Heráldica apócrifa y carnavalera

Si el próximo día 12 queremos hacer una celebración por todo lo alto, con ilustrísimas y excelentísimas presencias, necesitamos seguridad, protocolo y formalidades varias. Ante tamaña afluencia que se anuncia de sangres azules y pijaitas no podemos ser menos y precisamos de escudo nobiliario, arbitrario y hasta atrabiliario si se tercia. Así que aquí lo tenéis: 

Sobre un campo cuatribarrado del REINO de Aragón (no equivocarse, que no es de Catalunya), se destaca la torre de nuestro heroico castillo, al que protegen las armas de los troncedanos  valientes y currantes desde tiempos inmemoriales: la hoz y el jadico, que las mayores peleas de los bisabuelos no tuvieron lugar contra sus congéneres de una u otra bandera sino que fueron con la tierra, con las inclemencias naturales y con las rayeras a las que disputaban un pedazo de suelo fértil. No falta en este simbólico e imaginario blasón el  fruto que la madre naturaleza ofrece gentil y gratuitamente para alimento de bestias y humanos en caso de apuro, la bellota,  nombre con curiosa e incierta etimología pues puede proceder de la palabra árabe ballúta o del griego bálanos. Cada uno que especule a su antojo sobre esta última consideración.

En fin, que quien quiera disponer de acreditación autorizada para el evento, ya sabe lo que tiene que hacer, la Presidenta lo indica con claridad y precisión como corresponde a su natural idiosincrasia.

Nos vemos el 12 de marzo (confío)