Una vez leí que "somos lo que dejamos" y, en el caso de Juan Olacia, esto ha sido evidente. El reguero de personas, cariño, simpatía y emoción que ha inundado las viejas calles y caminos de este pueblo son prueba de todas las virtudes y el carisma de su personalidad.
Juanito ha sido capaz también de arrancarnos la mejor interpretación del "S'ha feito" que en este pueblo se ha escuchado y se escuchará jamás. Y la más triste...
También los mejores poemas.
P.C.
P.C.
JUANITO BAYLE
Siempre es demasiado
pronto para perder a un ser querido;
y sin embargo, cuando
ocurre,
ya es demasiado
tarde.
Tarde para hacer todas aquellas cosas que alguna o tantas
veces
planeamos hacer juntos y no hicimos.
Tarde para decir todas aquellas cosas que alguna o tantas
veces
quisimos decirle y no supimos encontrar la ocasión.
Tarde para todo ya, excepto para el recuerdo.
Para recordar su cara amiga de semblante bonachón,
sus ojillos vivarachos,
su frente amplia y reluciente
su sonrisa amable y
franca.
Trabajando en su huerto por la mañana,
enseñando unas setas cogidas “de pasada”
o unas perdices cazadas “después de cansarlas”,
haciendo disfrutar a
sus rivales del guiñote, como a él le gustaba,
preparando sus calçotadas o sus vermús y berberechos
con vinagre y
pimienta detrás de la barra,
o con su sombrero rondador marcarse un solo de trompeta en
la plaza para la fiesta.
Para recordar todas aquellas cosas que alguna o tantas veces
hicimos juntos
y exprimirles así una penúltima gota de felicidad,
un poco triste, tal vez hoy,
tal vez hoy un poco amarga;
pero felicidad al fin, auténtica y nuestra.
Antonio Ezquerra