Esta misma tarde, Carmen Bautista ha presentado la Asociación "Muretes de Arte" en el Salón Social de Troncedo. Ha sido el punto de partida de las Jornadas que se van a celebrar en el pueblo para la puesta en valor de las paredes de piedra seca que recorren el término. En realidad, las actividades habían empezado por la mañana con la preparación y limpieza del terreno en torno a la ermita de la Virgen del Carmen que es donde van a tener lugar las intervenciones. Estos trabajos han estado a cargo, una vez más, de un grupo de vecinos voluntarios. Se ha elegido este lugar por ser una encrucijada de caminos de cabañera por los que antiguamente discurrían las ovejas en trashumancia. Y precisamente la trashumancia va a ser el hilo conductor de estas jornadas.
Carmen nos ha explicado el inicio y los objetivos de la Asociación que se centran en poner en valor las centenarias paredes (o muretes) de piedra seca que discurren entre campos de cultivo a uno y otro lado de los Pirineos. La Asociación ya ha realizado varias intervenciones en distintos lugares del Somontano. La última, la pasada semana en Cheto, una pedanía de Rodellar (en la Sierra de Guara). La finalidad de los trabajos es siempre poner en valor estas construcciones declaradas en 2018 por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, a través de intervenciones artísticas y también, cómo no, recuperando paños de las paredes deterioradas por el paso del tiempo y el abandono. Siempre con respeto absoluto al entorno en el que se encuentran y a las técnicas tradicionales de construcción.
Después ha tomado la palabra, Alba de Lucas, joven artista plástica que se ha desplazado desde Segovia para encargarse de una de las actuaciones artísticas. Está especializada en la pintura animalista y en el trabajo sobre soportes blandos, en esta ocasión su creación utilizará una vieja puerta de corral.
Sandrine Reynaud, escultora contemporánea, será la encargada de realizar otra de las intervenciones artísticas. A través de sus palabras y los vídeos que se han pasado, hemos tenido oportunidad de conocer algunas de sus obras y, sobre todo, entender cómo llegó a apasionarse por los muros de piedra seca tan habituales en nuestro entorno. Nos ha explicado que, contemplando las mismas paredes del lugar de Cheto, llegó a la conclusión de que eran verdaderas esculturas, esculpidas por manos rudas y levantadas con los materiales que tenían a mano, sin provocar ningún daño al entorno natural. Estas humildes creaciones le dan la satisfacción personal de "pertenecer a una especie capaz de hacer cosas buenas" (sic).
En los vídeos hemos podido escuchar también a Jesús García Mainar, maestro paretero que colabora con la Asociación y que ha incidido igualmente en el valor estético de las paredes, al margen de su antigua funcionalidad, y el ingente trabajo de todos aquellos campesinos que las levantaron para proteger sus cultivos y sus pequeñas cosechas.
Las actividades descritas se verán acompañadas del trabajo colectivo de los vecinos del pueblo. Queda toda una semana por delante para participar y observar el proceso. ¡Os esperamos!
*No puedo dejar de recoger el comentario de Ramón Rami mientras veíamos en el vídeo las manos expertas de nuevas pareteras y pareteros de piedra seca: "Eso, pa tu tío, pan comido" (Para quien no lo sepa, mi tío, Antonio Lacambra Garcés, fue el último arbañil del pueblo que trabajó la piedra). P.C.
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