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viernes, 1 de mayo de 2020

El ladrón de abril


 ¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
Lo guardaba en un rincón
donde guardo el corazón...


Cuando allá por  1988 Joaquín Sabina lanzaba al mercado esta canción, nadie ni siquiera él mismo podía adivinar su contenido profético. Pero llegó 2020, este año tan bonito y tan redondo y, con él, un virus extraño, invisible y traidor que resultó ser el ladrón del mes de  abril, de muchas más hojas del calendario y de todos los abrazos, los encuentros, las experiencias... que podrían haber sido... 

Un mes de abril que, por otro lado, ha sido fiel al refranero y ha cumplido con eso de "en abril, aguas mil", dando como resultado una primavera esplendorosa, verde y florida como nunca. Tenemos testimonio por las fotos que nos han hecho llegar desde Troncedo los que están por allí, Anne Ronse, Pili García, Ismael Olacia, Maya y Juan Carlos Taylor. También se nos han colado, a través del Facebook de Quino Mur, unos huevos de Pascua decorados en Aluján....




Y como no podía ser de otra manera, la canción acompañada de otras imágenes que, a quien más quien menos, también le resultarán familiares...

domingo, 13 de mayo de 2012

Romance del prisionero


Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.


Nada mejor que un poema para expresar un sentimiento. Ahora, cuando ya estamos en mayo y la primavera se nos ofrece en su mayor esplendor,  podemos entender mejor la inmensa tragedia del prisionero que se vio privado de ella, en lo hondo de aquella mazmorra y la sensibilidad del poeta anónimo que nos dejó para siempre el relato de su desgracia. He recordado este poema al contemplar los lirios silvestres que en su día Ana transplantó junto a la puerta de su casa, aunque todo el término esté en este tiempo plagado de motivos para evocar el mismo romance.

martes, 3 de abril de 2012

Casa Golondrina

Muchas veces  hemos lamentado  no poder ofrecer respuesta afirmativa a los visitantes que nos preguntaban por alojamiento o por restaurante en Troncedo. Nadie hasta ahora había tenido posibilidad ni interés en ofrecer este tipo de servicios. Pero ahora YA hay un lugar para alojarse: Casa Golondrina Qué casa es ésa, se preguntarán algunos. Bien podría ser el patio de casa Mariñosa donde las golondrinas han encontrado acomodo para hacer sus nidos durante tantos años ... Pero no, para quienes no la conozcan, Casa Golondrina es la planta inferior de Casa Altamira, la casa de Ana, la flamenca,de la mismísima capital de Flandes, enamorada de Troncedo y sus puestas de sol, que una vez instalada definitivamente en el pueblo, ha acondicionado este espacio y lo ofrece a cuantos visitantes tengan interés por una estancia en "this holiday house, built at an altitude of 1000m, is looking over the magnificent valley of la Fueva, in the Spanish Province of Huesca. It is situated in Troncedo, a small village at about 1200 km from Belgium."

Toda la información al respecto puede encontrarse en la página web http://casa-golondrina.com/. De momento sólo en francés, inglés y flamenco pero pronto también en español. Le deseamos mucha suerte a Ana con la empresa y mucha vida al pueblo con sus huéspedes. Dejamos un enlace permanente a la página en las columnas de la derecha de este blog.

viernes, 15 de julio de 2011

Recuperando amigos

Hacía tiempo, mucho tiempo que no se veían siluetas como la suya por los caminos del pueblo. El sí  que pertenece a una especie desaparecida de nuestro entorno. El mismo entorno que tanto le debe, porque seguro que detrás de cada piedra removida en los campos, de cada palmo de terreno yermo y de cada losa que cubre las pocas casetas y pajares que aún  conservan los tejados tradicionales, está el esfuerzo sacrificado y silencioso de algún congénere suyo. Y ha tenido que venir Ana desde la brumosa ciudad belga de Gante para recuperar entre nosotros a un animal que realmente debiera ser considerado como "el mejor amigo del hombre", cuando  menos "del hombre campesino". Efectivamente, ya habréis adivinado que me estoy refiriendo al magnífico burro que desde hace unas semanas luce su mansedumbre por entre las fajetas de la Brutera y colabora generosamente en la limpieza de sus caminos.

En su compañía, todos podremos rememorar las palabras de Juan Ramón Jiménez:

Platero (FANLO)  es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal..."