La jornada del sábado 28 de agosto tuvo muchos colores en Troncedo. El azul profundo de un cielo claro y los tonos verdes, dorados, azulados y blanquecinos de los paisajes que se podían divisar desde los dos nuevos miradores, el de Las Bruteras y el de Crucisierra, que el trabajo voluntario y voluntarioso de algunos vecinos han hecho realidad.
Troncedo, en el punto más suroriental de Sobrarbe, queda a distancia de las imponentes montañas pirenaicas pero precisamente su situación y sus 1008 m. de altura, en la cresta de la Sierra del Torón, a caballo de los valles del Cinca y el Ésera, convierten su término en un balcón inigualable para contemplar todas estas cumbres.
La Asociación Castillo de Troncedo ha organizado distintas jornadas de limpieza y señalización de parte de los senderos que dirigen a puntos de especial valor paisajístico y medioambiental. Concretamente, el S-3 cuyo recorrido incluye una parada en el Caixigo de Castro o Caixigo del Tancau, árbol recogido en el catálogo de árboles singulares de Aragón, y el S-1 en el que se han adecentado los dos miradores objeto de inauguración del sábado.
En el Mirador de las Bruteras se ha instalado un panel informativo que facilita el reconocimiento de los numerosos hitos topográficos y núcleos de población que se pueden abarcar desde este singular balcón, así como un banco en el que los caminantes pueden detenerse a contemplar el impresionante paisaje de todo el Valle dominado por la Sierra Ferrera y su Peña Montañesa en primer plano, y el resto de picos al fondo. Recomendamos especialmente acercarse al atardecer cuando queda garantizada una espléndida puesta de sol.
El Mirador de Crucisierra, en la Cruz de San Isidro, (GR-1 , camino a Formigales), queda un poco más alejado (escasa media hora de agradable camino, mayoritariamente a la sombra), allí se ha desbrozado y repuesto la cruz. Desde este punto, se completa la vista de la vertiente oriental (Ribagorza). Quizás en un próximo empentón se pueda colocar allí también un segundo panel que nos ayude a reconocer las cumbres y los hitos que nuestra vista alcanza , entre los que destacan, tras la citada Sierra Ferrera, y de Oeste a Este, el pico de Cotiella y el macizo del Turbón.
Gracias a todos por el trabajo, la voluntad y la buena convivencia. Y a la familia de casa Castro por ceder el uso del terreno y facilitar la adecuación del primero de los miradores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario