Retomamos el tema de las fiestas tradicionales en vísperas de los Carnavales del año 2011. En el siglo pasado esta fiesta se celebrababa unos días antes del inicio de la Cuaresma. La gente joven, y también la menos joven, se disfrazaba con ropas viejas y con todo lo que encontraban. La gracia consistía en conseguir esconderse tras el disfraz de tal manera que nadie te reconociera y así en el anonimato poder permitirse ciertas licencias como "meter mano" a alguna moza sin sufrir las consecuencias, o "visitar" repostes, gallineros, bodegas, etc ... sin ser señalado como ladrón.
Los mozos y mozas pasaban por las casas con una burra y unos argados a recoger distintas viandas que luego servirían de cena para todos. Si en alguna casa no eran lo suficientemente generososo o manifestaban poco agrado con la fiesta, corrían el riesgo de recibir nueva visita de incógnito aprovechando la oscuridad de la noche y quedarse sin algo de sus despensas.
En Troncedo, como en Bielsa y en otros lugares alejados de los centros urbanos el Carnaval resistió la prohibición franquista, de hecho se celebró animadamente hasta bien entrados los años sesenta. Fue la emigración masiva la que lo venció hasta que se puso en marcha el Carnaval de La Fueva que incorporó nuestro pueblo a la ruta.
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