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sábado, 2 de diciembre de 2023

Caneto, una aldea gala en Sobrarbe

 


Escuela O Chinebro de Caneto


Recuerdo los primeros años de asentamiento de los “hippies” de Caneto. Eran tiempos en los que la inmensa mayoría de autóctonos de la zona habían emigrado, cuando no escapado, del territorio. Los pocos habitantes que resistieron en Troncedo a la oleada migratoria contemplaban entre estupefactos e incrédulos la actitud de esos jóvenes (creo que eran dos parejas inicialmente) que venían a instalarse en las casas espaldadas de la aldea vecina abandonada e incomunicada. Las reticencias se fueron disipando rápidamente, el buen hacer profesional y el carácter amable de Adela se ganaron en poco tiempo el corazón de toda la redolada, los hippies resultaron no serlo tanto, o al menos no respondían al estereotipo que veíamos en la tele,  y Caneto fue poco a poco creciendo en población y consolidándose como lugar  habitado y habitable. De todo aquello habían pasado ya algunas décadas cuando yo visité el lugar y quedé sorprendida y admirada de la labor de reconstrucción realizada con mimo, gusto exquisito y absoluto respeto por el entorno natural y la arquitectura tradicional de la zona. Era comparable a la célebre aldea gala que resistió estoicamente al imperio, en este caso el de la despoblación de Sobrarbe pero corrigiendo y mejorando la del cómic, pues en este rincón sobrarbense, no sólo han resistido sino que los galos de Caneto han mejorado, crecido y multiplicado la que se encontraron.

Y ahora los vemos enfrascados en otra batalla, esta vez contra el imperio de la burocracia* y el despropósito, por no hablar de la incoherencia de políticos pertenecientes a un partido al que se le llena la boca de LIBERTAD y, concretamente de libertad de elección de centro de los padres y madres (¡cuántos años hemos tenido que soportar las familias y docentes de la escuela pública estas hipócritas soflamas!). Eso sí, libertad a lo grande y en las grandes capitales donde la escuela privada tenga nicho de negocio. Porque lo de la escuela rural ya es otro cantar, más si esa escuela se califica precisamente como LIBRE. Quizás, como decía el diputado regional de IU en el Parlamento aragonés, Alvaro Sanz, ese es su problema, el adjetivo. Porque si una congregación religiosa, en su indiscutible y caritativa voluntad educadora, hubiera optado por levantar una escuela en ese mismo lugar, no cabe duda de que las cuestiones administrativas se hubieran resuelto, facilitado, soslayado, aplazado, prorrogado…, lo que hubiera sido menester sin problema alguno.

Pero ahora los políticos de despachos y papeles se han topado con nuestros vecinos “galos” y estos resistirán y vencerán. Porque tienen la mejor de las pociones, la razón; y porque no podemos dejar de pensar que hasta los más fríos burócratas acabarán concediéndosela y reconociendo que lo importante es el bienestar y la seguridad de los niños de la aldea y, antes o después, se pondrán a la tarea de subsanar deficiencias. Basta con informarse mínimamente a través de los testimonios de los protagonistas y las intervenciones de juristas y legisladores para saber que esto último no es tan difícil sólo depende de la voluntad de querer hacerlo. Así que confiemos en no tener que acabar concluyendo la misma afirmación del bonachón e inocente Obélix...






 Pilar Ciutad, vecina de Troncedo y maestra jubilada


*Actualización diciembre 2023: Cuando crees que tu capacidad de asombro está al límite viene un Director General de Personal, Formación e Innovación y lo desborda. Me cuenta un amigo de Caneto que, en su publicitada visita, el Sr, Director General no tuvo la decencia de visitar la escuela, se reunió con familias y Alcalde en otro espacio. ¿Tomó esa precaución para no arriesgarse a que la realidad le desmintiera lo que ponía en los papeles?. Parece un chiste. "Saben aquel que diu... ¿cuál es el colmo de la burocracia?" 

** Actualización abril 2024: No sé si tanto los romanos de los tiempos de Obelix como los de ahora estaban o están locos de poder  pero sí que parece que los de la Antigüedad tuvieron momentos lúcidos para desarrollar el Derecho. Ellos sembraron la semilla para que después de siglos de Historia y avances sociales, tengamos leyes que, aunque siempre sean mejorables, permiten que la ciudadanía vea respetados sus derechos individuales y sociales. Eso es lo que ha pasado con las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Aragón que, primero en enero  y, después en abril, ha dictado sendos autos en los que ordenaba la reapertura de la escuela, reconocía el esfuerzo de las familias para subsanar los problemas señalados y conminaba a la Administración Autonómica a abordar aquellos que exceden de las posibilidades de familias y Ayuntamiento.

Para terminar y, como diría alguno de aquellos viejos senadores romanos, es hora de que los gestores actuales de la Comunidad escuchen la vox populi y entonen un mea culpa sobre su modus operandi para terminar personándose in situ y firmar la pax romana con los galos de Caneto.

domingo, 18 de marzo de 2012

Un lugar sorprendente: Caneto

Cuando en las décadas de los 70 y 80 la mayoría de nuestros vecinos y amigos iban cerrando puertas en busca del progreso que preconizaban los llanos y las ciudades industriales, observaban con estupor y desconfianza a algunos tipos que realizaban el viaje inverso, ocupando casas semiderruídas en lugares abandonados previamente. Por si esto no fuera bastante, eran jóvenes estrafalarios en todos los sentidos, desde su propio aspecto físico y sus vestimentas hasta sus modos de vivir fuera de los estrictos convencionalismos de las familias tan acusadamente patriarcales de la zona. Influidos por lo que se veía en la tele no tardó en generalizarse el término "jipis" para referirse a los nuevos pobladores aunque el verdadero movimiento hippie ya estuviera en proceso de decadencia.  Es comprensible que los habitantes autóctonos los miraran con extrañeza y cierto desprecio, qué míseros eran o qué locos estaban para querer ocupar las casas en ruina de otras aldeas fantasmas cuando en la zona había calado el sentimiento de que aquello no tenía ningún valor ni  futuro e incluso muchos hubieran vendido su casa y su patrimonio por cuatro perras si alguien se las hubiera dado.  Pasados unos años, los mismos que se fueron despreciando lo suyo han retornado y no sólo no han vendido sino que han (hemos) invertido los ahorros generados en la emigración en recuperar y poner en valor el patrimonio que ahora vuelve a ser apreciado, incluso más de uno se pregunta si no llegará el día en el que, tal y como nos vienen dadas, no  habrá que replantearse el retorno como algo más que tiempo de vacación y ocio.



Entre aquellos "jipis" o neorrurales que es el término que ahora se va imponiendo, también ha habido mucho movimiento, gentes que desertaron de la "experiencia" y volvieron a sus vidas convencionales, otros que se trasladaron y/o reconvirtieron la situación ... y  quienes permanecieron y con tesón y paciencia  han ido cumpliendo sus sueños de vivir en armonía con la naturaleza. Precisamente que alguien había hecho realidad un sueño (su "ensueño", como el nombre de la casa rural existente) es lo que pensé ayer cuando por primera vez, después de tantos años, me acerqué hasta Caneto. La sorpresa que me causó la visita al lugar en el que se conjugan pequeños y acogedores rincones, casas de piedra reconstruídas con toques de color que les aportan  personalidad propia, la naturaleza que penetra cuidadosamente en la aldea, la  pequeña y hermosa ermita reconstruida con mimo... me hizo recapacitar que, aunque no llevaba ninguna expectativa concreta, pesaban sobre mi subconsciente muchos comentarios y prejuicios sobre el lugar y sus habitantes que habían calado a través de las múltiples referencias  recibidas y las imágenes mentales construidas por mí misma; tal vez por eso la sorpresa fue mayor. 

Os animo a todos y todas cuantos no lo hayais hecho a que visiteis Caneto para descubrir la paz, el silencio y la armonía que se siente en el lugar. ¡Qué diferente de la tristeza y desolación de hace poco más de un mes entre las paredes espaldadas de Pallaruelo! Y todo lo anterior sin hablar de las hermosas vistas que se pueden contemplar durante todo el trayecto desde el desvío de la carretera de Troncedo hasta llegar al lugar, con una perspectiva inusual del valle y del mismo Troncedo colgado en la sierra.


 P.C.