domingo, 9 de mayo de 2021

Las comunidades judías en Sobrarbe. Conferencia de D. Francisco Andrés Lascorz

 
 
El pasado viernes 7 de mayo, el profesor D. Francisco Andrés Lascorz Arcas, pronunció una conferencia en el Centro Cultural de Aínsa con el mismo título, "Las comunidades judías en Sobrarbe", del libro publicado en 2016, en el que desarrollaba  sus investigaciones sobre la importante presencia del judaísmo en la Corona de Aragón en general y, Sobrarbe y su entorno, particularmente. 

Fue una ocasión imprescindible para acercarse a una parte de nuestra historia desconocida y oculta durante siglos. En la charla, Lascorz nos explicó que la presencia judía en estos territorios está acreditada documentalmente desde el s. XI, habiéndose encontrado testimonios de ello al menos en Monclús, Bielsa y Aínsa.  Los judíos procedían de Francia, huyendo de diferentes persecuciones a lo largo de los siglos; en su gran mayoría eran personas bastante preparadas, con especializaciones profesionales que luego iban desarrollando en los núcleos en los que se fueron asentando. Unos, los más ricos, que podían permitirse el pago de los tributos exigidos por los reyes de Aragón, seguían su rumbo migratorio hacia el Sur, a los valles del Cinca y del Ebro. Otros, terminaron por asentarse "definitivamente" en estas tierras sobrarbenses.

 En general, la comunidad judía contribuyó generosamente a la Corona, consiguiendo de esta manera su protección y, como consecuencia, que su convivencia en el reino fuera mucho más pacífica que en otros lugares peninsulares. A pesar de todo, esta protección no llegó a tiempo a la aljama* de Monclús, pequeño núcleo cuyas ruinas se ocultan hoy en día bajo el pantano de Mediano pero que en el s. XIII había llegado a constituirse en el motor económico del condado, con más de 30 familias hebreas en el núcleo que contaba con sinagoga-escuela, baño judío o mikvé y, seguramente, con horno de pan, carnicería... La comunidad sucumbió en 1320 al ataque de un ejército de 5000 "Pastorcillos" (les pastoreaux) que desde el Sur de Francia, cruzando por diferentes pasos pirenaicos, se habían lanzado a una alocada cruzada por territorios ibéricos. El 3 de julio sitiarion y atacaron Monclús, dando muerte a 337 judíos y provocando la dispersión de los supervivientes. A pesar del cruento episodio, el profesor Lascorz quiso poner en valor el hecho de que algunos lograron escapar de la matanza, ayudados por vecinos de localidades próximas que, en esos momentos de la Historia, exponían su vida y la de sus familias con ese apoyo. Después de estos terribles sucesos, el rey Jaime II ordenó que cualquier que agrediera a un judío o moro, sería ahorcado sin remisión e inició una ofensiva que derrotó a la banda de cruzados el 13 de julio de ese mismo año. Ese mismo verano se ajustició a un buen número de agresores, entre ellos, también vecinos de la zona que se habían unido al ataque. En 2020, con motivo del setecientos aniversario de la destrucción de Monclús, se levantó un monolito a la orilla del pantano,  recordando los acontecimientos.  

Aquí podéis ver una entrevista que Radio Sefarad (la radio de las comunidades judías de España) realizó a Francisco Lascorz con motivo de la inauguración del monolito de Monclús. No se oye muy bien pero,si se pone un poco de  interés, se entiende. Adjuntamos igualmente el texto de presentación de dicha entrevista.

UNA MIRADA A LA HISTORIA – En 1320 se desarrolló en Francia la llamada “segunda cruzada de los pastorcillos”, impulsada por las hambrunas que asolaban Europa occidental y un trasfondo místico que renovó el sentimiento antisemita, alimentado por las expulsiones del rey Felipe IV “El Hermoso” en 1306. Este vasto movimiento popular fue apoyado por los sermones inflamados de un benedictino apóstata y un sacerdote condenado por su conducta, quienes les convencen de la urgencia del “Santo Viaje” para ir a luchar contra los infieles en tierras españolas. Después de asaltar las juderías de París se organizan en dos grupos, uno de los cuales cruzó con unas cinco mil personas los Pirineos, por la ruta del camino de Santiago, con la intención de continuar las matanzas en España, alentados por noticias por las cuales el rey de Aragón Jaime II «El Justo» estaba organizando una expedición para hacer frente a los moros del reino de Granada que, al parecer, pretendían adentrarse en tierras de Valencia. ​Su primera acción fue el saqueo de la aljama de Monclús (en la comarca de Sobrarbe), donde asesinaron a unos 300 judíos adultos que se negaron a recibir el bautismo. De allí se dirigieron a Barbastro, intentando asaltar algunas comunidades moriscas que se encontraron en el camino. En Barbastro las autoridades protegieron a los judíos avecindados, a los que se unieron algunos refugiados, habitantes de los contornos. De estas peripecias y detalles hablamos con Andreu Lascorz, hebraísta y director de ARCCI, la Asociación de Relaciones Culturales Cataluña – Israel, quien dio una charla sobre el tema en Aínsa, donde además se descubrió un monolito con ocasión de los 700 años de aquellos trágicos sucesos.

Imagen de la inauguración del monolito de Monclús.



Aunque los vestigios de la presencia judía habían desaparecido totalmente, la mayor de las veces por un afán consciente por borrarla, en los últimos años han aparecido algunas muestras interesantes. A destacar, un baño judío (mikvé) en los bajos de una casa de Aínsa, cuyos propietarios, casi milagrosamente,  lo recuperaron bajo los escombros que lo enrunaban desde siglos, al iniciar unas obras de remodelación. 

La protección del reino de Aragón a la comunidad judía se hizo patente, a finales del s.XIV, cuando  se multiplicaron en toda la península las persecuciones y matanzas de judíos (pogromos) a quienes se acusaba, entro otras cosas, de ser los causantes de la peste negra. Las matanzas fueron más generalizadas en Castilla pero eso no quita que también llegaran a todos los territorios. En Aínsa, como consecuencia de las predicaciones del fraile dominico Vicente Ferrer (posteriormente elevado a los altares de la Iglesia Católica) y la Disputa-Adoctrinamiento de Tortosa (1413-1414), huyeron todos los judíos, aunque posteriormente regresaron, ya convertidos. 

Tras la expulsión de la península en 1492, grupos procedentes de juderías aragonesas se expandieron por el Mediterráneo, desde el norte de África hasta las islas griegas y Ucrania, habiendo conservado su identidad aragonesa hasta la llegada del nazismo. Como ejemplo de que el paso del tiempo, por mucho que sea,  no consigue borrar las raíces familiares y los sentimientos de pertenencia a un lugar, se da el caso de que hasta esas terribles décadas de los años 30 y 40 del pasado siglo, seguía siendo activa la comunidad judía Aragón de Salónica y muchos de los descendientes de judíos expulsados siguen hoy en día llevando apellidos que hacen referencia a su origen, Monzón, Monson... Zaporta... (importante apellido de una familia judía conversa de Zaragoza, la que mandó construir el maravilloso y recuperado patio de la Infanta ensu residencia palacio)


*Aljama. Es una palabra de origen árabe qye designa la comunidad de judíos o musulmanes de un lugar y también la institución que los gobierna. Se trata de una concesión real que otorga un estatuto especial a una comunidad judía, dando una gran autonomía que les permitía la creación de sinagogas-escuelas, la gestión propia del cobro de impuestos y la administración de justicia con el fin de mantener la observancia de la moral y costumbres de la religión hebrea. Así mismo, las aljamas de la Corona de Aragón tributaban directamente al rey y tenían derecho a enviar delegados, según su importancia, para las decisiones que a ellas afectaban. 



miércoles, 31 de marzo de 2021

31 de marzo, Santa Balbina


 

Hoy en el santoral católico se celebra Santa Balbina. Un nombre de los considerados antiguos pero que, para muchos de Troncedo, resultará familiar. Afortunadamente, todavía quedamos muchas personas que recordamos con cariño a mi madre, a quien  precisamente está dedicada una casa que se levantó en el antiguo corral de las güellas de casa Albañil. Así que aprovecho la onomástica para traerla una vez más a la memoria de todos. 

Siempre me pregunté de dónde se habrían sacado los abuelos ese nombre, ya sabéis que por aquellos tiempos la gente no perdía mucho tiempo en discurrir cómo llamar a la zagalería. La prole solía ser abundante y, generalmente, los primeros hijos continuaban con la tradición de apelativos familiares y, cuando este cupo se consideraba cubierto, se recurría (salvo excepciones) al santo del día de nacimiento. No es el caso. Mi madre, Balbina Lacambra, siempre me contó que la llamaron como a una maestra de la zona, no sabía de dónde exactamente. Hace menos de un año, revisando el catálogo de una exposición sobre la Escuela de Vanguardia en Graus, encontré el nombre de Dª Balbina Viñas, sobrina de Costa, que ejerció como maestra en la década de los años veinte. Coinciden las fechas con el nacimiento de mi madre y, dada la frecuencia de los viajes de mi abuelo a ferias y mercados de Graus y sus abundantes relaciones sociales, no es de extrañar que, en septiembre de 1925 cuando llegó a Troncedo, procedente de la feria de Graus de ese año, y se encontró con la zagala que había nacido en su ausencia, recurriera a ese mismo nombre de cierta cacofonía que hubiera escuchado en alguna de sus múltiples conversaciones. Lo que no sabría ese dicharachero abuelo que con ese apelativo que significa "habladora, parlanchina" estaba determinando el futuro carácter de la ninona si no le venía ya bastante marcado por la genética que él mismo le transmitió. 

Iglesia de Santa Balbina.Roma
31 de marzo. Santa Balbina. Balbina de Roma (s. II - c. 130 d.C.) fue una mártir romana del siglo II, hija de San Quirino, que cayó víctima de la persecución del emperador Adriano. Es venerada como santa por la Iglesia Católica, y su fiesta se celebra el 31 de marzo. La tradición dice que su hija Balbina, que había sido bautizada por San Alejandro, se mantuvo virgen y soltera durante toda su vida, y fue enterrada al lado de su padre en la catacumba de Pretextato. Esto es lo que recoge el martirologio romano, aunque las comprobaciones históricas lo ponen bastante en duda. Pero no vamos a entrar en esta disquisición que queda muy bien explicada en otras páginas ya enlazadas al nombre de la supuesta virgen y mártir. 

Siglos, mares y territorios separan a estas dos Balbinas a quienes hoy me ha dado por evocar. Para la primera no necesito excusas, la segunda ha sido el pretexto  para hacer público mi recuerdo permanente. Curiosamente, a pesar de todas las distancias, en la breve hagiografía de la santa encuentro un punto en común con mi madre, esa devoción que ambas tuvieron por la figura paterna. Balbina del Albañil durante toda su vida, con tanta intensidad que los nietos recordamos al abuelo como una persona con la que hubiéramos convivido, a pesar de que falleciera mucho antes de nacer nosotros. La santa parece (o al menos así se cuenta en una hagiografía repleta de falsedades, seguramente) que fue al martirio siguiendo los pasos de su padre, también mártir. 

Balbina, Pili e Irene en la puerta de casa Albañil. 1988


martes, 30 de marzo de 2021

Promoción de La Fueva en Radio Sobrarbe

En radio Sobrarbe están emitiendo en estos días unas cuñas de promoción del Valle de La Fueva. En los textos se apuntan muchas ideas para disfrutar de la naturaleza y el patrimonio de la zona. Como no podía ser de otra manera, uno de los lugares que destacan es Troncedo y su castillo. 

Cuña 1. El valle de La Fueva es un conjunto de pueblos que no te puedes perder. Desde la torre de Mediano ve tranquilamente por el estrecho de Entremón y descubre lugares singulares como el Castillo de Troncedo y el árbol catalogado caixigo de Castro.

El castillo de Troncedo dominando "el mar" de La Fueva



Caixigo de Castro. Foto de Monse Rami

La Fueva te ofrece sus productos de kilómetro cero, latón de La Fueva, las setas shiitake, la cerveza Rondadora y el pan de horno de leña. Saborea lo bueno, visita el valle de La Fueva, te va a sorprender.


Cuña 2. Haz un viaje en el tiempo y revive el medievo en la fortaleza de Muro de Roda, declarado Bien de Interés Cultural, un enclave estratégico para divisar una panorámica única del Pirineo mediante un cómodo acceso en coche o a través de sus se deros.

Disfruta de las vistas aéreas desde el castillo de Samitier y el de Troncedo. Una ruta única para reencontrarte con la historia en el monolito al rey Gonzalo. Porque el valle de La Fueva siempre te sorprende por sus rincones, ven y visítanos.


Torre de Muro de Roda con la Peña Montañesa al fondo


Vista del embalse de Mediano desde la fortaleza de Muro de Roda

3. La Fueva más salvaje, caminos recuperados por los que caminaban sus antiguos moradores. Rutas para bicicleta en familia o para los más preparados en descensos. Descubre el barranco de Guatarán, un lugar idílico entre montañas para una excursión familiar desde Muro de Roda.

Visita la cueva de la Espelunga, escala en San Juan de Toledo y rodéate del misterio de su iglesia. La Fueva te ofrece una gran  cantidad de senderos que te abrirán perspectivas desconocidas del Valle porque La Fueva siempre te va a sorprender. Te esperamos

Mäs información en la web de La Fueva, en este blog y en las redes.



sábado, 9 de enero de 2021

Filomena a nuestro pesar... ¿o no?



 


Filomeno a mi pesar es una de las novelas más conocidas de Gonzalo Torrente Ballester. Es inevitable la referencia a un título tan sugestivo cada vez que se oye hablar de la borrasca  Filomena que en este momento se está paseando por todo el interior de la península y alcanzando ya el norte de la provincia de Huesca, y, por ende,  Troncedo, La Fueva y Sobrarbe entero. Y, de paso, le hacemos llegar un saludo a uno de nuestros  ilustres vecinos, Alvaro Torrente Sánchez-Guisande, hijo del célebre escritor. De todas maneras, las fotos hacen referencia a nevadas anteriores a la  famosa Filomena, pues el mes de diciembre y los inicios del año 21 ya fueron generosos con la nieve por estos lares. Lo único que resta añadir es el deseo de que sea verdad aquello de "Año de nieves, año de bienes"




Y, siguiendo con los refranes, como "no hay mal que por bien no venga"... cuando la pandemia ha desaconsejado a Sus Majestades los Reyes de Oriente hacerse ver por las calles de grandes núcleos de población para no provocar aglomeraciones, ellas, las auténticas y genuinas, las únicas Majestades por derecho, han tenido hueco para acercarse a un pequeño y encantador pueblo como el nuestro en el que no hay riesgos de concentraciones de masas. Muchísimas gracias... Y el deseo de que su visita sea un augurio de que el orden del mundo está cambiando...para BIEN. La foto es de Andrea Bizgan y el zagal al que los Reyes han venido a "adorar" es Lucas, nuestro querido "ninón".

Nota: Todas las fotos han sido facilitadas por los valientes que resisten y persisten en la aldea fovana que nos ocupa. Además de la ya mencionada Andrea,  Juan Carlos Taylor, Iñigo Guitarte, Pili García... y otros.





lunes, 7 de diciembre de 2020

Salud y prudencia en Navidad 2020

 Este año las fiestas de Navidad o de Solsticio (cada uno celebra lo que prefiere) cambian el mensaje. El tradicional deseo de Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo ha dejado su sitio al de:   

¡SALUD y PRUDENCIA! 


lunes, 2 de noviembre de 2020

Un día para el recuerdo

 



Pilar Lacambra Garcés, en la década de los 20 del s.XX
Ha sido éste un día de los difuntos muy anómalo. En el cementerio de Troncedo no ha habido el bullicio habitual de otros años a causa de las medidas sanitarias a las que estamos sometidos en todo el país pero, sorprendentemente, nadie ha olvidado a los suyos. De alguna manera, todas las familias se han organizado para que las sepulturas lucieran limpias y tanto las flores frescas como las lámparas encendidas no faltaran en un día como hoy. En estas circunstancias quiero traer al recuerdo a Pilar Lacambra Garcés, una tía de cuya existencia y triste desaparición no tuve noticia hasta bien cumplidos los veinte años cuando su hermana mayor, Rosalía, me enseñó esta foto que es el único testimonio que queda de su paso por el mundo. No es extraño que mi madre, Balbina, la hermana más pequeña, no me hubiera hablado nunca de ella, en contraste con las veces que llegó a nombrar a su padre Antonio y a su hermano Miguel Lacambra, fallecido también prematuramente como consecuencia de una enfermedad contraída durante la guerra. Pero es que Miguel era su hermano adorado, su referente a lo largo de toda la infancia y por el que compartió el sufrimiento familiar durante los años de guerra así como la dolorosa agonía después de su vuelta a casa. Pero a Pilar creo que ni la llegó a conocer o, en todo caso, cuando volvió a morir al pueblo, mi madre sería todavía un bebé, de tal manera que no tenía motivo para recordarla. 


La niña, de carita redonda y rasgos inequívocamente familiares que esboza una tímida sonrisa en esta foto de estudio,  tenía sólo trece años cuando volvió a casa para morir, enferma de tuberculosis. Estaba sirviendo como criada* en alguna casa rica de Barcelona cuando contrajo la enfermedad que sería poco después del día en el que con tanta ilusión habría ido a hacerse este retrato para enviar a sus padres. Ataviada, con toda seguridad, con su mejor vestido, una sencilla batita de cuello babi, No tengo datos para saber con qué edad se desplazó a la ciudad condal pero evidentemente,  muy niña. El destino se cebó con ella. Como a tantas, nacer mujer en el seno de una familia campesina de un pueblo de montaña a principios del siglo XX, salvo excepciones, la abocaba a una vida de servicio a propios y extraños que se iniciaba en el momento en el que eran mínimamente autónomas. Para algunas, por paradójico que parezca, si esta condena recibida en la misma cuna les empujaba a la emigración a una gran ciudad, con el tiempo llegaba a convertirse en una oportunidad de liberarse aunque fuera mínimamente. Fue el caso de su hermana Rosalía que, por lo menos, pudo elegir libremente un marido que la cuidó e hizo feliz durante toda la larga vida de ambos, y escabullirse del matrimonio concertado que, cómo no, también le había programado la familia. Su hermana, esta tía tan desconocida para las generaciones posteriores, tuvo la peor de las suertes. Descanse en paz.

Miguel Lacambra Garcés, 1915-1941




 
 * Para saber un poco más sobre las condiciones de vida de las criadas en Barcelona en los tiempos en los que la tierna Pilar estuvo por allí, os remitimos a un artículo de Joan Mannet i Pesas "La revuelta de las criadas" del que nos hicimos eco en El Caixigar nº 13, de junio de 2016.

P.C.


martes, 20 de octubre de 2020

Fendo pan



¿ Y si femos pan esta tarde, zagalas? Dicho y hechoCon esta sencilla proposición realizada por el experto en la materia, Ramón Rami, nos programamos rápidamente un taller de elaboración del pan a la manera tradicional. No precisamos más que 2 kg. de harina, 2 pastillas de levadura (aportadas por el panadero), tres cucharadetas de sal y las ganas de hacerlo.


Una tarde de sábado muy nutritiva en todos los aspectos. El literal, pues como no podía ser de otra manera, degustamos todos los presentes en el salón, el delicioso producto, un pan que sabía a pan, como el de los sabores de nuestra infancia, y también la nutrición espiritual, pues la colaboración, la camaradería, el aprendizaje y las bromas que se cuelan entre medio son un alimento tan necesario como el del cuerpo. Si además al final lo acompañamos de un buen queso de Radiquero y una copa de vino del Somontano... ¿qué más se puede pedir en esta velada otoñal?


     








sábado, 12 de septiembre de 2020

El luto también tenía género


Rebuscando fotos para la exposición que prepara la Asociación Castillo de Troncedo  me he encontrado con esta foto en la que aparecen mi prima Matilde con su hijo Clemente en brazos, mi abuela Manuela y mi madre, Balbina. La foto debe ser del verano de  1964. Mi abuela y mi madre, totalmente enlutadas por el fallecimiento de Antonio, el albañil, hijo y hermano respectivamente de ambas. Al toparme con la imagen, me ha recordado muchas otras de mujeres enlutadas, tan frecuentes en mi infancia. De hecho, la única estampa de mi abuela que mi cabeza conserva es la de la foto, una mujer pequeña, enjuta, arrugada, de expresión dura y vestida íntegramente de negro, de pies a cabeza. Pero no era un caso excepcional, a partir de cierta edad que a veces era muy temprana, las mujeres se ponían de luto y, en el peor de los casos, la vida (y la muerte) ya no les daba ocasión para el color, literal y metafóricamente. Primero, era por un abuelo, un padre, una madre... después el marido, y eso contando que no hubiera ningún hijo entre medio. Al final... ya no era edad ni había ánimo (ni dinero) para otras ropas. Y más de una se quedó soltera al encadenar varias pérdidas familiares que, durante varios años, los del luto, le impidieron asistir a verbenas, meriendas o cualquier otro encuentro social. 

Y es que el luto por la muerte de un familiar era una norma social incontestable, había obligatoriedad de mostrar públicamente la pena por una pérdida cercana y reciente.  Y todavía más en las zonas rurales, una costumbre que no comenzó a aligerarse hasta bien entrada  la década de los 70 del siglo XX.  Aun hoy en día,conservamos muchas costumbres en los sepelios oficiales, como es el vestir de color negro, dar el pésame a la familia o dejar de asistir a algún tipo de festejo (aunque esto cada vez menos). Pero es bueno recordar que el luto no siempre ha sido igual en España. De hecho, el protocolo a seguir en caso de muerte fue decretado por los Reyes  Católicos. Ellos fueron los primeros en imponer el color negro  tras el fallecimiento de su hijo el príncipe Juan, ya que antes se vestía de blanco en estas ocasiones, tradición que databa del s.II en Roma. Igualmente sus católicas majestades marcaron que los entierros debían ser recatados, sin un exceso de gritos y lloros (prohibieron la contratación de plañideras) aunque impusieron unas condiciones tan exigentes que el Concilio de Toledo lo reprobó, y fue Felipe V quien definió un nuevo protocolo. Uno de estos cambios los encontramos en el primer año de luto de la viuda, que debía habitar en una habitación tapizada de negro, con las ventanas cerradas y sólo pasado ese año podía incorporar elementos de decoración en tonos más claros.

Después del Concilio, el color negro en el hogar se limitaba a las alfombras y las cortinas. Esta nueva pragmática incluso indicaba que alrededor de la cama mortuoria debían encenderse exactamente ocho velas o qué tipo de tejidos debían vestirse. Con el paso de los siglos, estas costumbres se han ido perdiendo paulatinamente y las mujeres han sido las grandes beneficiadas, pues eran las más perjudicadas, obligadas a guardar el luto de forma mucho más visible y durante largos años si no llegaba a ser, como se ha dicho,  a lo largo de toda su vida. El protocolo estaba muy regulado:

 - Por la muerte del esposo o esposa, el cónyuge llevaba luto riguroso dos años más seis meses de alivio de luto, para relajarse del negro.

- Por la muerte de un hijo, los padres llevaban dos años de riguroso luto más seis meses de alivio, también.

- Por la muerte del padre o de la madre, los hijos llevaban luto un año más seis meses de alivio de luto.

- Por la muerte de un hermano, los hermanos guardaban seis meses de luto riguroso.

- Por la muerte de los abuelos, los nietos guardaban seis meses de luto riguroso más tres meses de alivio.

- Por la muerte de un tío o tía, los sobrinos mantenían tres meses de luto.

El luto riguroso consistía en permanecer apartado de la vida social, ir ataviado de negro y en alejarse de toda actividad de ocio. La clausura en la vivienda duraba tres meses en el caso de las viudas o hijos del fallecido/a. Pasado el transcurso de luto, se pasaba al medio luto, en el que se llevaban colores apagados como el gris o el malva. 

El luto también tenía género. Teniendo en cuenta la alta mortalidad infantil durante la primera mitad del siglo XX y los hijos perdidos en la guerra, es fácil explicarse por qué todas aquellas mujeres mayores de nuestra infancia iban siempre enlutadas, en la ropa y en el corazón. Porque el luto riguroso se cebaba, cómo no, mucho más con ellas, obligadas a vestir de negro de la cabeza a los pies, incluida  la ropa interior, los complementos y las joyas (si las tuvieren). Las únicas piedras que las mujeres podían lucir eran el azabache, la amatista y el ónice, por tratarse de piedras oscuras. Pasado el primer año, los hombres, en cambio, portaban una cinta negra en la manga o en las solapas de la chaqueta. En ambientes urbanos y de clase social acomodada, la cinta negra se colocaba en el sombrero.

Al margen de los signos externos, otro apartado lo constituirían los ritos religiosos y las tradiciones de enterramiento que también estaban estrictamente reguladas. En el último ejemplar de El Caixigar, había un artículo en el que se describía con detalle la organización de la Cofradía del Santísimo Sacramento que se ocupaba de estos menesteres. 




 

jueves, 20 de agosto de 2020

Troncedo no para





En la "vieja normalidad" el pasado sábado 8 de agosto hubiera sido el día del chupinazo en Troncedo. No pudo ser. Pero mucho antes de esa hora festiva, con la fresca, una brigada superespecial se convocó para festejar la jornada de una forma muy especial: trabajos voluntarios de limpieza del depósito, caminos y todo lo que diera tiempo. Y, por supuesto, cumpliendo con las normas de seguridad sanitaria. Era nuestra particular y solidaria manera de gritar ¡¡¡Viva Sanlorenzo!!! y ¡¡¡Viva Troncedo!!!

La numerosa cuadrilla de personas de todas las edades dio para llegar a limpiar el antiguo camino de cabañera, que la Asociación Castillo de Troncedo ha incluido en un programa de pequeños itinerarios circulares en torno a la localidad. Una vez limpio, se convocó otra jornada el miércoles 19 para completar la señalización del sendero y del viejo abrevadero al que nos conduce.




Después del paso de la cuadrilla, la cabañera parece más un pasillo para estrenar zapatos que un paso de animales



Ahora nadie podrá pasar por la carretera sin saber que esto era un viejo abrevadero


martes, 21 de julio de 2020

Limpiando rincones de BASURALEZA

BASURALEZA
Este verano que podríamos calificar de raro como poco, la mayoría hemos tenido que cambiar de planes de vacaciones y refugiarnos en el pueblo más de lo habitual. Y eso en el mejor de los casos, pues no nos olvidamos de que muchos de nuestros amigos troncedanos y troncedanas de la diáspora se encuentran en los lugares en los que en este momento los rebrotes de la covid19 están surgiendo con mayor virulencia (Barcelona, Lleida, Barbastro comarca del Cinca Medio...) y bajo la recomendación de no desplazarse de sus domicilios.  Por eso, quienes antes o después podamos disfrutar del entorno saludable y el aire limpio de Troncedo, podemos aprovechar para hacerlo más limpio si cabe. No hace falta mucha organización, sólo ponerse de acuerdo mientras tomamos la consabida cerveza en la terraza del bar y emplazarse a recoger la basura desperdigada por el monte. Todavía quedan algunos rincones de los antiguos vertederos de épocas en las que no existía ningún sistema de recogida. 

Objetivo cumplido: recogida y selección

Brigada de voluntarias, cumpliendo todas las normativas sanitarias.
Bassural


lunes, 20 de julio de 2020

Ara Malikian en el castillo de Aínsa




"Todas las historias del mundo deberían ser contadas. Para que, al escucharnos con el corazón los unos a los otros, nos ayudáramos a vivir. Cada historia es una partitura única y la suma de todas, la música de la Tierra"


Estas hermosas palabras forman parte del alegato final de Ara Malikian en el documental "Una vida entre las cuerdas" que relata una trayectoria vital de enorme sacrificio y con una pesada mochila de tragedias históricas y familiares.  Una película muy estimulante en estos tiempos de pandemia e incertidumbres que nos traslada el mensaje  de que, con determinación y esfuerzo, es posible superar las vicisitudes más difíciles. Si a la magnífica banda sonora hemos podido añadir la posibilidad de verla en  pantalla grande y en el marco excepcional del foso del castillo de Aínsa, la experiencia es inolvidable. Y eso que no hubo manera de conseguir entradas para verlo en vivo y en directo al día siguiente en el amplio escenario del patio central. Aunque, por referencias, debió ser igualmente un evento memorable. 

Una gran felicitación para el Festival Castillo de Aínsa en una edición especialmente difícil pero que ha demostrado una gran capacidad en cuanto a la organización y seguridad sanitaria, demostrando que con responsabilidad e interés es posible no parar el mundo. 

jueves, 9 de julio de 2020

La Fueva, un valle muy desconocido y mágico

El pasado 2 de julio El País publicaba un interesante artículo sobre Cinco valles casi desconocidos del Pirineo Aragonés una invitación a descubrir encantadores rincones del Alto Aragón que todavía se mantienen al margen del turismo masivo, una iniciativa muy sugerente en estos tiempos en los que la pandemia acecha las concentraciones humanas. Me atrevería a decir que quizás este reportaje puede ser mucho más efectivo que ciertas visitas muy protocolarias y mediáticas que se venden como propaganda de los lugares cuando lo cierto es que a quien se pretende  reafirmar es a los visitantes "reales". Los cinco valles relacionados son los de Barrabés y Baliera (1), del Isábena (2), Chistau (3), Borau, Aísa y Aragüés (4); y el de Hecho (5). Los del valle de La Fueva, echamos en falta el nuestro en esta relación de destinos, claro que, la ausencia tiene su lógica porque si los cinco anteriores son "casi" desconocidos, el nuestro es desconocido incluso por la gran mayoría de los propios aragoneses, sin el casi. 

Por eso es muy de agradecer que una semana después, hoy mismo, 9 de julio, la revista Huesca La Magia nos sorprenda con un reportaje cuyo título evoca el anterior pero dedicado, esta vez sí, a nuestro valle Cinco lugares maravillosos que descubrir en el Valle de La Fueva

"Pequeñas poblaciones salpican los campos y praderas o se camuflan en el monte. Algunas fueron, en su día, municipios independientes, aunque la mayoría se integraba en entidades municipales mayores a modo de barrios. Ejemplos de este hábitat disperso son las antiguas aldeas de Muro de Roda, las que pertenecían a Morillo de Monclús, las que componen Toledo de la Nata o las del despoblado Pallaruelo de Monclús" (...)

"El patrimonio románico del valle iene su origen a principios del siglo XI, cuando Sancho III el Mayor, anexionó Sobrarbe al reino de Pamplona prolongando hacia el este la línea defensiva de sus dominios. Tras la reconquista de territorios altoaragoneses a los musulmanes, asentados aún en plazas próximas a Barbastro, Graus o Monzón, creó un cinturón defensivo para proteger los valles del Cinca y del Ésera de un posible ataque enemigo y el valle Fueva se convirtió en un enclave estratégico por su ubicación.
La ruta del románico de La Fueva nos transportará en el tiempo gracias a las construcciones defensivas del S.XI, como el castillo de Samitier, el complejo militar de Muro de Roda o el castillo de Troncedo, declarados como Bien de Interés Cultura"
Tozal de Salinas visto desde Troncedo. Foto: Ismael Olacia

Y después de otras descripciones que sin duda animan a visitarnos a cualquier amante de la vida natural, el paisaje, el aire puro, los cielos limpios, la Historia  y la buena gente... el artículo concluye con este estimulante párrafo.
"Además de todo lo comentado hasta ahora, hay muchas otras opciones para disfrutar de emocionantes experiencias en el Valle de La Fueva, pero mejor que contarlo es venir a descubrirlo"  Quienes se decidan a hacerlo podrán tener ocasión de disfrutar igualmente de una experiencia no incluida en el catálogo: nuestras inigualables puestas de sol mientras degustamos la cerveza en la terraza más exclusiva del país fovano.


viernes, 26 de junio de 2020

Caixigo 17. Jornada 18. Covid 19. Año 20

Si todo fuera "normal", hoy habría sido un día de nervios y preparativos, víspera de la celebración de la XVIII Jornada Cultural, una fiesta que, desde 2003 se ha convertido en un tradicional encuentro entre todos los descendientes y amigos de Troncedo. A las horas en las que este artículo se va a colgar en la red estaríamos preparando el delicioso poncho que constituiría el postre de la cena comunitaria de mañana. Pero, a pesar de la paradoja de que se haya decretado "una nueva normalidad" , ya en su día hubo que optar por la prudencia y tomar la triste decisión de suspender todos los actos programados. Y menos mal que lo hicimos así porque, con los nuevos rebrotes producidos esta semana en las comarcas del Bajo Cinca, la Litera y el Cinca Medio de donde hubieran acudido numerosos participantes, la fiesta hubiera acabado frustrándose igualmente en el último momento. 

Ojalá que todos seamos realmente conscientes de lo importante que es la responsabilidad individual en la contención de la pandemia y actuemos con la sensatez y precaución imprescindibles para que en fechas próximas podamos reencontrarnos con "cierta normalidad" y, quizás, poder realizar  algunas de las actuaciones que se han tenido que suspender. 

La edición de nuestra revista anual no supone ningún riesgo añadido a la salud, más bien al contrario, contribuye a reencontrarnos en la distancia y emocionarnos a través de la letra escrita. Lamentablemente, este número tampoco desborda de felicidad y  nuevas vidas como ocurría en la del año pasado pero es que, como reza la portada, hemos transitado por "un año de pérdidas", no sólo a nivel mundial sino que también a nuestra pequeña escala local. Todos sabéis de lo que hablo y lo encontraréis entre las páginas. 

Si siempre repetimos lo mismo y agradecemos todas las colaboraciones que hacen posible rescatar historias grandes y pequeñas, anécdotas y curiosidades de la vida actual y pasada, en esta edición tan especial por todos los motivos citados queremos mencionar una por una a todas las personas que han participado con sus relatos orales o escritos, sus sugerencias, sus fotografías, sus diseños... y que son, por el orden alfabético de sus nombres,(espero no olvidarme de nadie): 




Alberto Langa
          Ana Cucurull             
 Andrea Bizgan
Antonio Ezquerra
Beatriz Próspero
Belén Remacha
Clara Fumanal
Emeterio Villar
Gabi Rovetto
Irene Remacha
Ismael Olacia
José Elbaile
José Fumanal
José Mª Lanau
Juan Carlos Taylor
Laura Solano (q.e.p.d.)
Lourdes Castán
Luis M. Torres
Marisol Torres
Nuria R. Solanilla
Pilar Ciutad
Pili García
Ramón Rami
Rocío Urbán
Toni Mendoza Solano


Gracias, muchas gracias. Cada una de estas personas, en mayor o menor medida, ha contribuido a que nuestra revista, a pesar de todas las fatalidades, no falte a su cita anual. No nos olvidamos tampoco de la pequeña colección de fieles anunciantes que contribuyen igualmente con su  aportación económica a sufragar los costes de la edición. 

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A lo largo del verano haremos todo lo posible por ir distribuyendo este caixigo de papel entre todos los socios y amigos de la Asociación Cultural Castillo de Troncedo. Esperamos poder hacerlo en mano y así acompañaremos la entrega con una charradeta cariñosa.

domingo, 31 de mayo de 2020

Romerías en tiempos de pandemia

La imagen de la Virgen de Bruis es una talla románica del siglo XII-XIII, a la que se le atribuyen algunos hechos milagrosos, como el de acabar con una plaga de langostas, tras ser trasladada en procesión a la cercana ermita de Santa Brígida.


Las romerías son otros de los eventos que se han visto alterados, cuando no canceladas, por  la pandemia y el confinamiento. En Troncedo ya nos quedamos sin la de San Isidro y, tanto el día de San Jorge como este último domingo de mayo tocaban la de todos los pueblos de La Fueva a la Virgen de Bruis. Al margen del significado religioso y tradicional de estas festividades, las romerías cumplían la función de mantener la llama del pensamiento mágico de la antigüedad. En particular, las de primavera se suelen acompañar de "la bendición de los campos", con la esperanza puesta en que las tormentas no estropeen las cosechas. En Bruis se añadía la ocasión para el encuentro de familias y vecinos de todas las pequeñas aldeas del valle que, en tiempos de duro trabajo y aislamiento, era un acontecimiento social esperado por todos. Desde el último tercio del s.XX, con el gran flujo migratorio hacia los núcleos industriales, cobró todavía con más fuerza si cabe esa función de reencuentro con gentes, tradiciones y lugares. 


Aunque el 23 de abril no pudo ser, ayer una representación de entidades y Asociaciones del Valle de La Fueva y también de Palo, convocados por la Asociación A redolada se dio cita en el Santuario para rendir un homenaje a la Virgen de Bruis en forma de ofrenda floral. 







Troncedo ha estado muy bien representado por la familia Tena Rami como dan fe estas imágenes





sábado, 30 de mayo de 2020

Lo que el calendario no sabía



Cuando en diciembre del año pasado, Rocío nos ofreció el calendario de 2020 nos sorprendió a todos por la belleza de las imágenes, paisajes y lugares de la provincia que, a su atractivo natural, añadían haber sido coloreadas por los participantes en el taller de fotografía de la Asociación Autismo Huesca. Lo que no podíamos imaginar ni de lejos es que otra sorpresa de nombre extraño y dimensiones inconmensurables nos llegaría allá por mediados de marzo. El coronavirus causante de la covid19 nos ha obligado a ir tachando uno a uno los días entre sentimientos de incredulidad, tristeza, desánimo, incertidumbre, desconcierto... y todo ello abonado por las noticias de personas cercanas que han fallecido, víctimas de esta enfermedad y también de otras. Nuestro recuerdo  y el pésame para su familia en este momento son para Luis de casa Pablo, Laurita de Salas y los padres de Juan Vallejo (casa Baile). 

Ahora que llegamos a la 78ª jornada de confinamiento y empezamos a recuperar una "normalidad embozada", a los que estamos  más allá de los límites provinciales aún nos quedan muchos días  del calendario por borrar  (y esperemos que no sean más de los previstos)  antes de poder ver amanecer en Troncedo.

Muchas gracias  a todos los que nos habéis ido acercando la primavera troncedana a través del wasap como, por ejemplo, estas fotos enviadas por Monse Rami e Ismael Olacia. 




¡Nos vemos PRONTO en Troncedo!

viernes, 1 de mayo de 2020

El ladrón de abril


 ¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
Lo guardaba en un rincón
donde guardo el corazón...


Cuando allá por  1988 Joaquín Sabina lanzaba al mercado esta canción, nadie ni siquiera él mismo podía adivinar su contenido profético. Pero llegó 2020, este año tan bonito y tan redondo y, con él, un virus extraño, invisible y traidor que resultó ser el ladrón del mes de  abril, de muchas más hojas del calendario y de todos los abrazos, los encuentros, las experiencias... que podrían haber sido... 

Un mes de abril que, por otro lado, ha sido fiel al refranero y ha cumplido con eso de "en abril, aguas mil", dando como resultado una primavera esplendorosa, verde y florida como nunca. Tenemos testimonio por las fotos que nos han hecho llegar desde Troncedo los que están por allí, Anne Ronse, Pili García, Ismael Olacia, Maya y Juan Carlos Taylor. También se nos han colado, a través del Facebook de Quino Mur, unos huevos de Pascua decorados en Aluján....




Y como no podía ser de otra manera, la canción acompañada de otras imágenes que, a quien más quien menos, también le resultarán familiares...