Mostrando entradas con la etiqueta Marta Rivera Garza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Marta Rivera Garza. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de julio de 2025

La memoria es el des-olvido. Plomo en el alma.

 

Una no va al archivo para ir al pasado. Una va al archivo para traerlo al presente, para activarlo.

Marta Rivera Garza, Profesora en la Universidad de Houston





1. -¿Por qué escribir sobre estas historias antiguas que nadie recuerda y que quizás
(o no) a nadie interesan?
Precisamente por eso, porque nadie las recuerda y, en consecuencia, mucho menos interesan.


2. -¿Y si además no las leen? Esbozo una sonrisa ante esta cuestión evocando la desilusión del entrañable Ramón Rami cuando constataba que había personas que le confesaban no haber leído “todavía” los pedazos de nuestra historia local que él atesoraba y en cuya transmisión volcaba tanta pasión. Yo trataba de infundirle ánimos y dar el valor que se merecía su trabajo: -Sí que las leen, Ramón, y si no lo hacen, nosotros ahí las dejamos y quién sabe si alguien algún día les dará valor y tomará nota de estos testimonios de un mundo que ya no existe pero que existió y del que somos herederos. Lo hacemos por las personas que levantaron estas casas, que nacieron, se criaron y vivieron en ellas, las que trabajaron como burros por mantenerlas y que supieron también hacer hueco a momentos de alegría mientras entregaban su vida para que nosotros ahora nos sintamos orgullosos de este pequeño pueblo, de sus costumbres y de su tradición solidaria*

3. - ¿Y por qué ahora este empeño en traer al presente precisamente las historias olvidadas de unas criaturas a su vez mayoritaria y doblemente olvidadas? Por las mismas razones y con redoblada intención, mucho más después de indagar en sus orígenes y sus trayectorias. Historias de niños huérfanos que correteaban por nuestras calles empedradas, que guardaban los ganados y que trabajaban duramente en las faenas agrícolas mientras cargaban con el sello de plomo en el cuello que certificaba su abandono inicial. Niños que entre estas piedras encontraron el afecto que les había sido robado en origen pero que no dejaron de cargar durante toda su vida con ese mismo plomo del abandono en el alma.

4. - ¿Y qué se saca de rechirar entre los papeles? Mucho. Por ejemplo:

DOS CONCLUSIONES PRINCIPALES

- Una, que no por sospechada deja de estremecer, es que el abandono de una criatura recién nacida ayer y hoy y en cualquier lugar del mundo siempre está ligada a trágicas situaciones de pobreza, enfermedad, desesperación y muerte;

Y  segunda que me duele especialmente en los casos de estos niños recogidos en Troncedo, es que, si la falta de recursos, las circunstancias, la ignorancia y los prejuicios (el plomo en el alma) no hubieran pesado tanto en su ánimo y se hubieran lanzado a la búsqueda de respuestas, quizás más de uno hubiera aligerado esa carga que arrastraron durante toda su existencia y se hubieran reconciliado con su propia historia y estirpe. Este es un aspecto que, conforme iba leyendo testimonios y situaciones concretas de quienes se embarcaron en esas búsquedas, me causaba más pena y rabia. 


LA HERIDA DEL ABANDONO. Ayer, hoy y siempre

… después de año y medio yo he conseguido canalizar la rabia que tenía por la herida del abandono que para mí es más grande que los abusos sexuales y toda la historia que he tenido después porque el abandono me ha marcado…

Abel Azcona, artista multidisciplinar, entrevistado en La Ventana de la cadena SER (sección Radio Lindo) el 10 de abril de 2025

...

* En este sentido fue para mí una satisfacción poderle mostrar a mi querido Ramón el ejemplar nº 19 de la revista Sobrarbe editada por el Centro de Estudios de Sobrarbe en el que Jesús Cardiel publicaba un artículo sobre la genealogía de casa Baile de Troncedo y en un pequeño apartado hacía referencia a “algo” que había leído en uno de nuestros Caixigares. “Ves, Ramón, hay gente (sabia) que lo lee y lo valora”