TRONCEDO te invita a que vengas a perderte por este rincón. Situado en el límite de las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza, antiguamente condados que contribuyeron a la creación del Reino de Aragón. Estamos, por lo tanto, en Huesca. Municipio de La Fueva.
Este blog es para todos, para los que somos de Troncedo y para los que no lo son. Los que lo conocen y los que se animarán a hacerlo después de encontrarnos en la red.
Estos hermosos versos y muchas otras canciones de Claude Marti se escucharon mientras todavía reverberaban los ecos de la Ronda de Boltaña entre las calles de Troncedo. Una Jornada muy completa de la que más adelante haremos una reseña más completa...
En la página de Sobrarbenses hemos encontrado esta entrevista que nos cuenta cómo se ha hecho y el recorrido que ya lleva el documental sobre Mosen Bruno Fierro, el cura inmortalizado por la Ronda de Boltaña en su divertida canción. ¡¡¡No hay que perdérselo!!!
Señorita, ¿tú vas mucho a Misa, verdad? Eso me preguntaba hace
algunos años una chavalilla. Sin duda se había forjado cierta imagen beata de mi
persona quizás por mis frecuentes referencias al santoral así como a las citas
evangélicas, consecuencia de una educación sesentera en colegio de monjas y de los
calendarios de aquellos tiempos en los que se recordaba ineludiblemente el
santo del día, además, por supuesto, de las tradiciones y costumbres de mi
entorno familiar y social.
Quizás también si alguien se fija en los variados artículos
de este blog dedicados a santos y festividades religiosas puede crearse la
misma falsa imagen de mis devociones particulares. Sin embargo, si las lee con atención,
no tardará en descubrir que, las más de las veces, detrás del santo o
celebración, me esfuerzo en hacer referencia a los vínculos de dichas
fiestas con anteriores tradiciones hundidas en la noche de los tiempos y fuertemente vinculadas con los ciclos de la naturaleza. Es el
caso, por poner un ejemplo, de las recientes fiestas de los santos barbudos, celebrados generalmente prendiendo grandiosas hogueras que con luz y calor conjuran la oscuridad y el rigor
invernales. Pero, mire Vd. que, entre barba y barba, la Santa Madre Iglesia se empeñó
en su día en colarnos una intrusa. Y que
conste que no tengo nada en contra de la pobre Agueda de Catania, una víctima más
de lo que en estos tiempos hubiéramos calificado sin duda como violencia de
género, y que la hagiografía ha revestido de martirio y olor a santidad. Mi rechazo es hacia el hecho de que se hiciera de ella “patrona de las mujeres”, símbolo y
estandarte precisamente del sometimiento al que se las ha condenado secularmente
en las sociedades cristianas y patriarcales de este país. Consagrando con la
celebración de “el día en el que mandaban las mujeres” la persistencia de los 364
días restantes del año en los que se las recluía en el servilismo y la alienación.
Como dicen, con más gracia y más ritmo, los de la Ronda de Boltaña:
¡Echa
la cuenta, zagala, echa la cuenta
de
a cuanto sale el pizco que hoy te dejarán dar!:
"Si huele a albahaca es fiesta en el Alto
Aragón".
Y en tal caso no dejarás de oir cantar las cuarenta cuando
pases por cerca del bar. Porque el concurso de guiñote es otro de los
ingredientes básicos de la fiesta. Así que, señoras y señores, vayan
barajando parejas que, a partir del día 6 de agosto, ya podrán
inscribirse.
Si os perdisteis el programa del pasado martes dedicado al País Perdido en la Televisión Aragonesa aquí tenéis enlace. Si lo visteis, seguro que os quedaron ganas de volver a verlo. Si no lo vistéis, ¡no dejéis de hacerlo! Y también podéis cantarlo a la vez ...
Perdido debajo del Monte Perdido perdido estuviste país. mi viejo condado, señor de los montes te estabas dejando morir. perdido el orgullo, perdido el futuro perdido, perdido país. País de silencios, de ausencias y olvidos, tristes montes y soledad. país sin historia, pueblo sin raices, carrasca que se secará: sobrabas país, solo querían agua, montañas y electricidad.
Los mapas siguieron trayendo tu nombre ¡quién puede olvidarse de ti! tozales altivos y ríos crecidos gritaban: "¡seguimos aquí!". pero divididos y sin dar batalla te fuimos perdiendo, pais.
Tal vez a trocitos se te fue llevando la gente que hicieron marchar, o bajo las aguas de un negro pantano reposas dormido y en paz, igual que a los pies de Peña Montañesa las ruinas de San Beturián.
¡Invoco tu nombre, país del Sobrarbe! ¡arriba, que hay que despertar!. invoco tu nombre, país de mis padres, país de mis hijos serás, si despierta el pueblo que escribió los fueros y que Aragón supo crear.
Desde el Pirineo a la Sierra de Guara,
cada lugar es mi lugar:
el Ara y el Cinca, el Cinqueta y La Fueva, Sobrarbe entero eres mi hogar. casa dividida es casa caída, y juntos te vamos a alzar.
¡Venid, dioses que dormís debajo un dolmen! ¡guerreros y santos venid!: hijos de la historia y de nuestras leyendas, ayuda os pedimos, ¡venid!. ¡cruzad ya los puertos, viejos guerrilleros, reconquistemos el país!.
Bruchinas de enero, tronadas de agosto, ¡tocad el tambor sin parar! si vamos unidos a esta batalla los rayos de nuevo pondrán una cruz de fuego sobre la carrasca, y Sobrarbe renacerá.
Troncedo, años 80. Pueblo "perdido", Foto: J.L. Guitarte
Desde hace varios años los troncedanos que, como dice Dora, "vivimos en Troncedo pero pasamos la semana en Zaragoza", tenemos una cita obligada en las fiestas del Pilar. Nos pongamos de acuerdo o no, acabamos encontrándonos escuchando a la Ronda de Boltaña en cualquiera de las plazas del centro. Aunque este año nos hayan desplazado hasta la Multiusos, los incondicionales no hemos faltado y tuvimos ocasión de emocionarnos y disfrutar cantando las canciones desiempre y las reflexiones de su "jefe", Manuel Domínguez. Una vez más la Ronda también nos sorprendió con alguna novedad, en esta ocasión una hermosa canción dedicada al abuelo, a José Antonio Labordeta.
La Ronda de Boltaña en la Plaza del Pilar, martes 9 de octubre. Allí nos encontramos un puñado de troncedanos residentes en Zaragoza y alguna que estaba de paso (Mónica)
El viernes 27 de enero, Heraldo de Aragón publicaba en la sección de opinión un artículo de Carmelo Marcén dedicado al Sobrarbe que empieza con referencias a la larga historia de este territorio, incluida la reciente época de despoblación y abandono, pero que concluye señalando algunas pistas reales y posibles para la recuperación de lo que es y nunca debió dejar de ser esta tierra. Transcribimos algunos párrafos:
"Tristes Pirineos, tristes montes del maestro Pallaruelo, país de anochecida que vio partir a su gente de las aldeas escondidas, harta de arrastrar por estos montes sus vidas sin esperanza. En ocasiones fueron la soledad y la ausencia de futuro las que derrotaron los endurecidos corazones de los montañeses, otras veces los embalses anegaron las pocas tierras fértiles y ahogaron entre sus aguas las ilusiones pendientes. Nadie sabe el dolor que te causa haber perdido los dos tercios de la población durante el siglo XX (...)
El Sobrarbe que surge ahora sigue enviando su más preciado tesoro, el agua, hacia el sur. En justicia merece que se le restituya al menos una parte de lo que aporta, que se cumplan antiguas promesas y que se atiendan nuevas demandas (...)
En sus pueblos y aldeas vuelven a ver humear sus chemineras, sus casas han recompuesto parte de su figura. Algunos se afanan en recuperar la vida perdida con actividades hoteleras de calidad, otros apuestan por la gestión sostenible de la ganadería. Las organizaciones sindicales encontraron en la recuperación de pueblos abandonados una encomienda colectiva. Permanecen activos intentando ser un foco cultural dentro de la comarca. Nuevo Sobrarbe en el que la masa boscosa alcanza el 90% del territorio, una excepcionalidad que debe ser una seña de identidad fundamental. Así lo han entendido pequeñas empresas, diversos colectivos que desarrollan iniciativas medioambientales y culturales con ilusión y compromiso (...)
El lejano pálpito colectivo, que tan bien ha recogido la Ronda de Boltaña, de quien hemos tomado prestados muchos sentimientos y algunas ilusiones, todavía late. Por eso sus gentes necesitan que Aragón no las olvide en tiempos de crisis. Estos pueblos han de contar con ayudas similares a las que disfrutan los enclaves deportivos próximos, que demasiadas veces los oscurecen. Hay que conseguir que Sobrarbe tenga primavera, no sea nunca más un país perdido."
No es Troncedo pero se le parece. Hemos pillado a la Ronda de Boltaña con la jota S'ha feito de nuey empezada. No sabemos dónde ni cuándo ni a quién se la cantaban pero mañana se casa una moza de Troncedo y esta ronda podría ser muy bien para ella. Es para ti, Bea.
Lo peito me brinca en tornate a besar, lo nuestro querer no se crebará ...
Ya han pasado unos días pero parece oportuno reseñar la fiesta que compartimos con los vecinos de Formigales (o Fornigales como se dice por aquí) el pasado domingo 14 de agosto cuando los actuales propietarios del palacio/castillo del Barón de Pallaruelo abrieron sus puertas para mostrar los trabajos de restauración que se han llevado a cabo en el imponente edificio del s. XVI que, hasta hace poco más de tres años era una ruina cuya descripción hemos documentado en la web:
"El Palacio son ruinas de una mansión monumentalasociada a miembros de la familia Mur. No es obra uniforme aunque sílo son los espacios fundamentales: fachada y torre. La sala del piso principal estaba iluminada por dos ventanales con pretensiones, en consonancia, aunquecon menor suntuosidad, que otros palacetes de la época: Baells, Larrés, Biniés...La torre rectangular ocupa un ángulo de la fachada. En el cuerpo septentrional,se percibe el arranque de una posible torre circular, y restos de un matacán.Añadidos y ruinas desfiguran esta destacada construcción que pudo ser alzadael año 1580. En este sentido apunta Broto Aparicio que Ramón de Mur y Mur,suscribió en 1595 una capitulación con el maestro cantero francés FranciscoMaure para levantar una delantera de pared en el altario de la casa que tenía enFormigales, desde la esquina donde estaba la torre, y con su matacán en lo alto"
Las fiestas también sirven para la comunicación intergeneracional
Afortunadamente, la situación se ha revertido, la casa caída se ha vuelto a levantar, parafraseando la conocida canción de la Ronda de Boltaña quien ejerció en ese día sus funciones rondadoras por el pueblo así como las notariales que daban fe del cambio producido. Fornigales fue una fiesta y los troncedanos estuvimos allí para celebrarlo con nuestros vecinos. Gracias a Alvaro Torrente y Ana Clara Belío por su invitación.
P.D. Aprovechamos para recordar que este fin de semana, Fornigales vuelve a estar de fiestas. En esta ocasión, las patronales.
No creo que haya ningún troncedano, de origen o de adopción, que no sea admirador de la Ronda de Boltaña. Tanto es así que, desde hace un par de años, en un afán de emularla y con más voluntad que profesionalidad y momentos de ensayo y conjunción, se ha constituido nuestra propia ronda, la de Os Casaus, que sólo toca y canta en la víspera de la fiesta. Iñigo me ha mandado el enlace a un vídeo que ha colgado Teresa en youtube. La verdad es que recomiendo su visionado sólo a los de Troncedo, ya que con tanta oscuridad seremos los únicos capaces de reconocer (o casi, mejor, adivinar) lugares y personas; también somos los que sabemos las limitaciones de tiempo para preparar la actuación y comprenderemos mejor los "fallos". en la música y en la entonación. En cualquier caso, el visionado está abierto a quien lo desee y el entusiamo de los rondadors es evidente para cualquiera.
Una de las ventajas que tiene Troncedo es su emplazamiento en terreno fronterizo entre dos valles pirenaicos: Sobrarbe y Ribagorza, a la vez que prácticamente a la puerta de ambos mirando desde el Sur. Aislado del mundo pero a la vez cerca de casi todo. En estos tiempos esta ubicación nos permite realizar innumerables excursiones y actividades en una misma jornada, tanto hacia otros valles y montañas al norte como a la tierra llana. Ya hemos descrito algunas y ahora añadimos cómo un día del pasado mes de agosto, nosotros pudimos, sin necesidad de madrugar, hacer el siguiente recorrido: primero empezar la mañana allá arriba del Entremón, llegando hasta el castillo de Samitier a través de la ermita románica de San Emeterio y San Celedonio, lugar donde Leonardo di Caprio podría haber gritado con mucha más propiedad aquello de "Yo soy el rey del mundoooo" desde el mismo borde del precipicio; más tarde comer en Labuerda, para llegar a buena hora a Boltaña y acompañar a la Ronda por las calles de su pueblo. A partir de ello podíamos elegir entre llegar a cenar a Troncedo o quedarnos al baile; eso depende de cada uno ...