domingo, 3 de abril de 2022

Gracias

 


Gracias, Troncedo, por acudir masivamente a compañarnos en los momentos mas tristes. En nuestra despedida al esposo, al padre, al amigo, al inolvidable Luis.

Jesús Bley, un querido amigo de Bordalba que también nos acompañó y mostró su cariño, aportó varias copias del pregón de las fiestas 2017 de su pueblo natal. Bordalba y Troncedo son dos localidades aragonesas situadas prácticamente en extremos opuestos de la Comunidad, con paisajes bien diferentes pero unidas por la presencia de Luis Remacha en el alma de ambas. Y los correteos de Luisito, el de la Remedios, por las  calles y callejones de su niñez y adolescencia no son tan diferentes de las de todos los troncedanos y troncedanas de su generación. Podéis comprobarlo en los ejemplares del documento que hemos dejado en el salón local, del que entresacamos algunas líneas...


"En esta misma plaza mayor en la que estamos ahora, he jugado al marro, a la alpargata el abadejo, al pan y cucharón, al frontón  de verdad con pelota de cuero, he aprendido a ir en bici... En el local parroquial vi por primera vez la televisión, aprendí a jugar al guiñote... Aquí, a la fuente, venía a buscar agua con el botijo, crucé a menudo esta plaza corriendo desde la callejilla (...) para visitar a mis abuelos paternos."

"... he sido monaguillo de cara y de espaldas a los feligreses, me he peleado por tocar la campanilla sin dejar de recordar que había que trabajar para cambiar el atril de lado con el misal incorporado..."

"He correteado por todas las calles del pueblo, la Mayor para visitar a mis abuelos maternos, en cuya casa escuchaba en su radio los triunfos del Zaragoza en la época de los cinco magníficos. También me ilusionaba recoger con mis hermanos los regalos de Reyes: naranja y barreta de turrón y me gustaba llevar la cabra desde la plaza de San Ramón, por la Camarona a la vicera"

"Creo que el modo de vida en nuestro pueblo en aquellos años sesenta de mi infancia distaba poco del que se llevaría desde su fundación hace muchos siglos...; las faenas del campo seguían siendo igual de duras, y las domésticas, más de lo mismo, con el único adelanto de la luz eléctrica que sí que estaba cuando yo nací..."

"Sin embargo los planes de desarrollo de aquella época provocaron un cambio total; comenzó la despoblación pues muchos emigraron a los polos industriales en busca de una mejor forma de vida. Los que decidieron quedarse, mejoraron también con la llegada de la maquinaria que les permitía prescindir de la ayuda de los hijos en las tareas agrícolas..."

* Gracias a todos, troncedanos, bordalbeños, familiares, compañeros y amigos que se desplazaron desde muchos lugares (algunos bien lejanos) para transmitirnos su cariño. 

Pilar Ciutad

Foto: Miguel Ciutad



No es que el morir nos duela tanto

No es que el morir nos duela tanto
Es el vivir lo que nos duele más
Pero el Morir es un camino distinto
Una variedad detrás de la Puerta
La Costumbre Sureña del Pájaro
Que antes de que lleguen las heladas
Acepta una latitud mejor.
Nosotras somos los Pájaros que se quedan

Emily Dickinson (1830, Massachusetts)