Mira por dónde que eso que
llamamos Constitución y que estos días, los
políticos devalúan, ningunean, manosean
y, en algunos casos, hasta se la tiran
por los morros, nos ha valido para por lo menos organizarnos un macropuente. Eso si, juntando una fiesta
laica con una religiosa. Esta mezcla no explosiva ha dado lugar a unos bonitos días de asueto
que nos ha permitido desconectar que, con la que esta cayendo, falta nos hacía a todos.
En Troncedo, además, nos ha servido
para desarrollar una programación que la nueva Junta de la
Asociación Castillo
de Troncedo, con su entusiasta joven Presidente a la cabeza, habían organizado con esmero. Se han cumplido todas
las expectativas. Si el mondongo
del jueves fue un éxito tanto por
participación, como por la calidad de
producto obtenido, el trabajo comunitario del sábado, dos veces éxito.
La limpieza del depósito se realizó perfectamente gracias a la
infraestructura que Ernesto había
planificado y preparado previamente. Sólo faltaba la colaboración de una treintena
de personas que, puntuales a las ocho y media de la mañana ya estaban desafiando los cero grados hasta que llegaron los
primeros rayos de sol. Otra cuadrilla continuó limpiando
la cabañera. Por cierto que, cuando esté terminada esta nueva ruta que
estamos abriendo, ya veréis como nos
deparará sorpresas agradables. Después del trabajo de la mañana
no podía faltar la comida comunitaria a
base de lo que ya es nuestra especialidad, las
cada día más logradas “judías con morro de cerdo”, la
longaniza y las exquisitas rosquillas que, con mucha participación, habían sido
elaboradas por la mañana. La posterior
sobremesa con los comentarios de la jugada y la sesión de cine incluida contribuyeron a cerrar una apretada y entrañable jornada.
Pero, a aparte de toda la comida,
sin duda, el mejor sabor de boca nos lo dejó
el convencimiento de que “tenemos cantera”. Los jóvenes y jóvenas se
están implicando al máximo en todos los
eventos y eso nos garantiza la
continuidad de los proyectos en marcha.En definitiva, ya que hemos empezado jugando con el “inglés”, perdón Adrián, “We had a good time”. Tuvimos buenas
vibraciones y tuvimos buenas
radiaciones. El buen ambiente de trabajo y el espléndido sol de estos días
contribuyó también al éxito de las jornadas.
José Fumanal
Fotos: Luis Fumanal y Dora Viu
¡Qué pinta tienen esas rosquillas! y las longanizas sacan muy buena cara.
ResponderEliminarDespues del trabajo está bien reponer fuerzas.