En el marco de los II Encuentros de Cultura y Amistad en Troncedo, en los días previos a las fiestas de Agosto, os emplazamos a una nueva y creativa actividad.
Recordad: jueves 7 de agosto a las 17:00 h. y para todas la edades.
TRONCEDO te invita a que vengas a perderte por este rincón. Situado en el límite de las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza, antiguamente condados que contribuyeron a la creación del Reino de Aragón. Estamos, por lo tanto, en Huesca. Municipio de La Fueva. Este blog es para todos, para los que somos de Troncedo y para los que no lo son. Los que lo conocen y los que se animarán a hacerlo después de encontrarnos en la red.
En el marco de los II Encuentros de Cultura y Amistad en Troncedo, en los días previos a las fiestas de Agosto, os emplazamos a una nueva y creativa actividad.
Recordad: jueves 7 de agosto a las 17:00 h. y para todas la edades.
“Los soldados estuvieron de pie junto a los juncos alrededor de tres horas y media hasta que, a medianoche, el matemático Tagüeña, encargado de aquellas unidades, dio una señal que era una palmada al hombro que los unos a los otros de forma consecutiva se iban a dar a lo largo de todo el trecho de río que habían escogido para franquear. No lanzaron consignas o gritos de guerra. La operación se llevó a cabo en el más absoluto silencio, interrumpido únicamente de los remos de las barcas mal bogadas. Fueron guiados por aparceros republicanos de la zona, quienes conocían los puntos del río menos peligrosos. Aunque también hubo quien sintió pánico al ver las aguas del río y desertó, como el Campesino, uno de los militares republicanos más célebres y loados.”
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El tío Miguel, campesino y soldado. (El marco de la foto lo hacían los propios soldados en sus ratos de ocio en el frente) |
Sea como fuere, La península de las casas vacías merece vuestra atención y no saldréis indemnes de ella. Os emocionaréis con los personajes, con el uso del realismo mágico, con las tragedias, con los abusos y la rabia descontrolada de los fascistas, con la indignación de los republicanos demócratas, os indignaréis con las malas decisiones del ejército republicano y los aciertos de un Franco apoyado por el fascismo europeo. Y, ante todo, sufriréis con el devenir de una familia humilde que se ganará vuestros corazones y que lo irá rompiendo hasta la última página. No hay tregua para los Ardolendo, no hay tregua para Odisto y su familia. No hay salida posible de una guerra civil. Y quizás, tras su lectura, seamos un poco más conscientes del dolor que se padeció en España entre 1936 y 1975. Y quizás, tras su lectura, nos comprometamos un poco más con la memoria democrática, con la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas republicanas.
En este sentido es el propio autor quien nos interpela directamente y de forma abundante entre sus páginas. Se trata de otro ejercicio estilístico peculiar en el que él mismo se hace presente y juega a interactuar con los personajes e incluso a alterar los tiempos y el devenir de la Historia:
“Si os preguntáis la razón por la que he preferido descongelarlos y matarlos a que despertaran en cuarenta años, os la resumo: me daba pena que, en cuatro décadas, los niños despertaran en una sociedad que, en lugar de tratar la guerra con una firme memoria histórica, firmará un pacto de silencio y dedicará únicamente un par de páginas en los libros de texto al conflicto”.
Una no va al archivo para ir al pasado. Una va al archivo para traerlo al presente, para activarlo.
Marta Rivera Garza, Profesora en la Universidad de Houston
2. -¿Y si además no las leen? Esbozo una sonrisa ante esta cuestión evocando la desilusión del entrañable Ramón Rami cuando constataba que había personas que le confesaban no haber leído “todavía” los pedazos de nuestra historia local que él atesoraba y en cuya transmisión volcaba tanta pasión. Yo trataba de infundirle ánimos y dar el valor que se merecía su trabajo: -Sí que las leen, Ramón, y si no lo hacen, nosotros ahí las dejamos y quién sabe si alguien algún día les dará valor y tomará nota de estos testimonios de un mundo que ya no existe pero que existió y del que somos herederos. Lo hacemos por las personas que levantaron estas casas, que nacieron, se criaron y vivieron en ellas, las que trabajaron como burros por mantenerlas y que supieron también hacer hueco a momentos de alegría mientras entregaban su vida para que nosotros ahora nos sintamos orgullosos de este pequeño pueblo, de sus costumbres y de su tradición solidaria*
3. - ¿Y por qué ahora este empeño en traer al presente precisamente las historias olvidadas de unas criaturas a su vez mayoritaria y doblemente olvidadas? Por las mismas razones y con redoblada intención, mucho más después de indagar en sus orígenes y sus trayectorias. Historias de niños huérfanos que correteaban por nuestras calles empedradas, que guardaban los ganados y que trabajaban duramente en las faenas agrícolas mientras cargaban con el sello de plomo en el cuello que certificaba su abandono inicial. Niños que entre estas piedras encontraron el afecto que les había sido robado en origen pero que no dejaron de cargar durante toda su vida con ese mismo plomo del abandono en el alma.
4. - ¿Y qué se saca de rechirar entre los papeles? Mucho. Por ejemplo:
DOS CONCLUSIONES PRINCIPALES
- Una, que no por sospechada deja de estremecer, es que el abandono de una criatura recién nacida ayer y hoy y en cualquier lugar del mundo siempre está ligada a trágicas situaciones de pobreza, enfermedad, desesperación y muerte;
- Y segunda que me duele especialmente en los casos de estos niños recogidos en Troncedo, es que, si la falta de recursos, las circunstancias, la ignorancia y los prejuicios (el plomo en el alma) no hubieran pesado tanto en su ánimo y se hubieran lanzado a la búsqueda de respuestas, quizás más de uno hubiera aligerado esa carga que arrastraron durante toda su existencia y se hubieran reconciliado con su propia historia y estirpe. Este es un aspecto que, conforme iba leyendo testimonios y situaciones concretas de quienes se embarcaron en esas búsquedas, me causaba más pena y rabia.
LA HERIDA DEL ABANDONO. Ayer, hoy y siempre
… después de año y medio yo he conseguido canalizar la rabia que tenía por la herida del abandono que para mí es más grande que los abusos sexuales y toda la historia que he tenido después porque el abandono me ha marcado…
Abel Azcona, artista multidisciplinar, entrevistado en La Ventana de la cadena SER (sección Radio Lindo) el 10 de abril de 2025
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* En este sentido fue para mí una satisfacción poderle mostrar a mi querido Ramón el ejemplar nº 19 de la revista Sobrarbe editada por el Centro de Estudios de Sobrarbe en el que Jesús Cardiel publicaba un artículo sobre la genealogía de casa Baile de Troncedo y en un pequeño apartado hacía referencia a “algo” que había leído en uno de nuestros Caixigares. “Ves, Ramón, hay gente (sabia) que lo lee y lo valora”
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Al otro lado de las montañas había otro mundo... |
Pero no hace falta imaginarlo porque ese Charlot sobrarbés existió. Se llamaba Domingo Muzás y su nieto, José María Sorando ha dejado testimonio de esa vida entre distópica (sin duda él debió sentirla así) y cinematográfica en un libro cuya lectura nos transporta a la dura realidad de la existencia en nuestros pueblos en aquellos años, el arrojo de quienes como Domingo se atrevieron a salirse del destino trazado y en el contexto de progreso, conflictos y tragedias que tuvieron lugar en el mundo en general y en este país en particular.
Una excelente opción para estas próximas fechas en los que los días alargan y una buena lectura bajo una buena sombra resulta harto apetitosa. Con el aliciente de que en agosto contaremos con la visita del autor para compartir con él nuestras impresiones y hacerle todas las preguntas que nos surjan. Anunciaremos próximamente día y hora de la cita. Pero antes se nos vienen otros eventos... estad atentos a nuevos anuncios.
El lector sin escuela, José María Sorando. Muzas, Ed. La fragua del trovador .