sábado, 26 de junio de 2021

Los refranes no dicen siempre (toda) la verdad

 



Cuando no hay pan, buenas son tortas. Como (casi) todos los refranes, este también puede relativizarse. Y es que la bondad de las tortas va con ellas, haya o no haya pan. Cada alimento tiene su función y si se trata de mojar en chocolate, mucho mejor tortas que panes, ande va a parar... Si además son tortas de aceite (también conocidas en otras partes, como de caña) elaboradas por Ramón Rami,  nuestro panadero emérito y particular, lo mismo es hablar de torta y chocolate que de miel sobre hojuelas... Y eso es lo que ocurrió el pasado sábado 19 de junio, que compartimos con Ramón una jornada de elaboración y degustación de estas ricas tortas que tanto nos recuerdan los sabores de nuestra infancia.



La masa lista para introducir en el horno

La elaboración del humilde dulce tradicional de la zona es sencilla, se hacen con la misma masa del pan. El secreto únicamente es estirarla bien y luego regarlas abundantemente con aceite (sobre todo en las esquinas, zagalas, que si no, luego no se las come nadie) y azúcar. Otro consejo: comerlas en el día, si se guardan se secan mucho y ponen a prueba las dentaduras... 


Ramón, Montse y Lucas, el maestro panadero y sus ayudantes


 

martes, 1 de junio de 2021

Energías renovables SÍ, pero NO ASÍ

"Enamorados de nuestro valle" 

"Sentimiento fovano" "

La Fueva no se vende" 

"PLACAS NO" 

 Los eslóganes han brotado en esta primavera lluviosa de 2021 junto a las flores y los verdes prados del Valle de La Fueva. La existencia de TRES macroproyectos de placas fotovoltaicas que supondrían un impacto ambiental, paisajístico y social irreversible en la redolada, ocupando una gran extensión de sus tierras más productivas emplazadas en los términos de Palo y  Tierrantona, han puesto en pie a la población de los diferentes núcleos de este municipio tan diseminado y escasamente poblado.  Los fovanos se niegan a que sean de nuevo las tierras sobrarbenses  las que asuman  el coste de la necesaria transición energética, como ya sucediera con la política de pantanos en la segunda mitad del siglo pasado. Estos MACROproyectos supondrían (otra vez) la pérdida de suelos de labor y de actividades ganaderas que mantienen los ecosistemas y la riqueza paisajística que son la base del sustento de la población y, por ende, el atractivo del que penden pequeños negocios turísticos familiares. 

 Junto a muchas otras acciones informativas y de protesta, el pasado 22 de mayo, todos, mayores, mozos, mozas, zagales y zagalas, salieron con sus tractores, empacadoras, remolques y cubas para dejar patente su postura contraria a estos proyectos. No se trata de negarse a la implantación de energías renovables y limpias, sino a que no sean, una vez más, los territorios y la población rural la sacrificada para favorecer a las grandes concentraciones urbanas, con plantas que resultan enormemente  desproporcionadas en detrimento de otras iniciativas de dimensiones más ajustadas y emplazamientos menos dañinos pero, claro, las grandes empresas buscan facilidades y beneficio económico por encima de estas consideraciones. 

Las camisetas que se ven por todo el valle, resumen muy bien el mensaje que se quiere trasladar:

"Energías renovables, SÍ, pero no ASÍ"