Nos vemos en Troncedo
TRONCEDO te invita a que vengas a perderte por este rincón. Situado en el límite de las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza, antiguamente condados que contribuyeron a la creación del Reino de Aragón. Estamos, por lo tanto, en Huesca. Municipio de La Fueva. Este blog es para todos, para los que somos de Troncedo y para los que no lo son. Los que lo conocen y los que se animarán a hacerlo después de encontrarnos en la red.
jueves, 11 de septiembre de 2025
Sellos y rastros de plomo
miércoles, 13 de agosto de 2025
Cuadernos de dibujo (Encuentro con Mila Dolz)
Después de una somera explicación sobre en qué consiste este movimiento, la dimensión que tiene y ofrecernos algunos ejemplos de la diversidad de estilos de algunos de los sketchers más célebres, nos dio unas pautas para animarnos a no tener miedo.
"No hay deber en el arte porque el arte es libre" V. Kandinsky
En una segunda fase, los asistentes nos distribuimos por rincones del pueblo para ir llenando de color y de nuestras interpretaciones los cuadernos en acordeón que ella misma nos había facilitado.
Una experiencia que resultó interesante para todos los participantes, desde los más pequeños a los más talluditos. Fue un verdadero goce tanto para los dibujantes como para las personas que se los iban encontrando por las calles.
domingo, 3 de agosto de 2025
La literatura, fuente de conocimiento para todos (Encuentro con José María Sorando)
Hoy hemos tenido el placer de contar con la presencia de José María Sorando para hablar sobre su libro El lector sin escuela (de Sobrarbe a Detroit) y lo de placer no es una fórmula de cortesía si no una auténtica realidad.
Por si alguien tenía alguna duda, para participar en estos encuentros lectores no es indispensable haberse leído el libro con anterioridad. Si se ha hecho, se tienen más elementos para el diálogo pero si no es así, puede ser ocasión para animarse a hacerlo y, cuando menos, para acceder a los principales mensajes de la narración. En este caso, es importante destacar aquello que nos ha transmitido su autor sobre los objetivos que le movieron a escribir, no se trataba de contar la historia de su abuelo, no es una biografía al uso, sino la historia de muchos otros abuelos y los diversos contextos sociales, políticos y personales que atravesaron.
Por si fuera poco, podemos añadir que las peripecias de la vida de este joven sobrarbense que se rebeló contra el destino que los usos sociales de principios del s. XX le deparaban se parecen mucho a las de muchos otros jóvenes de hoy en día que atraviesan fronteras y mares, arriesgando la vida porque también ansían un destino diferente al que les espera en el contexto socioeconómico de sus lugares de origen.
"Domingo, una mañana de noviembre en el muelle de Nueva York. Un hombre solo, recién llegado a un país extraño donde la mayoría habla un idioma diferente, donde no le conocen ni le esperan. A nadie le interesa su pasado, su familia, su pensamiento ni su presencia. Si ese mismo día muriera, sólo sería un desconocido llevado a una fosa común, al que nadie acompañaría ni reclamaría. El, allí, y en ese momento, es nadie. Como tantos inmigrantes en cualquier época y lugar. Nada anterior cuenta, su vida comienza de nuevo" ¿No resulta tremendamente actual?
Pero las 238 páginas del libro albergan muchos más aspectos:
- el análisis de las formas de vida tradicionales y costumbres en Sobrarbe. Todas las cosas que nos cuenta podrían trasponerse palabra por palabra a Troncedo;
- la importancia de la presencia de un MAESTRO (aunque fuera temporal) en un momento dado como motor de cambio en la vida de Domingo. Y también de las MAESTRAS que llegaron en décadas posteriores a estos pequeños pueblos, afrontando con coraje el choque cultural entre la vida rural y la de su posición social y sus ciudades de origen;
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Uno de los libros de Blasco Ibáñez (autor favorito de Domingo) que conservó toda su vida, a pesar de ser un autor prohibido |
- la descripción de las condiciones de vida laboral de los obreros de la época en las grandes factorías y centros de trabajo estadounidenses;
- el desprecio al diferente, la pretensión de asimilarlo (Desfile del Crisol de Ford) que no consiguió que Domingo se quitara la boina;
- la violencia desatada en los tiempos de la Ley Seca en EEUU, los gánsteres, el KuKuxKlan...
- los conflictos sociales y bélicos que, por puro azar temporal, fue sorteando Domingo;
- las condiciones precarias y la represión de la posguerra española, el estraperlo...
- el contraste de principios educativos entre la escuela de la República y la escuela franquista..
- la mirada del niño urbanita sobre el entorno (el rural y su propio vecindario) y las vivencias de los mayores...
En fin, un libro en el que, además de viajar por la historia de Domingo, los que ya tenemos cierta edad podemos reflexionar sobre nuestra propia historia y, en el caso de los más jóvenes, conocer de dónde venimos para no dejarse embaucar por mensajes voluntariamente falsarios y simplistas.
Gracias a todos los que os habéis acercado a aportar opiniones y experiencias, Y gracias de nuevo a José María Sorando y su esposa por haber venido hasta aquí.
jueves, 31 de julio de 2025
¿Urban/rural sketching? Mejor, taller de dibujo en Troncedo
En el marco de los II Encuentros de Cultura y Amistad en Troncedo, en los días previos a las fiestas de Agosto, os emplazamos a una nueva y creativa actividad.
Recordad: jueves 7 de agosto a las 17:00 h. y para todas la edades.
viernes, 25 de julio de 2025
miércoles, 23 de julio de 2025
La península de las casas vacías. Un libro que nos interpela literaria y literalmente.
“Los soldados estuvieron de pie junto a los juncos alrededor de tres horas y media hasta que, a medianoche, el matemático Tagüeña, encargado de aquellas unidades, dio una señal que era una palmada al hombro que los unos a los otros de forma consecutiva se iban a dar a lo largo de todo el trecho de río que habían escogido para franquear. No lanzaron consignas o gritos de guerra. La operación se llevó a cabo en el más absoluto silencio, interrumpido únicamente de los remos de las barcas mal bogadas. Fueron guiados por aparceros republicanos de la zona, quienes conocían los puntos del río menos peligrosos. Aunque también hubo quien sintió pánico al ver las aguas del río y desertó, como el Campesino, uno de los militares republicanos más célebres y loados.”
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El tío Miguel, campesino y soldado. (El marco de la foto lo hacían los propios soldados en sus ratos de ocio en el frente) |
Y si esta abundancia de imágenes y relatos metafóricos ha añadido dificultad a la lectura y derivado en una digestión más lenta, también hay que reconocerle que contribuyen de manera diferente a todo lo escrito hasta ahora para concluir que la trágica travesía de Jándula, trasunto literario del pueblo natal del autor, resume de una u otra manera la de todos los pueblos peninsulares así como el personaje de Odisto y su familia, a los cientos de miles de campesinos arrastrados y arruinados vitalmente por la violencia desatada tras el golpe militar. Volviendo a lo conocido de primera mano, en Troncedo no he oído que pasara literalmente eso de que los cristales se desgastaran por la mirada de las mujeres atisbando la llegada del ausente pero sí me han hablado de las madres que salían corriendo cuando, en un goteo lento y angustioso, por el camino aparecía la figura de un soldado que volvía. Cada una de ellas esperaba que esa vez fuera su hijo, aunque ya sabemos que algunas se llevaron ese anhelo a la tumba.
Difícil escoger entre tanto dolor y brutalidad pero el capítulo 112, El puerto de los olvidados, me ha resultado particularmente estremecedor de principio a fin. Y, contra los reparos esbozados en lo referente al estilo imaginativo del autor, no puedo dejar de destacar el valor en la abundancia de citas históricas que acrecientan el rigor de la historia y retratan perfectamente a los protagonistas históricos de uno y otro lado. Y como mi modesta opinión no es más que eso, modesta, después de escribirla he buscado otras y, entre ellas, apunto esta encontrada en un blog de críticas literarias que, aunque difiere notablemente en el valor que atribuye al estilo del autor, coincide en muchos aspectos con la mía:
Sea como fuere, La península de las casas vacías merece vuestra atención y no saldréis indemnes de ella. Os emocionaréis con los personajes, con el uso del realismo mágico, con las tragedias, con los abusos y la rabia descontrolada de los fascistas, con la indignación de los republicanos demócratas, os indignaréis con las malas decisiones del ejército republicano y los aciertos de un Franco apoyado por el fascismo europeo. Y, ante todo, sufriréis con el devenir de una familia humilde que se ganará vuestros corazones y que lo irá rompiendo hasta la última página. No hay tregua para los Ardolendo, no hay tregua para Odisto y su familia. No hay salida posible de una guerra civil. Y quizás, tras su lectura, seamos un poco más conscientes del dolor que se padeció en España entre 1936 y 1975. Y quizás, tras su lectura, nos comprometamos un poco más con la memoria democrática, con la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas republicanas.
En este sentido es el propio autor quien nos interpela directamente y de forma abundante entre sus páginas. Se trata de otro ejercicio estilístico peculiar en el que él mismo se hace presente y juega a interactuar con los personajes e incluso a alterar los tiempos y el devenir de la Historia:
“Si os preguntáis la razón por la que he preferido descongelarlos y matarlos a que despertaran en cuarenta años, os la resumo: me daba pena que, en cuatro décadas, los niños despertaran en una sociedad que, en lugar de tratar la guerra con una firme memoria histórica, firmará un pacto de silencio y dedicará únicamente un par de páginas en los libros de texto al conflicto”.
sábado, 19 de julio de 2025
La memoria es el des-olvido. Plomo en el alma.
Una no va al archivo para ir al pasado. Una va al archivo para traerlo al presente, para activarlo.
Marta Rivera Garza, Profesora en la Universidad de Houston
1. -¿Por qué escribir sobre estas historias antiguas que nadie recuerda y que quizás (o no) a nadie interesan? Precisamente por eso, porque nadie las recuerda y, en consecuencia, mucho menos interesan.
2. -¿Y si además no las leen? Esbozo una sonrisa ante esta cuestión evocando la desilusión del entrañable Ramón Rami cuando constataba que había personas que le confesaban no haber leído “todavía” los pedazos de nuestra historia local que él atesoraba y en cuya transmisión volcaba tanta pasión. Yo trataba de infundirle ánimos y dar el valor que se merecía su trabajo: -Sí que las leen, Ramón, y si no lo hacen, nosotros ahí las dejamos y quién sabe si alguien algún día les dará valor y tomará nota de estos testimonios de un mundo que ya no existe pero que existió y del que somos herederos. Lo hacemos por las personas que levantaron estas casas, que nacieron, se criaron y vivieron en ellas, las que trabajaron como burros por mantenerlas y que supieron también hacer hueco a momentos de alegría mientras entregaban su vida para que nosotros ahora nos sintamos orgullosos de este pequeño pueblo, de sus costumbres y de su tradición solidaria*
3. - ¿Y por qué ahora este empeño en traer al presente precisamente las historias olvidadas de unas criaturas a su vez mayoritaria y doblemente olvidadas? Por las mismas razones y con redoblada intención, mucho más después de indagar en sus orígenes y sus trayectorias. Historias de niños huérfanos que correteaban por nuestras calles empedradas, que guardaban los ganados y que trabajaban duramente en las faenas agrícolas mientras cargaban con el sello de plomo en el cuello que certificaba su abandono inicial. Niños que entre estas piedras encontraron el afecto que les había sido robado en origen pero que no dejaron de cargar durante toda su vida con ese mismo plomo del abandono en el alma.
4. - ¿Y qué se saca de rechirar entre los papeles? Mucho. Por ejemplo:
DOS CONCLUSIONES PRINCIPALES
- Una, que no por sospechada deja de estremecer, es que el abandono de una criatura recién nacida ayer y hoy y en cualquier lugar del mundo siempre está ligada a trágicas situaciones de pobreza, enfermedad, desesperación y muerte;
- Y segunda que me duele especialmente en los casos de estos niños recogidos en Troncedo, es que, si la falta de recursos, las circunstancias, la ignorancia y los prejuicios (el plomo en el alma) no hubieran pesado tanto en su ánimo y se hubieran lanzado a la búsqueda de respuestas, quizás más de uno hubiera aligerado esa carga que arrastraron durante toda su existencia y se hubieran reconciliado con su propia historia y estirpe. Este es un aspecto que, conforme iba leyendo testimonios y situaciones concretas de quienes se embarcaron en esas búsquedas, me causaba más pena y rabia.
LA HERIDA DEL ABANDONO. Ayer, hoy y siempre
… después de año y medio yo he conseguido canalizar la rabia que tenía por la herida del abandono que para mí es más grande que los abusos sexuales y toda la historia que he tenido después porque el abandono me ha marcado…
Abel Azcona, artista multidisciplinar, entrevistado en La Ventana de la cadena SER (sección Radio Lindo) el 10 de abril de 2025
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* En este sentido fue para mí una satisfacción poderle mostrar a mi querido Ramón el ejemplar nº 19 de la revista Sobrarbe editada por el Centro de Estudios de Sobrarbe en el que Jesús Cardiel publicaba un artículo sobre la genealogía de casa Baile de Troncedo y en un pequeño apartado hacía referencia a “algo” que había leído en uno de nuestros Caixigares. “Ves, Ramón, hay gente (sabia) que lo lee y lo valora”
lunes, 23 de junio de 2025
Revista Treserols, lectura, libros, amigos...


miércoles, 18 de junio de 2025
lunes, 12 de mayo de 2025
Propuesta lectora
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Al otro lado de las montañas había otro mundo... |
Pero no hace falta imaginarlo porque ese Charlot sobrarbés existió. Se llamaba Domingo Muzás y su nieto, José María Sorando ha dejado testimonio de esa vida entre distópica (sin duda él debió sentirla así) y cinematográfica en un libro cuya lectura nos transporta a la dura realidad de la existencia en nuestros pueblos en aquellos años, el arrojo de quienes como Domingo se atrevieron a salirse del destino trazado y en el contexto de progreso, conflictos y tragedias que tuvieron lugar en el mundo en general y en este país en particular.
Una excelente opción para estas próximas fechas en los que los días alargan y una buena lectura bajo una buena sombra resulta harto apetitosa. Con el aliciente de que en agosto contaremos con la visita del autor para compartir con él nuestras impresiones y hacerle todas las preguntas que nos surjan. Anunciaremos próximamente día y hora de la cita. Pero antes se nos vienen otros eventos... estad atentos a nuevos anuncios.
El lector sin escuela, José María Sorando. Muzas, Ed. La fragua del trovador .
domingo, 8 de diciembre de 2024
Club de lectura: Años de vida (para leer)
El sábado 7 de diciembre tuvo lugar una sesión de lujo de nuestro club de lectura. Agradecemos sinceramente a Marta Borraz que en una mañana tan intempestiva se acercara hasta nuestro pequeño pueblo para compartir con nosotros un cálido encuentro en torno a su libro Años de vida, una obra sobre la figura de su abuelo, Alfonso Borraz, envuelto en algunos de los episodios más convulsos de nuestra historia reciente. Marta nos describió lo difícil que puede resultar escribir sobre algo tan cercano como la propia familia y hacerlo con respeto riguroso a los hechos históricos y a la personalidad de sus integrantes. Desgranó el proceso de elaboración del libro, desde la decisión del título hasta las tareas de documentación, búsqueda de testimonios, selección de información a incorporar… pasando por el complejo trabajo de colaboración con su editor. Entramos igualmente en aspectos de estilo que sitúan al relato de forma precisa en el lugar y el tiempo evocado como, por ejemplo, la incorporación natural de vocablos altoaragoneses o la presencia de dos voces narradoras, tan distantes en el espacio y en lo ideológico y tan próximas en los afectos, metáfora perfecta de las dos Españas en combate. Hubo momentos en los que llegó a emocionarnos o a provocar la risa con algunas de las anécdotas que le han sucedido en las diversas presentaciones y tareas de promoción de su libro que está actualmente en los primeros puestos de la lista de los más vendidos en Aragón.
Fueron prácticamente dos horas de intercambio de reflexiones y consultas sobre una historia que deambula entre acontecimientos, lugares y paisajes conocidos, protagonizados por personajes que no nos dejan de ser familiares en el marco la sociedad rural de la época. Marta consigue recrear el ambiente con la composición de escenarios, diálogos o elementos costumbristas como la música o lo que ella misma denominó banda sonora de la novela. Todas estos recursos nos llevaron a expresar en voz alta una idea que nos rondaba a todos tras la lectura, que de ella podría salir una muy buena película. Esperamos tener muchos años de vida para llegar a verla en las pantallas (tampoco queremos esperar demasiado). Mientras tanto nos emplazaremos para leer la nueva novela que nos adelantó estar escribiendo, basada también en hechos reales pero en las últimas décadas del siglo pasado y de temática muy diferente que igualmente promete mucho…
Gracias, Marta, y que sigas cosechando éxitos, tal y como sabemos que ocurrió en esa misma tarde en la Feria del Libro Aragonés de Monzón.
viernes, 6 de septiembre de 2024
Años de vida... para recordar y LEER
No se me ocurre mejor homenaje a un abuelo que escribir su vida. Además el trabajo viene en un lenguaje literario de sorprendente calidad para ser una ópera prima de alguien ajeno a ese mundillo Y si cualquiera de las peripecias vitales de nuestros ancestros, hasta las más anodinas, son dignas de ser contadas y rescatadas del olvido, cuando éstas se desarrollan en los tiempos de convulsión y desgarro que le tocaron vivir al doctor Borraz, el retrato amplía el foco a todo el pasado reciente de este país. Por eso el libro pasa a engrosar la lista de lecturas recomendadas para la recuperación de la memoria histórica o, mejor dicho, memoria democrática. Una necesidad que cada vez se está haciendo más evidente, por el interés de unos y otros. Los que abogan por el rescate y los que lo hacen por el olvido. Como le escuché decir recientemente a Blas Coscollar en Saravillo con motivo de otro ejercicio de rescate histórico, en este caso de la figura de Constante Bielsa y su familia de músicos franceses así como la del dance de la Rosca de Saravillo, la memoria es el des-olvido. Y es el desolvido de las generaciones anteriores a la nuestra, sus devenires y los conflictos en los que se vieron envueltos el que debemos conocer y traer al presente para no caer precisamente en el olvido interesado de quienes justifican la complejidad y el horro con argumentos simplistas cuando no negacionistas o, simplemente, falaces.
Pero en esta novela tan personal los lectores altoaragoneses no quedaremos decepcionados, podremos emocionarnos doblemente al reconocer lugares y personas muy próximas y cómo se posicionaron en aquellos años feroces, ya fuera por convicción o porque la riada de acontecimientos los arrastró sin remedio. La autora no ha dudado en describirlos con rigor y crudeza, con nombres y apellidos, empezando por los de su propia familia. Un apunte en cuanto al estilo es el acierto del recurso de dos voces en la narración que por un lado son tan cercanas en lo íntimo y familiar y, por otro, tan distantes en lo emocional y vital, No sé si es premeditado, pero pareciera una lejana analogía con el trasfondo de las dos Españas enfrentadas.
En conclusión, una novela de fácil lectura que atrapa desde la primera página y resulta muy apropiada para estos días de vuelta a la rutina en los que las tareas y desafíos de nuevas etapas profesionales y vitales se agolpan en nuestra cotidianeidad.
Nos encantaría poder contar con la presencia de la autora, Marta Borraz, en alguna de nuestras próximas sesiones del club de lectura de Troncedo para poder preguntarle muchas cosas sobre esta novela y sobre la información que sin duda ha recopilado para documentarse en su escritura. Mientras tanto, mañana mismo, sábado 7 de septiembre la podéis encontrar en Aínsa.
jueves, 5 de septiembre de 2024
Encuentros con José Luis Simón y Araceli Cereceda (y III)
Me he referido a una exposición técnica y que también encierra mucho conocimiento de la complejidad del Universo pero la primera parte de la exposición fue muy concisa y clara. Nos adentramos en los inicios de la Geología como ciencia y el paradigma de la Ilustración en la que el ser humano (hombre en general, para más señas) toma un papel de explotador de la naturaleza así como de corrector de sus “imperfecciones”. La Geología actual nos ofrece un paradigma mucho más humanista que se fundamenta en el estudio, conocimiento y respeto por la Tierra y sus fenómenos, lo cual nos habría evitado y nos debería ahorrar grandes desastres como los que seguimos viviendo. Y no solo en los medios de comunicación, sino que algunos han sucedido muy cerca, tal y como pudimos comprobar en el análisis del irracional emplazamiento del camping de Biescas, que dio como resultado la tragedia del verano de 1996 y que, con tanta claridad nos explicó José Luis.
Una segunda parte de la exposición estuvo centrada en el movimiento CienciaArte que, como su nombre indica, une Ciencia y Arte, Ciencia y Emoción, dos facetas indisolubles del conocimiento humano que el racionalismo exacerbado se ha empeñado en disociar tradicionalmente. Aunque no se trata de nada nuevo bajo el Sol (nunca mejor dicho), pues el propio Pitágoras hablaba de “la música de las esferas”. Y a partir de estas premisas, José Luis nos habló de su trabajo (en equipo con Lope Ezquerro y el grupo O’Carolan por desentrañar la música de la Tierra. Con un riguroso estudio de los estratos y su grosor han podido escribir la partitura “escondida” en el subsuelo de distintos parajes. Tuvimos la ocasión de escuchar las grabaciones al respecto y de visionar un delicioso vídeo que combinaba bellas imágenes con música y danza.
Una tarde de agosto, una víspera de jornadas festivas… inolvidable. Da gusto tener amigos para ESTO.
Si os ha sabido a poco, podéis escuchar la canción completa en este enlace de youtube, aunque confieso que me gustó mucho más en las voces delicadas de José Luis y Araceli.