Hoy hemos tenido el placer de contar con la presencia de José María Sorando para hablar sobre su libro El lector sin escuela (de Sobrarbe a Detroit) y lo de placer no es una fórmula de cortesía si no una auténtica realidad.
Por si alguien tenía alguna duda, para participar en estos encuentros lectores no es indispensable haberse leído el libro con anterioridad. Si se ha hecho, se tienen más elementos para el diálogo pero si no es así, puede ser ocasión para animarse a hacerlo y, cuando menos, para acceder a los principales mensajes de la narración. En este caso, es importante destacar aquello que nos ha transmitido su autor sobre los objetivos que le movieron a escribir, no se trataba de contar la historia de su abuelo, no es una biografía al uso, sino la historia de muchos otros abuelos y los diversos contextos sociales, políticos y personales que atravesaron.
Por si fuera poco, podemos añadir que las peripecias de la vida de este joven sobrarbense que se rebeló contra el destino que los usos sociales de principios del s. XX le deparaban se parecen mucho a las de muchos otros jóvenes de hoy en día que atraviesan fronteras y mares, arriesgando la vida porque también ansían un destino diferente al que les espera en el contexto socioeconómico de sus lugares de origen.
"Domingo, una mañana de noviembre en el muelle de Nueva York. Un hombre solo, recién llegado a un país extraño donde la mayoría habla un idioma diferente, donde no le conocen ni le esperan. A nadie le interesa su pasado, su familia, su pensamiento ni su presencia. Si ese mismo día muriera, sólo sería un desconocido llevado a una fosa común, al que nadie acompañaría ni reclamaría. El allí y en ese momento es nadie. Como tantos inmigrantes en cualquier época y lugar. Nada anterior cuenta, su vida comienza de nuevo" ¿No resulta tremendamente actual?
Pero las 238 páginas del libro albergan muchos más aspectos:
- el análisis de las formas de vida tradicionales y costumbres en Sobrarbe. Todas las cosas que nos cuenta podrían trasponerse palabra por palabra a Troncedo;
- la importancia de la presencia de un MAESTRO (aunque fuera temporal) en un momento dado como motor de cambio en la vida de Domingo. Y también de las MAESTRAS que llegaron en décadas posteriores a estos pequeños pueblos, afrontando con coraje el choque cultural entre la vida rural y la de su posición social y sus ciudades de origen;
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Uno de los libros de Blasco Ibáñez (autor favorito de Domingo) que conservó toda su vida, a pesar de ser un autor prohibido |
- la descripción de las condiciones de vida laboral de los obreros de la época en las grandes factorías y centros de trabajo estadounidenses;
- el desprecio al diferente, la pretensión de asimilarlo (Desfile del Crisol de Ford) que no consiguió que Domingo se quitara la boina;
- la violencia desatada en los tiempos de la Ley Seca en EEUU, los gánsteres, el KuKuxKlan...
- los conflictos sociales y bélicos que, por puro azar temporal, fue sorteando Domingo;
- las condiciones precarias y la represión de la posguerra española, el estraperlo...
- el contraste de principios educativos entre la escuela de la República y la escuela franquista..
- la mirada del niño urbanita sobre el entorno (el rural y su propio vecindario) y las vivencias de los mayores...
En fin, un libro en el que, además de viajar por la historia de Domingo, los que ya tenemos cierta edad podemos reflexionar sobre nuestra propia historia y, en el caso de los más jóvenes, conocer de dónde venimos para no dejarse embaucar por mensajes voluntariamente falsarios y simplistas.
Gracias a todos los que os habéis acercado a aportar opiniones y experiencias, Y gracias de nuevo a José María Sorando y su esposa por haber venido hasta aquí.
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