Presentación del libro en Zaragoza |
Aunque las circunstancias me impidieron subir a
Troncedo durante la Semana Santa,
no pasó lo mismo con un viaje mucho más lejano y exótico que llevaba preparando
desde finales de febrero cuando asistí a la presentación del libro escrito por LuzGabás. Así fue como de su mano pasé los días de vacaciones en la contemplación de la isla de Bioko, antigua Fernando Poo, en
la que “no se echa a faltar ningún tono
de verde”, la misma en la que unas decenas de montañeses de por estas
tierras estuvieron trabajando en plantaciones madereras y de cacao en los
tiempos de la “Guinea Española”. Muchos troncedanos teníamos noticia directa de
estos episodios por contar con conocidos e incluso familiares que participaron
de aquellas expediciones, incluidos algunos miembros de Casa Jornalero y
además porque en la Jornada Cultural
de 2009, José Mª Mur estuvo personalmente con nosotros para presentarnos el
documental Guinea en patués: De los bueyes del Valle de Benasque al cacao de la
isla de Fernando Poo que se había rodado con los testimonios de muchos de
aquellos emigrantes a la antigua colonia española en África. Pero volviendo al
libro, me ratifico en la experiencia viajera que constituye su lectura en todos
los sentidos, porque además de sumergirnos en el paisaje y ambiente de la isla
y de la finca Sampaka donde “se producía uno
de los mejores cacaos del mundo” (afirmación avalada por su superior cotización
en el mercado), la historia nos lleva intermitentemente del verde de la selva a las blancas montañas del Pirineo, del calor y la ligereza de la isla al frío de las recias casas de piedra, de
mediados del siglo XX a la actualidad; a la vez que de la ficción a los hechos
históricos. La novela entreteje una trama de narraciones sentimentales que van
formando un bucle para terminar casi en el mismo punto de partida; a la vez nos descubre el ambiente y los episodios de una parte de
nuestra historia reciente de la que poco se ha sabido ni en su momento ni en
los posteriores y nos documenta
especialmente sobre el punto de vista de los nativos, de cómo vivieron y
sufrieron las consecuencias de la actuación (o inhibición) del Gobierno Español
en los años que siguieron a la independencia. En el libro se pone de manifiesto
la gran paradoja que supone que, mientras la vieja metrópoli se despojaba de un
régimen dictatorial y se democratizaba, daba la espalda a las crueles políticas
dictatoriales (Macías, Obiang) que se han
sucedido en su antigua colonia, dejando escapar ocasiones de intervención e
incluso posibilidades de rentabilizar los yacimientos petrolíferos que fueron
descubriéndose y que otras potencias europeas no desaprovecharon. Toda esta mezcolanza de asuntos están escritos con pasión, una pasión
que impide interrumpir la lectura pues, a pesar de sus más de 700 páginas,
puede decirse que es inevitable “leerla de tirón” y que además te deja con las
ganas de saber más sobre el destino de la antigua “provincia española” y de aquellos ciudadanos
que un día fueron, al menos sobre el papel, tan españoles como nosotros y que
hoy siguen soportando el yugo de una cruel dictadura que los priva de libertad
y desarrollo social, a pesar de ser un país que está en el puesto 38 en el
ranking mundial de renta per capita.
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