Más de mil años llevamos
manteniendo firme el tipo
pues estar en la frontera
nunca fue miaja sencillo
En la sierra del Turón
se asentaron los cristianos
haciendo frente a los moros
poco más que con sus manos.
Se sabe bien poca cosa
de aquellos tiempos pasados
tan sólo viejas historias
que nos contaban los yayos.
… que si en el castillo había
un rey moro bien barbado
y que el amo casa Baile
lo dejó más que afeitado.
…que si el castillo hoy en ruinas
y anteriormente poblado
custodiaba en sus cimientos
un tesoro bien guardado…
Nunca podremos saber
si en hubo cosa de cierto
pues las piedras del castillo
no desvelan los secretos
Pasaron siglos y penas
y siempre que hubo cañonazos
los chovens de nuestras casas
cara al ruido dieron pasos.
No lo ferían por gusto
sino que bajo el mandato
de la chén de capital
que los llevan obligados
La última vez es reciente
della aún quedan testigos
que se vieron enredaus
entre medio de los tiros
En este siglo que empieza
paz y progreso alcanzamos
mas no nos restan peligros,
que otro enemigo avistamos:
Ya no son hordas guerreras
sino abandono y olvido
que amenazan nuestra aldea
sin apenas hacer ruido.
Por eso llegán estas fechas
Troncedo vive con júbilo
el Carnaval que le llena
la plaza otra vez de público
Y todas las chamineras
echan fumo sin descanso
pues a las casas retornan
toz los que un día marcharon.
Que la mósica y las chufla,
se cuelen entre las piedras,
que las risas y los mozos
invadan hasta las eras.
Nota: El verso que está con letras más grandes no es por nada en especial, caprichos de blogger que no soy capaz de corregir.
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