martes, 11 de diciembre de 2012

Mondonging & Avecinaling



Mira por dónde que eso que llamamos Constitución  y que estos días, los políticos devalúan, ningunean, manosean y, en algunos casos,  hasta se la tiran por los morros,  nos ha valido para  por lo menos   organizarnos un  macropuente. Eso si, juntando una fiesta laica con una religiosa. Esta mezcla no explosiva  ha dado lugar a unos bonitos días de asueto que nos ha permitido desconectar que, con la que esta cayendo,  falta nos hacía  a todos.

En Troncedo, además, nos ha servido para desarrollar una programación que la nueva Junta de la Asociación  Castillo de Troncedo, con su entusiasta joven Presidente a la cabeza,  habían organizado con esmero.  Se han cumplido  todas  las expectativas. Si el  mondongo del jueves  fue un éxito tanto por participación,   como por la calidad de producto obtenido, el trabajo comunitario del sábado,  dos veces éxito.

La limpieza del depósito se  realizó perfectamente gracias a la infraestructura que Ernesto  había planificado y preparado previamente. Sólo faltaba la colaboración de una treintena de  personas  que,  puntuales a las ocho y media de la mañana ya estaban  desafiando  los cero grados hasta que llegaron los primeros rayos de sol. Otra cuadrilla continuó limpiando la  cabañera. Por cierto que,  cuando esté terminada esta nueva ruta que estamos abriendo, ya veréis como  nos deparará  sorpresas agradables. Después del trabajo de la mañana no podía faltar la comida comunitaria  a base de lo que ya es nuestra especialidad, las cada día más logradas “judías con morro de cerdo”,  la longaniza y las exquisitas rosquillas que, con mucha participación, habían sido elaboradas por la mañana. La  posterior sobremesa con los comentarios de la jugada y   la sesión de cine incluida contribuyeron  a cerrar una apretada  y entrañable jornada.




Pero,  a aparte de toda   la comida, sin duda, el  mejor sabor de boca   nos lo dejó    el convencimiento de que “tenemos cantera”. Los jóvenes y jóvenas se están implicando al máximo  en todos los eventos y eso nos  garantiza la continuidad de  los proyectos en marcha.En definitiva, ya que hemos empezado jugando con el “inglés”,  perdón Adrián,  “We had a good time”. Tuvimos buenas vibraciones  y tuvimos buenas radiaciones. El buen ambiente de trabajo y el espléndido sol de estos días contribuyó también al éxito de las jornadas.

José Fumanal

Fotos: Luis Fumanal y Dora Viu

1 comentario:

  1. ¡Qué pinta tienen esas rosquillas! y las longanizas sacan muy buena cara.
    Despues del trabajo está bien reponer fuerzas.

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