanmiguelada a una casa de Ligüerre donde la hacían trabajar de lo lindo y la malalimentaban. Pasado el año, la criatura sacó fuerzas para enfrentarse al amo, pedir le la cuenta y decirle que se marchaba porque no le gustaba estar allí. El amo le contestó que podía marcharse como había venido, que el sueldo ya se lo había cobrado su padre en aceite en la feria de Graus del año anterior. La historia no termina aquí puesto que, con un hatillo en el que envolvió sus pocas posesiones, se marchó (andando, por supuesto) hasta Troncedo, encontró a su madre con otras mujeres “filando” en la placeta y lo primero que le espetó fue que qué mala trabajadora debía ser cuando la habían echado. Me parece un testimonio desgarrador del desamparo y la dureza de la vida para las niñas campesinas de aquellos principios del siglo XX en estos pueblos. Siempre que tengo ocasión traigo al recuerdo estas realidades, creo que es el mejor homenaje que puedo hacer a mis antepasadas, dejar fe de la dureza de su origen para poner en valor cómo supieron sobrevivir y adaptarse a los nuevos tiempos con el firme propósito de mejorar el destino de sus hijas. 




lunes, 22 de septiembre de 2014

San Miguel de Troncedo

Ya nos hemos referido en otras ocasiones a la conservación y el lugar privilegiado que ocupa la imagen de "nuestro" San Miguel en el Museo Diocesano de Barbastro. Cuál no sería la sorpresa cuando curioseando por youtube nos encontramos con este vídeo en el que se pone en valor la talla y, especialmente, la capa del santo.

Precisamente el próximo día 29 de septiembre es la fecha que el calendario católico dedica a este santo y era una de los días feriados más importantes del año agrícola. Para los de Troncedo, era obligado acudir a la de Graus, en la que además de comprar y vender caballerías y otros ganados, también se cerraban otros acuerdos, muchos de los criados se contrataban precisamente de San Miguel a San Miguel

domingo, 28 de agosto de 2011

Tan cerca y tan lejos





A veces desconocemos y no apreciamos lo que tenemos más cerca. Por ese motivo, uno de los objetivos de la Asociación Cultural Castillo de Troncedo desde sus orígenes ha sido la de promover ocasiones para el descubrimiento de lo que tenemos ante nuestros ojos a través de diversas actividades: exposiciones, charlas ... y también la excursión anual por nuestro territorio.



San Miguel de Troncedo





Este año hemos ido hasta Barbastro. ¡Vaya excursión! pudo pensar alguien a priori, ...si estamos hartos de bajar a Barbastro: a comprar, al hospital, a la estación de autobuses ... Sin embargo el sábado pasado tuvimos el placer de callejear y mirar con otros ojos edificios y lugares por los que habíamos pasado en múltiples ocasiones. El Museo del Vino, ubicado en lo que había sido la capilla y el Hospital Medieval de Barbastro, la hermosa* Catedral gótica, el  Museo Diocesano ... Había un encuentro muy deseado para todos los troncedanos, conocer de primera mano el lugar donde se han ubicado las tres valiosas tallas de madera del s.XIV de la iglesia de Sant'Angel cuya epopeya para escapar del expolio y destrucción de los años de guerra civil es de sobra conocida por todos y que se describe muy bien en el Caixigar nº 4. Efectivamente, en lugar destacado pudimos contemplar las imágenes de San Miguel, Santa Bárbara y la Virgen de Troncedo y a la luz de las explicaciones y de la propia iluminación del  museo, apreciar la filigrana de estaño que adorna algunas de sus prendas de ropa. Pero bajábamos con la mosca detrás de la oreja, documentos escritos y gráficos constataban que no fueron tres las imágenes que en su día se entregaron en depósito a la diócesis sino cuatro y que la cuarta correspondía a un Cristo del siglo XVI del que no habíamos vuelto a tener noticia, ni cuando se subieron "los santos" a Troncedo con motivo de la misa de inauguración de la restauración de la iglesia ni en otras ocasiones. La sorpresa fue muy agradable cuando la reencontramos en la segunda planta del Museo, si bien no sólo no se citaba su procedencia troncedana sino que, al parecer, no había constancia entre los responsables de que esa imagen era una de las del lote de Troncedo. Por supuesto que no nos fuimos de allí sin aclarar estos términos. Esperamos que en las próximas visitas veamos corregida la falta (y en otras futuras  podamos comprobar cómo se han ocupado los huecos reservados a las obras depositadas en Lérida)

Santo Cristo de Troncedo. Museo Diocesano de Barbastro






Las imágenes en fechas previas a su depósito en la Diócesis
Pero la jornada dio para esto y para mucho más que historia y arte, también tuvimos ocasión de disfrutar en la plaza del Mercado de una colorida y espectacular muestra de productos de la mejor huerta de Barbastro, el tomate rosa y otros riquísimos frutos. Entre los expositores me contaron que se encontraba un seguidor de este blog que procede de casa Pera del Humo de Palo. La jornada continuó por la tarde con la visita a Alquézar pero como yo no acudí, confío en que alguien me pase las impresiones del asunto.






* "toda hermosa eres, amiga mía, y en ti no hay defecto (···) Señor, tu casa está perfectamente construida sobre roca firme", así dice una inscripción que recorre los muros de la iglesia, a la altura del arranque de las bóvedas; muestra del orgullo con que la consideraron sus constructores.

sábado, 18 de diciembre de 2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

San Miguel de Troncedo

 ¿Alguien se acuerda de cuando NO existía Internet? 

Esta es una pregunta que me hago muchas veces y es que indudablemente la red ha cambiado muchos de nuestro hábitos y algunos para bien, para muy bien, diría yo. Al hilo de la foto de ayer de "nuestro" San Miguel en el nuevo Museo de Arte Sacro de Barbastro, se me ocurrió teclear los nombres de San Miguel y Troncedo en Google. Encontré un fantástico documento PDF titulado: San Miguel Arcángel en la imaginería gótica oscense de Samuel García Lasheras con una información que me parece muy interesante, por eso copio literalmente  algunos párrafos del texto, especialmente los que describen la figura de la iglesia de San'Angel:

 En el siglo XV el culto a San Miguel Arcángel conoció un notable desarrollo en la Europa cristian, testimonio del cual es la proliferación de sus imágenes, en las que aparece como vencedor en la lucha contra Lucifer o como "pesante de almas". El origen oscense, y más concretamente de las comarcas orientales, de las esculturas exentas cuatrocentistas del santo de procedencia aragonesa conservadas actualmente es un hecho significativo de la importancia que adquirió su devoción en aquellas tierras, donde se le consagraron numerosas iglesias (...) En el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón se encuentra el San Miguel de Troncedo, junto a las imágenes con la Virgen con el Niño y de Santa Bárbara de la misma localidad, obras de un mismo autor. Se conocen otras tres: una pétrea de Zaidín, otra lígnea de Villacarli y una cuarta, de Fanlo, desaparecida.

 Para comprender su significado hay que tener en cuenta la importancia que adquirió el santo en los siglos medievales como defensor de la Iglesia frente al mal, debido al papel que juega en la literatura apocalíptica y a la divulgación de su historia legendaria, razones por las que se le concedió un lugar destacado dentro de complejos programas iconográficos, principalmente en las representaciones del Juicio Final, en la escena de la separación de los elegidos y de los condenados. El culto a San Miguel se asimiló al de las divinidades paganas que desempeñaban una función semejante a la suya, al Anubis egipcio y al Hermes psicopompo griego, quienes se encargaban del peso de las buenas y de las malas acciones de los muertos y de conducir sus almas hacia la vida o el castigo eternos.

La figura de San Miguel es fácilmente reconocible por sus atavíos y atributos. Su naturaleza de arcángel se identifica por la aparición de las alas, evitándose así la confusión con otros santos caballeros o soldados, cuya iconografía es similar, principalmente con San Jorge. Sin embargo, estos elementos se han perdido en numerosas tallas al estar realizadas en piezas diferentees del resto de la imagen. Siempre se le representa como un joven de cabellera blonda, en un principio vestido con túnica y manto al igual que el resto de ángeles y arcángeles, pero, por su conmdición de jefe de las milicial celestiales, se le vestirá con indumentaria militar, que en el siglo XV será la armadura o arnés del caballero. El santo alza el brazo derecho blandiendo una lanza o espada mientras que con la izquierda sujeta un escudo. Su disposición erguida, pisoteando y alanceando al ser maligno situado a sus pies, que adopta la forma de un monstruo híbrido antropomorfo, simboliza su victoria sobre Lucifer y los ángeles caídos.

Las imágenes de San Miguel de Troncedo y la desaparecida de Fanlo siguen un mismo modelo, creado por un imaginero activo en el Pirineo oscense a mediados del siglo XV. La talla de Troncedo tiene unas dimensiones de 84 x 46 x 30 cm y está realizada en madera policromada. En los dos casos se muestra el arcángel de pie sobre el demonio, al que clava su lanza con la mano derecha, mientras que con la izquierda sostiene la balanza para el peso de las almas. La de Troncedo perdió el antebrazo derecho con la lanza, la balanza y las alas, aunque se pueden observar los huecos practicados en su parte posterior para acoplarlas. La efigie de Miguel es la de un joven, con una melena rubia ensortijada, coronado por una diadema. Su rostro es de facciones expresivas, de ojos almendrados entreabiertos y de boca pequeña. La diferencia más notable entre las figuras de Troncedo y de Fanlo es que, mientras en esta última, Lucífer se presenta como un ser antropomorfo, en la de Troncedo es un dragón.

El 24 de junio de 2007, excepcionalmente, las figuras ocuparon su primitiva ubicación
Los rasgos faciales de las imágenes se repiten en las de la Virgen con el Niño y de Santa Bárbara de Troncedo, así como los pliegues angulosos del manto de San Miguel  recuerdan el plegado de aquéllas, delatando a un mismo autor que trabajaría en los valles pirenaicos de Sobrarbe y de Ribagorza a mediados del siglo XV. A pesar de ofrecer un aspecto arcaico, al que contribuyen la frontalidad y el estatismo de las figuras, su artífice no sólo demuestra precisión en la talla y delicadeza en el acabado de las obras, sino que además crea diferentes tipos iconográficos de imágenes de culto. tanto de la Virgen con el Niño como de San Miguel y otros santos o santas. Observando dtenidamente las imágenes de Troncedo se revela un estilo de proporciones anchas y de drapeado voluminoso, de influencia borgoñona.

Quienes deseen abundar en más detalles encontrarán fácilmente el documento en el enlace incluido en el texto, sólo me queda añadir dos cosas: la primera, que el autor del mismo relaciona esta iconografía oscense con las de otros lugares tan emblemáticos y conocidos mundialmente como el Castillo de Sant'Angelo en el Vaticano o el Mount Saint-Michel en la Normandía francesa y, la segunda, que otro día publicaremos la historia de cómo las imágenes de Troncedo llegaron  hasta el Museo Diocesano de Barbastro. El testimonio directo de los vecinos protagonistas de la hazaña se publicó en El Caixigar nº 4 y es sobradamente conocida por los troncedanos pero ya veis que ahora podemos contársela al mundo entero. Volvemos al poder de Internet ...

miércoles, 15 de diciembre de 2010

No tan vacío

Foto: Heraldo de Aragón
"El Museo de Barbastro ha abierto hoy con paredes vacías a la espera de los bienes retenidos", ése era el titular del Heraldo de Aragón de hoy. Pero no todo estaba vacío. La exposición cuenta con 276 obras de arte sacro de la diócesis. Entre ellas, se encuentran los "santos" de Sant'Angel como se puede apreciar tanto en el Heraldo de hoy como en el de ayer pues en ambas fechas las noticias sobre el Museo vienen acompañadas  con el San Miguel de Troncedo en primera plana.