domingo, 29 de julio de 2018

Recomendaciones lectoras





Recomendaciones de lectura en las que tiene tanta importancia lo que se lee como DÓNDE se lee. Y es que no se me ocurre mejor sitio para leer  estos dos libros que hablan del paisaje de montañas que nos rodea y también de la historia de las gentes que por ellas caminaron no hace tantos años. Una memoria que debemos recuperar, que no puede caer en el olvido. Es el mínimo acto de justicia obligado para quienes dieron su vida por mejorar la nuestra y que en el último momento les quedó la duda de si su sacrificio había resultado inútil. “La tormenta que pasa y se repliega de Irene Abad Buil y José A. Angulo nos cuenta las andanzas de los maquis por el Sobrarbe y, con mucha concreción, en La Fueva. “Pirenaica”, una colección de catorce crónicas de rutas ciclistas por la cordillera en las que su autor, Ander Izagirre, combina deliciosamente de nuevo los paisajes con  los relatos en los que se cuentan los sufrimientos de los esclavos del franquismo que construyeron las más enrevesadas carreteras de montaña así como leyendas, curiosidades y multitud de anécdotas de estos territorios.

Pero volviendo al principio, éstas recomendables lecturas conseguirán fundir intelecto, corazón y sensaciones si las hacemos sentados en el pequeño gran homenaje que acaba de surgir en nuestro pueblo (eligiendo bien la hora según la estación del año).  Ese banco que con tanto sentimiento y voluntad un grupo de amigos ha levantado en recuerdo del que, pronto hará un año, se fue sin tiempo para compartir tantas cosas que quedaban pendientes … De alguna manera, este rincón mantendrá esa presencia añorada.  

miércoles, 25 de julio de 2018

Fiestas Mayores 2018

El verano sigue su curso y el calor se va consolidando. Se acerca agosto y otra vez estaremos de fiesta. Aquí tenemos el programa de este año pero ... estad atentos a las informaciones que van llegando porque quizás se incorpore a última hora alguna sorpresa...


viernes, 20 de julio de 2018

¿Una nueva casa en Troncedo?







Por razones varias, Troncedo es un pueblo que ha sabido conservar bastante bien la arquitectura popular de piedra de la zona. Como ya se ha señalado en múltiples ocasiones, la resistencia numantina de tres casas (Baile, Soltero y Mariñosa) a abandonar el pueblo en los críticos años sesenta y setenta del siglo pasado favoreció que en las décadas siguientes, muchos de los vecinos que se habían ido, volvieran la vista a las casas familiares y acometieran, sin directriz normativa alguna pero con gusto por la tradición, la rehabilitación de las mismas. Así es como en la actualidad,  los visitantes se sorprenden por la armonía de las construcciones en piedra. Son muy pocas las paredes que no muestran este material. Una de ellas era precisamente la fachada posterior de la ampliación que se hizo hace un tiempo en el local social de la localidad para dotarlo de una cocina y un almacén comunitario. Y decimos "era" porque, como resultado de una iniciativa que la Asociación Cultural propuso hace un par de años, esta pared ha cambiado totalmente su fisonomía. El cambio es debido a la intervención artística de dos jóvenes recién graduados en Bellas Artes, Manuel Fernández (descendiente de la localidad) y su amigo Daniel Vera (de Monzón) que en los primeros días de este mes de julio han realizado un trampantojo sobre la pared, transformándola en prácticamente una casa más del pueblo. Esta misma mañana, sin ir más lejos, un visitante la ha confundido en este sentido. Felicidades a Dani y Manuel, que han conseguido este bello efecto en la que era su primera obra muralista. Y no nos olvidamos de Antonio Fernández, padre de Manuel, que ha estado asesorando a la pareja de jóvenes artistas.