martes, 7 de agosto de 2012

Laurentius, diácono, mártir y patrón de fiestas


El 10 de agosto de cada año repetimos el mismo ritual desde tiempos que no alcanzamos a conocer pero … ¿sabemos bien quién era esa tal Lorenzo bajo cuya advocación nos convocamos troncedanos, familiares y amistades en torno a la mesa y la fiesta?

Martirio de San Lorenzo. Goya, miniatura
Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, es decir, de los siete hombres de confianza del Papa Sixto II y la tradición sitúa su nacimiento en Huesca (Osca) en la Hispania Tarraconensis. Corría el año 258 cuando el emperador romano Valeriano proclamó un edicto en el que prohibía el culto cristiano y las reuniones en los cementerios. Muchos sacerdotes y obispos fueron condenados a muerte, mientras que los cristianos que pertenecían a la nobleza o al senado eran privados de sus bienes y enviados al exilio. Entre las víctimas de las persecuciones de Valeriano destaca el Papa Sixto II que fue decapitado el 6 de agosto de ese mismo año. Una leyenda citada por san Ambrosio de Milán dice que Lorenzo se encontró con Sixto en su camino al martirio, y que le preguntó: «¿A dónde vas, querido padre, sin tu hijo? ¿A dónde te apresuras, santo padre, sin tu diácono? Nunca antes montaste el altar de sacrificios sin tu sirviente, ¿y ahora deseas hacerlo sin mí?», a lo que el papa profetizó: «En tres días tú me seguirás». Ese mismo Papa era quien lo había ordenado diácono, y encargado de administrar los bienes de la Iglesia y el cuidado de los pobres. Por esta labor, es considerado uno de los primeros archivistas y tesoreros de la Iglesia, y es el patrón de los bibliotecarios. Aprovechando el reciente asesinato del papa, el alcalde de Roma, que era un pagano muy amigo de conseguir dinero, ordenó a Lorenzo que entregara las riquezas de la Iglesia. Lorenzo entonces pidió tres días para poder recolectarlas y en esos días fue invitando a todos los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que él ayudaba. Al tercer día, compareció ante el prefecto, y le presentó a éste los pobres y enfermos que él mismo había congregado afirmando que ésos eran los verdaderos tesoros de la Iglesia. El prefecto entonces le dijo: «Osas burlarte de Roma y del Emperador, y perecerás. Pero no creas que morirás en un instante, lo harás lentamente y soportando el mayor dolor de tu vida». Lorenzo fue quemado vivo en una hoguera, concretamente en una parrilla, cerca del Campo de verano, en Roma. Se dice que en medio del martirio, exclamó: Assum est, inqüit, versa et manduca (Traducción: Asado está, parece, da la vuelta y come. Traducción aproximada: Dadme la vuelta que por este lado ya estoy hecho*). 

Lorenzo es uno de los santos más ampliamente venerados por la Iglesia Católica Romana. Su martirio ocurrió muy temprano en la historia de la Iglesia, por lo cual muchas otras tradiciones cristianas lo honran también. Se dice que Constantino I  mandó construir un pequeño oratorio en honor del mártir, que se convirtió en punto de parada en los itinerarios de peregrinación a las tumbas de los mártires romanos. El papa Dámaso I (366-384) reconstruyó la iglesia, hoy en día conocida como Basilica di San Lorenzo fuori le Mura, mientras que la iglesia de San Lorenzo in Panisperna se alza sobre el lugar de su martirio. Cada 10 de agosto el relicario que contiene su cabeza quemada es expuesto en el Vaticano para recibir veneración. En la Comunidad de Madrid se encuentra el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, construido por Felipe II para conmemorar la victoria de San Quintín el 10 de agosto de 1557, agradeciéndosela a la protección del mártir San Lorenzo. Para ello, hizo construir el monasterio con forma de parrilla, por haber sido el instrumento de su martirio. 

Como mártir que fue, la iconografía lo representa con una palma en la mano y con una parrilla, instrumento propio de su martirio. .. Aunque lo conozcamos por Lorenzo, su nombre en latín sonaba Laurentius (laureado) y  de que San Lorenzo fuera español, no parece que haya duda, después de los muchos trabajos aparecidos para probarlo. También parece confirmado que nació en Huesca en la ermita de Loreto y que fueron sus padres Orencio y Paciencia. Por este motivo es el patrón de la ciudad pero también lo es de otras numerosas localidades, entre ellas Troncedo. Al margen de consideraciones que desconocemos cómo se desarrollaron, lo cierto es que la fecha del calendario cristiano en la que se honra su figura resulta muy oportuna para su elección como santo protector; antiguamente porque coincidía con la finalización de las tareas de siega y trilla y, hoy en día, con la temporada generalizada de vacaciones. 




¡Felices fiestas!


 * Por si quedara alguna duda sobre su origen aragonés, este comentario al más puro estilo de la socarronería baturra es la prueba definitiva.



2 comentarios:

  1. NOS HARÁ FALTA UN LORENZO EN EL SIGLO XXI QUE VAYA INVITANDO A LOS POBRES, HUERFANOS, VIUDAS, ANCIANOS, MUTILADOS CIEGOS Y LEPROSOS, emigrantes,parados...que los poderes actuales no se van a ocupar

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  2. Completamente de acuerdo pero ahora que somos tantos millones sobre la faz de la Tierra, ¿e queda chén dispuesta a dejarse quemar en la parrilla por sus congéneres? ¿Y podrá hacerse oir antes de que lo chamusquen? Como no le hagamos eco entre todos, difícil lo va a tener ...

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