Desde Abejuela a Parzán,
desde Fraga hasta Bordalba,
de Tarazona a Beceite
y de Guaso a Banastón.
Es un mito, una utopía,
un río, una aparición,
un error, o tal vez no,
un porrón de geografía.
un porrón de geografía.
Así empezaba el poema Canción huérfana con el que el entonces alcalde de Aínsa (D. José Miguel Chéliz) rindió homenaje a José Antonio Labordeta que formaba parte del Jurado del II Certamen de Relatos Breves "Junto al Fogaril", en la entrega de premios celebrada en junio de 2009. La estrofa se inicia con la enumeración de los pueblos que ocupan los extremos de la amplia geografía aragonesa. A Bordalba, localidad de la comarca de Calatayud, le corresponde ocupar la uega occidental, en una posición bastante alejada de Troncedo. Ambos lugares, siendo profundamente aragoneses y compartiendo muchos usos culturales, son también muy diferentes en diversos aspectos, fruto del entorno natural y los aconteceres históricos y poblacionales que los han determinado. Lamentablemente, en estas primeras décadas del s.XXI, hay un calificativo de reciente cuño que ambos lugares comparten, los dos forman parte de la larga lista de territorios de "la España vaciada". Hay también un pequeño, diminuto detalle que los vincula. El azar hizo que hace ya unas cuantas décadas, un hijo de Bordalba y una nieta de Troncedo se encontraran más o menos a medio camino y que desde entonces sujeten un cordel que une los dos extremos y que, en estos momentos de confinamiento, haya servido para que una de las tradiciones culinarias de Sobrarbe haya viajado hasta la ribera alta del Jalón, allá por donde Aragón y Castilla se funden.
Y es que la Asociación "La Muriega" de Bordalba que coincide en su espíritu fundacional con el de la nuestra, "Castillo de Troncedo" tenía programados una serie de actos culturales y lúdicos para los días de reencuentro vecinal de Semana Santa; entre ellos un concurso de dulces. Evidentemente, las medidas de contención de la expansión de la pandemia del Covid19, han frustrado todas las iniciativas pero las benditas tecnologías audiovisuales que tanto nos están ayudando a sobrellevar estos días de aislamiento forzado, han permitido mantener algunas aunque sea a distancia y se nos ha invitado a elaborar los postres en casa y hacer llegar la receta. Ha sido un momento oportuno de dar a conocer a todos los amigos y amigas de Bordalba un postre tan tradicional y conocido por la zona de Somontano y Sobrarbe como son los crespillos pero que resulta novedad para otras zonas de Aragón.
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Para los que gusten igualmente de alimentar el espíritu, dejamos el poema completo:
Canción huérfana (a Labordeta)
Desde Abejuela a Parzán,
desde Fraga hasta Bordalba,
de Tarazona a Beceite
y de Guaso a Banastón.
Es un mito, una utopía,
un río, una aparición,
un error, o tal vez no,
un porrón de geografía.
Aragón se funde en canto,
olvidándose del llanto
y su conciencia despierta
cuando canta Labordeta.
Con un bigote en volandas,
plantándole cara al cierzo,
un pie al agua, otro al desierto
y en el medio la guitarra.
Truena la voz destronada
del secular conformismo,
del temor y el victimismo
por el llano y la montaña.
Aragón se funde en canto,
olvidándose del llanto
y su conciencia despierta
cuando canta Labordeta.
Y la buena sementera
cala en la tierra dormida,
un nuevo brote germina
y el ocre se desespera,
el mediocre no se entera
de dónde viene esta brisa,
que llega lenta, sin prisa,
imparable y guerrillera.
Aragón se funde en canto,
olvidándose del llanto
y su conciencia despierta
cuando canta Labordeta.
José Miguel Chéliz
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