Ya hemos querido dejar constancia de que en la boda del sábado pasado hubo de todo,
también jotas. Desde las más formales y ortodoxas cantadas durante la ceremonia y las dedicadas a novios y acompañantes que se cantaron en el mismo altar un poco después, hasta las más procaces a las que les llegó el turno unas horas más tarde cuando los delicados caldos servidos en el suculento aperitivo y el exquisito menú habían hecho ya efecto entre los presentes. Entre medio, hay que situar la aceptable interpretación de la ya conocida
S'ha feito de nuey por parte de una reducida representación de la mismísima
Ronda d'os casaus de Troncedo constituida por Alfredo de Torrocella, Juan de Baile y José de Solanilla quienes se apoyaron (literalmente) para darse el ánimo preciso y el tono adecuado.
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El trío Os Casaus |
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Antonio "estrenando" jota |
Pero, volviendo a la parte más desvergonzada y, esperando que nadie se me escandalice a estas alturas, tengo que señalar que después de que una cuadrilla de amigos de los novios entonaran la despedida al estilo de Benasque (
"Te daré la despedida/ la qu'echan los de Benasque /quien tenga novia que joda/ y el que no que se la casque"), un animoso Antonio Ezquerra se lanzó con una inédita despedida troncedana que pudiera considerarse una versión femenina de la anterior:
"Al estilo de Troncedo / te daré la despedida /la que tenga hombre que joda / la que no, se meta el dedo"
¡Ahí queda eso! (Que conste que los que han seguido leyendo hasta el final ya estaban avisados)