Mostrando entradas con la etiqueta amor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amor. Mostrar todas las entradas

lunes, 21 de febrero de 2022

No puede ser


 No puede ser

No puede ser

que un día estés y, al otro, nada.


No puede ser que

 no vayas nunca a volver.


No puede ser

que todo se quede en

 un nombre,

unos recuerdos, 

una punzada en el corazón,

un vacío en las entrañas,

un eco mudo en los oídos...

No puede ser


¿A dónde fueron tus pasos,

tu voz,

tus ilusiones,

tu impulso,

tu fuerza,

tus proyectos,

tu amor,

tus sentimientos,

tus contrariedades,

tus miedos...?


¿Dónde me esperan tus abrazos?


¿Y dónde hallaré tu mano 

cuando tropiece?

¿Sobre qué hombro la posarás ahora?

¿A quién  la apretarás con firmeza,

con la energía y presión que aún siento en la mía?


¿Qué faenas te has buscado en otros lares?

Si aquí te quedaban tantas...


No puede ser...

Pilar Ciutad



Por eso, porque no puede ser... familiares, amistades y personas que le conocieron y aprecian nos reuniremos bajo la carrasca de casa Albañil, el árbol que tanto amó, para abrazar su recuerdo y su vida


Nos vemos en Troncedo el 26 de marzo de 2022 a las 12:00. 


domingo, 2 de septiembre de 2018

Una carta de amor

  Sólo hace dos días que hemos tenido la noticia de que un  nuevo miembro ha llegado a casa Mariñosa. Todos nos hemos alegrado con la buena nueva y la certeza de que madre e hijo están perfectamente pero, antes de tener ocasión de obsequiar al recién nacido y a sus felices padres, ha sido Gabi, la mamá   quien nos sorprende con un regalo.  Uno de los mejores, de aquellos que se ofrecen desde el corazón. Una carta de amor a Troncedo que nos toca a todos.

   Gracias infinitas, Gabi, por estas bellas palabras. Bienvenido al mundo, Giuseppe, estamos deseando verte por aquí y muchas felicidades a Raúl. Parabéns para toda la familia.

En septiembre de 2014 conocí Troncedo, aún salía con Raúl (aunque ya estábamos prometidos para ser sinceros), vinimos a conocer Barcelona y tuve la oportunidad de pisar allí, llegué desprevenida y desde el primer momento, con lo visual que soy, ¡la belleza del lugar con casas de piedra me cautivó!
No, en Brasil no existe el concepto de pueblo, somos un país joven, ni mucha historia conseguimos crear todavía, además, por ser tan poblado, o encontramos alguna casa perdida y mal cuidada por la montaña, o ya se encuentra en una ciudad directamente.
En aquel momento fui viendo, a pesar de ni siquiera entender el castellano en aquella época, que había algo más que belleza, que había magia.
Me sentí más que bien recibida por la familia Mariñosa. Aquel día conocí a Quino, Jovi, Carlos, Diego y Dora. Tras llenarme de comida y buenas intenciones subimos al bar. Qué vista tan espectacular y qué gente tan simpática, pensé, aún sin entender demasiado sentí la vibración positiva.
Desde entonces digo que Troncedo tiene la puesta de sol más bonita que conozco, el árbol de la vida y de los deseos -la higuera que hay en frente de casa Mariñosa-, la familia más amable que yo conocí -que nunca juzga ni pierde el tiempo hablando de otros-, y los vecinos más familiares que existen.
Ir a Troncedo es como ir a otro planeta. La sintonía cambia, las personas se conectan. Cuando hay fiesta es impresionante. Me siento en una sinfonía de Beethoven de lo bien que las cosas fluyen con los preparativos. Todos viven en comunidad y se ayudan, algo que yo nunca he visto, ni de lejos, ni en películas.
Todos se paran para preguntar cómo estás y todos arriman el hombro en proyectos para el pueblo, siempre pensando en la recompensa: cuidar las tradiciones, el entorno y aprovechar el momento.
Cada viaje es un aprendizado. No quiero citar nombres en particular porque los admiro a todos. Incluso, muchas veces, sin recordarlos todos, sé quién es quien y guardo todo lo que conversamos e intercambiamos en el corazón.
La experiencia más épica que yo he vivido hasta día de hoy: ha sido en agosto de 2018 cuando vi el resultado del ‘banco de Joseré de Mariñosa’. Sí, los vecinos se juntaron una vez más para construir algo más que un banco, una espectacular grada con un precioso banco de madera en homenaje a mi dulce suegro querido por todos. Cada semana, poco a poco, fueron construyendo con amor aquel maravilloso lugar en el que tuvimos la oportunidad de sentarnos con la familia. ‘El prado y tu presencia en el horizonte...’ dice la placa que le pusieron, ¡emocionante!
Deseo larga vida a Troncedo y a sus raíces, deseo larga vida a Casa Mariñosa. Que las próximas generaciones entiendan el valor de compartir genuinamente y lo cuiden con el mismo cariño que vemos ahora en ese lugar encantado donde el tiempo, o la falta de él, no existe ni nos preocupa.
Gracias Raúl por mostrarme ese paraíso e por hacerme parte de la familia Mariñosa contigo, ¡me siento bendecida! ¡Que Giuseppe vibre igual que lo hace Ciccio cuando se da cuenta que está yendo al pueblo! ¡Te amo!
Gabi



martes, 6 de septiembre de 2011

¡Vivan los novios!

El sábado se celebró la boda de Bea y Juan. Fue una ceremonia entrañable en la que se cuidaron todos los detalles pero, si hay que destacar algo, yo me inclinaría por la transparencia de los sentimientos. Era tan evidente lo enamorados que estaban los novios que no hacían falta las palabras, sin embargo para que nadie olvidara el principal motivo por el que nos habíamos reunido en la coqueta ermita de la Virgen de la Alegría de Monzón salieron al altar a proclamar que, como los buenos arquitectos que son, habían cimentado su unión con la mejor de las argamasas posibles. Se necesita valor para "desnudarse" de esa manera en un evento en el que a veces es demasiado habitual que el protagonismo lo asuman los trajes y lo demás "se dé por supuesto". Todos los testigos recordaremos con ternura ese gesto tan sincero y valiente.

A lo largo de la jornada hubo muchos otros momentos para la emoción y, entre lágrimas y recuerdos, se fueron intercalando también  las bromas, la fiesta, las  sorpresas de los amigos, los suculentos manjares ... en definitiva una larga, completa e inolvidable celebración. Incluso se interpretó una jota inédita al estilo de Troncedo; pero eso será tema para otro día ...


Por cierto, los novios estaban guapísimos, como no podía ser de otra manera. Y también  había belleza y elegancia sin estridencias por parte de los asistentes . Los que teneis facebook podréis comprobarlo en un pequeño álbum colgado en la página de la comunidad NVeT.