lunes, 24 de agosto de 2015

À l'autre côté


À l'autre côté (al otro lado) de los Pirineos desplazamos el pasado sábado una avanzadilla de troncedanos al objeto de inspeccionar el territorio vecino. Invitamos a los miembros de la expedición  a que pasen informe de lo visto y vivido para que nos den un poco de envidia sana y la próxima expedición no nos la perdamos ...

sábado, 15 de agosto de 2015

Mujeres rondaderas

Aunque por algunas fotos puediera parecer que lo de la ronda es cosa de hombres, tenemos que precisar que las mujeres también forman parte activa y protagonista de la jornada. Por un lado, la guitarra y la voz de Monse Rami no dejó de acompañarnos en toda la velada del pasado lunes 10 de agosto. Por otro, no hay que olvidar tampoco que las mujeres son protagonistas de la mayoría de las canciones y coplas de ronda y no sólo como cortejo, asunto habitual en estos casos, sino también para celebrar o recordar otros acontecimientos ocurridos en el año. Además, incluso hubo alguna atrevida que, a estas alturas de la película, ha sacado del fondo de su alma algún "gen" escondido de sus raíces familiares aunque, lamentablemente, en este caso sus dotes han degenerado en relación con lo que se cuenta de su abuelo; en fin ... corramos un tupido velo.

Sin embargo sí que es digno de destacar el momento en el que las zagalas respondieron a la llamada de Iñigo y se animaron a cantar la versión en femenino y troncedano de la célebre jota chesa S'a feito de nuey. Una interpretación improvisada que dio fe de las buenas y prometedoras voces de Gloria, Irene, Luz y María  en la que, conforme iban avanzando en la canción, se iban haciendo con ella de tal manera que la culminaron con una fuerza y pasión digna de profesionales.

Felicidades, zagalas, y muchas gracias.


Ya se mete el sol
 detrás del tozal
Viene t’a la era,
 no tardes, zagal.

Chúntate con yo,
te quiero abrazar,
p’a que naide mire
viene  t’al pajar.

Si tu a yo me quiés
tuya me tendrás.          
Cosa mala  femos
y culpa no hay.

Escuita, zagal
les en de decí,
que si no mos casan
mos en de marchá.

Dicen qu’una moza
bien s’ha de casar;
si no ye contigo,
con ninguno más.

Aunque seas pobre,
rica me farás.
Aunque seas pobre,
rica me farás

Ya se mete el sol
 detrás del tozal.
Viene t’a la era,
 no tardes, zagal.


Fiestas y rondas





Las fiestas de San Lorenzo han marcado tradicionalmente el ciclo vital de nuestro pueblo. Antiguamente, cuando la actividad agrícola era el eje sobre el que éste se articulaba, celebraba el momento culminante de recogida de la cosecha del cereal, principal fruto del trabajo de todo el año campesino. En la actualidad representa también un hito anual, cuando  la mayoría celebra sus vacaciones o hace un alto en las mismas o se organiza para poder acudir a la cita del reencuentro con la familia, las amistades y, en suma, con el espíritu troncedano. Es la fecha ideal para cumplir con el objetivo que da título a este blog, el de vernos en Troncedo.

De todas las actividades tradicionales, cada vez va cobrando más fuerza y más calidad la recuperación de la antigua ronda a las casas del pueblo, la que hoy hemos renombrado como Ronda d'os casaus, aunque el título se preste a cierta confusión pues, como muy bien cantó, el mantenedor del asunto, es decir, Antonio Ezquerra, el de Dora, esta ronda es de todos y para todos: solteros, casaus, en estado de merecer y, sobre todo, en estado de buen humor y ganas de pasarlo bien y colaborar. El hecho es que, subrayando la imprescindible y valiosa colaboración de los músicos profesionales y aficionados, que llevan el principal peso de la velada, el coro de voces cada año va sonando más afinado y conjuntado

Y qué decir de los cantadores y cantadoras que, impulsados por el favor del público y el espíritu del momento, se arrancan a  cantar sus coplas, más o menos improvisadas, con dedicatorias cariñosas a la vez que jocosas en muchos casos. Por mi parte, no puedo más que agradecer la comprensión y paciencia del respetable, a la vez que verter mi opinión de que esta iniciativa se está convirtiendo poco a poco en lo mejor de la fiesta.