Primero de noviembre, fecha
señalada en el calendario para volver a encontrarnos en Troncedo:
Encuentro nº 1. Visita obligada
al cementerio para cumplir con los ritos ancestrales del culto y el recuerdo a
los muertos, cada uno desde su sentimiento personal, bien sea con el consuelo
de sus creencias religiosas, bien sea por el convencimiento de que mientras
permanezca su recuerdo entre los vivos, nadie acaba de morirse del todo. Como
todos los años, nuestro pequeño camposanto
reluce, no sólo por el sol sino también por el esplendor de las flores recién
depositadas y por las pequeñas lamparillas que, como la tradición manda, se
encienden el mismo día 1, víspera del día de ánimas, para que luzcan durante
toda la noche, avivando con su llama la
presencia de los espíritus antepasados en nuestras vidas. No siempreel
tiempo seco y cálido ayuda a que se mantengan encendidas pero este año, afortunadamente, ha sido así.
Encuentro nº 2. Añadido al
anterior y arrastrado por las influencias del
otro lado del océano, tampoco en
Troncedo nos hemos quedado al margen de la ola del Halloween. Lo cierto
es que, asumiendo todo el sustrato frívolo y consumista que acompaña unas
fechas tan entrañables y tradicionales por estos lares, los más pequeños se
divierten y los mayores también con ellos.
Encuentro nº 3. No puede haber un
fin de semana de afluencia importante al pueblo en el que no haya una cuadrilla
de voluntarios que acometan tareas de limpieza y recuperación del entorno. Esto también se está convirtiendo en una
magnífica tradición de nuestra pequeña comunidad de vecinos y amigos. En esta
ocasión la emprendieron con una pared caída junto a los contenedores y con la
continuación de la limpieza del antiguo camino de cabañera, de tal manera que,
en el próximo empentón, seguramente quedará ya abierto totalmente el tramo que
va desde el antiguo y hermoso corral del pueblo hasta las modernas naves de
casa Soltero. Será una nueva zona de paseo y disfrute para todo el que lo quiera
aprovechar.
Encuentro nº 4. Como reciente tradición,
también tuvo lugar la asamblea general de la Asociación Cultural para la presentación de cuentas, balance de lo
realizado, sugerencias, proyectos futuros …y sobre todo, reconocimiento al
trabajo de los más entregados a la causa que son quienes tiran del carro de
todos nosotros. Esto último es fácilmente comprobable dada la abundante
presencia de socios en la reunión.
La jornada del sábado concluyó
con una castañada comunitaria (no todo va a ser trabajar).
¡Entalto, troncedanos!
¡Nos vemos en Troncedo!
P.D: "Algunos" ya han descubierto el placer de pasear por la cabañera |
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