domingo, 13 de marzo de 2011

Crónica de un Carnaval pasado por agua

Esta era la desoladora imagen de las escaleras de la plaza a las 9:00 de la mañana del día D. La borrasca anunciada por todos los medios llegó puntual a la cita y el Carnaval de La Fueva 2011 fue pasado por agua como nunca. Sin embargo que nadie crea que nos arredramos. Tras unos primeros momentos de incertidumbre y después de que nuestro corresponsal en la capi (Tierrantona) nos confirmara que el Carnaval seguía adelante a pesar del agua y de otras inclemencias, todas las autoridades convocadas al evento inaugurativo en Troncedo se vistieron con sus galas y, tras concentrarse, en el patio de casa Baile, se dirigieron hacia el castillo a cumplir con el primer acto de la larga jornada: la visita preceptiva al recién rehabilitado monumento emblemático de la localidad. Tras ello se organizó la caravana de vehículos que se desplazó hasta Formigales, donde la confusión de la gente que se apiñaba bajo el escaso toldo protector de la charanga y los paraguas imprescindibles en la jornada, deslució unas presencias tan respetables. Más tarde, en Palo, el aguacero aflojó un poco y pudimos lucirnos algo, no pasando para nadie desapercibida la presencia de personajes tan destacados como éramos los de Troncedo. Hay que decir que la prensa también se hizo eco del evento;  se presentaron en Troncedo los reporteros de El Forniguero Nius  y también la prensa rosa (muy rosa) del Canal TV Troncedo que encorrieron a la jet en busca de exclusivas, ante semejante presión mediática un elegantísimo Sr. Vicepresidente no desaprovechó la ocasión de recoger algún voto y se comprometió ante las cámaras a organizar un circuito de patinete (PátinLand) entre Troncedo y Fornigales; un elegantísimo Alfonso Riez eludió señalar una fecha concreta de boda; las dos Duquesas (¡dos!) se mostraron amables y complacientes; un Monarca Republicano se hizo el sueco tocando el chuflo cada vez que le ponían el micrófono delante, los Grandes y Grandismos d'España presentes no quisieron hacer declaraciones, ...
En fin, que como la borrasca seguía instalada en el valle, después de abandonar Palo, cercana la hora del mediodía la mayoría de la comitiva se retiró a sus residencias para volver a convocar por la tarde a todos los vecinos presentes en el pueblo en la otra parte de la fiesta que, como es tradicional, no podía faltar: la merienda comunitaria, con las longanizas de rigor, el caldo de gallina y todo tipo de exquisiteces de la zona. A esas horas se añadieron algunos personajes que por la mañana no habían podido llegar, entre ellos, unas extrañas Caperucitas que, además de no ir convenientemente depiladas, no sabíamos muy bien qué pintaban entre tanto ilustre personaje y eso que ya estábamos acostumbrados a elementos estrambóticos puesto que ya por la mañana se había unido al grupo un extraño Capitán Pescanova que lo mismo se pensaba que, con tanta agua, había posibilidades de que  el Susía se hiciera navegable ...  A última hora parece ser que los más incombustibles aún se animaron a acudir a la Verbena de Tierrantona  pero eso ya lo contarán ellos (lo que se pueda contar).




Fin de fiesta: la Sra. Duquesa y el funcionario pretendiente retirándose  a descansar

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