miércoles, 27 de abril de 2016

Graus, un pueblo de cine

"Los de Graus, guardaus", era una frase que escuché múltiples veces en mi niñez. Siempre era cuando mamá quería señalar las diferencias de carácter y forma de actuar entre ella y mi padre. Sin embargo no acabé de entender muy bien el significado hasta años más tarde. Mi interpretación es que la frase resume con cierta sorna la mirada que los aldeanos  de los núcleos próximos a la capital de la comarca (Graus), posaban sobre los grausinos. Estos eran los dueños de comercios, negocios y servicios a los que indefectiblemente debían acudir en innumerables ocasiones y también eran los señores a cuyas casas muchas zagalas como ella iban a "servir". Como en en la vida misma, como en todo el mundo, el de ayer y el de hoy, estas gentes acomodadas se comportaban con un cierto engreimiento que pretendía soslayar que la prosperidad de la que disfrutaban ellos, los  "ricos", se sustentaba en la existencia y el trabajo de los "pobres". Los de Graus  se las daban de refinados de tal manera que hasta hablaban una variante del aragonés diferente de la de Troncedo, por ejemplo, considerada esta última como  un habla "pueblerina".  Estas diferencias sociales quedan también reflejadas con detalle en la película Cosetas d'adentro que Lola Gracia nos presentó en Troncedo en la jornada cultural de hace tres años.

Espero que entendáis que estas consideraciones son tan generalizadas como injustas, ni todos los "pueblerinos" eran pobres ni todos los grausinos, "ricos". Yo,  por mucho que presuma de troncedana, nací en Graus y  toda mi rama paterna es grausina, de familia trabajadora. Y me siento muy orgullosa de estas raíces. De lo que no cabe duda es de que la villa daba y sigue dando argumentos a sus habitantes para sentirse privilegiados, tanto por  la belleza del entorno natural como por (ahora sí, totalmente en serio y con rigor) la calidad humana de sus gentes y  la riqueza del patrimonio cultural que la adorna; entre otras, su Plaza Mayor, de la que hemos hablado en otras ocasiones y que, desde que se levantara, allá por el s.XVI, no ha dejado de sorprender a los visitantes que se han acercado. 





En los últimos años, esta entrañable plaza que ha sido testigo de tantas vidas y episodios no deja de ser noticia en los medios nacionales. Concursos, spots publicitarios ... y ahora, desde hoy mismo, escenario de la próxima película del director zaragozano Nacho Garcia Velilla. nombre que garantiza por sí mismo el éxito.  Vamos, que mis corresponsales destacados en el lugar me cuentan que Graus es un hervidero de gente del cine  y caras famosas a las que pedir un selfie. 


¡Qué ganas de ver la peli!

...Acción!